Utopía Oscura (Saga Guardianes Oscuros)

La Rosa Purpura

Al día siguiente, Lisa llega muy temprano como de costumbre y me despierta, al abrir los ojos veo su rostro muy iluminado y feliz, entonces le digo — ¿Qué sucede porque tan contenta? — La miro media dormida.

— Es que su cumpleaños será mañana y están preparando todo así que no puedo evitarlo.

Le sonrió, me siento en la cama, bostezo un poco y me estiro — Sí, tienes razón — corro un poco las sábanas, luego agrego — ¿Qué hora es?

— Son las seis de la mañana, su baño está listo y el desayuno la espera — lo dice tan rápido que casi no lo capto, sonríe ampliamente y agrega: — bueno me retiro.

— ¡¡Espera!! ¿Mis padres no están verdad? — ella solo mueve la cabeza en negación y sale de la habitación.

"Vaya eso no es sorpresa" pienso y me dirijo al baño; me tomo mi tiempo en la ducha, cuando salgo me encuentro con el collar que anoche arroje, lo recojo y lo observo unos minutos, me siento incómoda con él así que lo coloco en la mesa, luego me pongo el uniforme y frente al espejo termino de alistarme, veo el collar; ese símbolo me parece familiar, pero no le doy importancia.

Salgo de la habitación tomo mi desayuno, mi cartera y me dirijo al auto, al entrar recuerdo que se me quedo el teléfono, lo busco y veo que tengo varias llamadas perdidas, al revisarlas la mayoría son de Roxin, y tres son de Max eso me alegra la mañana, pero me preocupo de que me llamara y no le contestara, luego sigo revisando y una es de un número desconocido, así que conecto el teléfono a la computadora del auto, y reviso la base de datos, pero no me dice de donde es

— le diré a Diego él podrá averiguarlo — me digo a mí misma, el chófer escucha.

— ¿Señorita ya está lista? — se escucha en el parlante, toco el panel y aparece la pantalla, al verlo sonrió.

— Ves yo sabía que no te despedirían — agrego — ¿Podemos irnos?

Sonríe y sale de inmediato, llegamos muy rápido a la casa de Roxin, ella se sube y noto que está preocupada: — ¿Qué pasa amiga? ¿Por qué esa cara tan larga?

— Mi padre no ha llegado desde anoche y tampoco ha avisado como siempre lo hace — responde con tristeza, me le acerco un poco.

— ¿Ya preguntaron o averiguaron algo?, la empresa debe saber.

— Sí, mi madre estuvo llamando, pero nadie contesta — responde triste.

— Ya verás que está bien, si no resuelven nada vamos después de la escuela a averiguar ¿te parece?

— Está bien, pero... ¡Cuéntame qué paso anoche! — Responde y cambia de actitud, es su forma de liberar preocupaciones, trata de parecer tranquila.

Al pensar en Max y tener que contarle a Roxin mis mejillas se ponen rojas haciendo que ocultarlo sea imposible, vuelvo a ver a mi amiga — Anoche Max... Me llevo a casa en su moto aérea, porque el auto no avanzaba, por una presa o algo y pues...

— En serio, que bueno y ¿qué paso?; Espera no me digas, adivino — Me contesta más feliz que nunca, me observa unos segundos y se da cuenta.

— Te beso ¿verdad? — Sus ojos se iluminan, la vuelvo a ver y sonrió muy feliz, ella me abraza y agrega.: — ¡Lo sabía! Te felicito has dado un gran paso con él, ¿cómo fue? — pregunta curiosa — Pues... él me llevo a casa y entramos en silencio hasta el balcón de mi habitación, luego baje y nos íbamos a despedir, entonces él me tomo de la mano y me beso — le cuento con algo de vergüenza por tener que contarle.

Ella da un grito ahogado al escucharme y me abraza fuerte —ya no tienes que estar nerviosa, seguramente te pedirá que sean novios.

— ¿Eso crees? Ahora tendré que verlo y pues...— digo y me pongo más roja al pensarlo.