SVG | la persona que más temía en vida y cuyo nombre jamás esperaba escuchar en boca de nadie volvió para presentarse ante él, como si nada hubiera pasado... o en donde los muertos reviven.
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Hay dos capítulos para esta parte, sin embargo, he decidido dejar el otro como un EXTRA ya que no sé si ustedes quieren leerla, y si ustedes quieren voy a subir pero les aviso que es un +15, entonces todo depende de ustedes
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El cómodo calor estaba arropandome por completo, pequeños murmullos afuera empezaban a molestarme, despertándome por fin. La oscuridad seguía presente en mis ojos y casi imposible de adaptarse al instante. Ningún recuerdo en concreto se había pasado en mi mente hasta que finalmente reaccioné.
No había necesidad de tener luz para saber dónde y cómo estaba. No necesitaba luz para ver a las otras personas que estaban conmigo. Tampoco la necesitaba para saber que eran posiblemente más allá de las cinco de la mañana y yo estaba aquí, en un enredo con piernas ajenas y unos brazos haciéndome prisionero.
—Sizhui, Jin Ling—mi voz salió totalmente ronca, incluso fallando y haciendo que sonara aguda al final, la garganta me dolía, sin embargo eso no me detuvo para intentar quitar los brazos que tenía encima mío —, Jin Ling levántate. Sizhui son las cinco.
Solamente escuché la respiración de estos momentáneamente tranquila hasta que una serie de bostezos llegó a estos. Unos pasos afuera hicieron que el corazón se detuviera por completo y la sangre se me heló.
—____, deja de moverte —la voz de Jin Ling sonó en mi oído igualmente por lo bajo y yo volteé a verlo.
—¡Hay que levantarnos! —murmuré exaltado mientras nuevamente giraba y me liberaba de sus brazos. Me había volteado quedando frente a ellos quienes apenas hacían movimiento de levantarse —Sizhui, levántate. ¡Son más de la cinco!
Y como si eso hubiera sido el interruptor que faltaba, se sentó tan rápido en la cama que por un momento pensé que se iba a marear, sin embargo este no fue el caso, tan pronto como estuvo despierto, se propuso a levantar al Joven amo Jin quien se quejaba mientras se movía de un lado a otro.
Finalmente cuando estaba bajando de la cama, no pude evitar que la vergüenza se apoderara de mí. El viento frío había recorrido mis piernas por debajo de las túnica que seguían puestas incorrectamente en mí haciéndome estremecer.
—Sizhui... —llamé, mi voz intentando sonar tranquila mientras me sentaba, la pena recorriendo todo mi cuerpo evitando que me moviera.
Esto pareció llamar la atención de ellos ya que finalmente Jin Ling se había levantado y estaba ocupado restregando sus ojos.
—¿Qué sucede, ___? —preguntaron ambos al mismo tiempo.
La pena explotó aún más dentro de mí.
La realización me pegó tan fuerte que ni si quiera era de capaz de mirar a estas dos personas frente a mí sin que los recuerdos de la noche anterior me pegaran como un golpe en las mejillas varias veces.
