NICE OF PROBLEM

Capítulo 7. WILLIAM

Rick, el secretario de su madre, terminó de ajustar el celular para proyectar en vivo las palabras de Alison. Eran las seis de la mañana, nadie había dormido nada, y sus caras demostraban lo que sus labios callaban: cansancio, frustración, arrepentimiento y mucho estrés. Alison practicó su sonrisa en el espejo antes de aparecer en la cámara.

Pulsaron el botón para el live de Instagram, y una joven alfa sentada en el despacho de su madre, apareció en pantalla. Se fueron uniendo rápidamente muchas personas, comentando y haciendo especulaciones. Ninguno de sus padres podía aparecer en el live, solo ella, y sus "errores".

—Buenos días a todos —saludó, con una media sonrisa—. Como sabrán, hace poco un vídeo fue publicado en las redes, sobre mí, y una conversación que tuve con un bartender —comenzaron a comentar si era su pareja, o amigo, o si había sido una pelea entre amantes—; desconocido, por cierto. —carraspeó, y suspiró—. Me encuentro en conflicto, y muy herida por lo que voy a decir a continuación, pero me temo que voy a afirmar algunos de los rumores que se comentaron en los videos. Sí, mi celo se adelantó, y perdí la cordura por un breve momento; suficiente para encontrarme atraída sexualmente por el bartender, a quien le propuse algo inapropiado, e indecente —se levantó, hizo una profunda reverencia a la cámara y pronunció:—. Lo lamento profundamente, y pido amablemente su perdón, joven —volvió a sentarse—. Sin embargo, me veo en la obligación de negar todo lo demás. En ningún momento esperé su salida, ni tampoco me atreví a ponerle una mano encima —los comentarios se desviaron a lo que hacía en el bar, como si una joven no tuviera el derecho de estar allí—. Lo que yo hacía o no en ese bar, en realidad, no es relevante para ninguno; pero de igual modo se los diré. Quería reunirme con una persona que esperaba ver allí, más con este incidente, no pude quedarme.

Nuevamente, las personas no estaban conformes con su explicación, y alegaban que mentía, que no era más que un truco para salirse con la suya e ignorar el acoso a los omegas. Alison apretó la mandíbula, el secretario y su madre se miraban tratando de planear en segundos un nuevo plan, y su padre miraba de un lado a otro, preocupado. Alison descubrió que... no tendría opción.

Se levantó un segundo, y volvió con una caja entre sus manos.

—Entiendo perfectamente si aún se sienten inseguros con mi presencia y tengan miedo de que vuelva a descontrolarse mi celo, por lo que, de ahora en adelante, comenzaré a usar esto —y sacó del empaque algo similar a un cubrebocas, que en realidad era un bozal para alfas. Un artilugio no usado en muchos años—. Sí, es un bozal para alfas. Solo puede ser colocado y quitado por mis huellas dactilares que se ven afectadas al momento de mi celo, por lo que no podré quitármelo si en algún momento tengo mi celo con esto puesto. Prometo, ante ustedes, y ante mi familia, que no me lo quitaré nunca fuera de casa —su padre no aguantó, y se fue corriendo a abrazar a su hija vuelto un mar de lágrimas, saliendo en la cámara con las personas que solo comentaban asombro ahora—. Esto solo es una muestra de mi devoción a la causa: "Paloma Omega"; y para que la sociedad se sienta cómoda con mi presencia. Gracias por escuchar —y finalizaron la filmación. 

Alison abrazó y calmó a su padre. Su madre la miraba sin creerse el final del live, pensando que eso no había estado dentro de los planes. El secretario parecía limitarse a recoger todo y, en otro lugar, un vaso de vidrio se acababa de escapar de las manos de un omega.

—Padre, todo estará bien —Alison le llevaba una cabeza de altura, así que besó su coronilla lacea de cabello castaño—. Es la única manera de poder seguir con mi vida.

Jackeline tomó su compostura, y fue también a consolar a su esposo pero antes, a felicitar a Alison.

—Estoy orgullosa hija. Has demostrado nuevamente ser digna de la empresa. Nadie se atrevería a llegar tan lejos como para usar un —volteó a ver el bozal con asco—, bozal para perros como ese.