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—Otra derrota más a la corta lista...—musitó t/n guardando en su pokeball a su debilitado espurr. Era el último pokémon que le quedaba en pie.

—Has mejorado—le dijo Roy—, pero por desgracia aún no eres rival para mi.

—Debo mejorar más, si no no podré ganarte a su debido tiempo...—ella miraba al suelo devastada. No estaba acostumbrada a perder y no le gustaba eso.—Bueno, debo ir al centro pokémon...

T/n se dió la vuelta y fue en dirección al centro pokémon más cercano.

—¡Espera!—exclamó el líder dragón alcanzándola de un par de zancadas.—Voy contigo.

—¿Por qué? No me debes nada...

—Solo voy a curar a mis pokémon, me debilitaste dos. Pocos consiguen hacer eso.

—Hum... De acuerdo.

Los dos caminaron en silencio hasta el centro pokémon. No era un silencio incómodo, era uno de esos silencios necesarios.
Cuando llegaron al centro Pokémon cada uno dió sus pokeballs a la enfermera Joy. Esta se llevó las pokeball a la maquina donde los pokémon se curaban.

Las miradas de Roy y de t/n se cruzaron por un momento.

—Aqui están, gracias por usar nuestros servicios—dijo la enfermera Joy entregándole las pokeball a sus dueños.

Al salir del centro pokémon los dos se volvieron a mirar.

—Bueno t/n debo irme al estadio, tengo trabajo.—dijo Roy con una sonrisa. La chica pudo ver su colmillo afiliado relucir con el sol.

—Vale, nos vemos en otra ocasión.—contestó la peli(c/c)

Roy se despidió con la mano y se dió la vuelta hacia el estadio.

T/n regresó a su casa.

—Hola t/n—dijo la madre al verla entrar en casa.

—Hola mamá.

—¿Que tal te la has pasado?

—Bien, me volví a encontrar con Roy y combatimos de nuevo.

—¿Que tal te fue?

—Perdi

—No te preocupes t/n, algún día conseguirás vencerlo.

La aspirante se sentó en el sofá del salón y se hizo bolita.

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T/n estaba a punto de pelear con Naboru. Había pasado la prueba combatiendo con Liepard (la evolución de purrloin).

Justo antes de ir por el pasillo que la llevaría a combatir contra el líder de fuego tomó la pokeball de Decidueye. La observó por un momento. Iba combatir con el, aunque fuera débil al tipo fuego. Confiaba mucho en él.

Caminó hacia donde Naboru la esperaba.

El hombre se presentó. T/n había dejado de escuchar en cuanto dijo su nombre.
Cuando Naboru sacó a su ninetales la chica iba a sacar a su Decidueye pero cuando lanzó la pokeball de este no salió Decidueye, salió un Duraludon.

La chica se quedó petrificada al ver a ese pokémon, que claramente no era suyo.

Pensó por unos momentos, mientras ninetales usaba giro fuego.

El duraludon resistió bastante bien a pesar de ser débil ya que era de alto nivel.

T/n no se creía que su querido Decidueye ya no estuviese en sus manos.

Ella hizo memoria, ¿Por qué ya no tenía a su pokémon?¿Cuando lo había intercambiado? No recordaba haberlo intercambiado.

Entonces se acordó de cuando junto con Roy curaron sus pokemon en el centro pokémon. Tal vez al recoger sus pokeballs se habían confundido al agarrarlas.

||Desafío|| Roy x tu [Pokemon espada y escudo]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora