||Desafío|| Roy x tu [Pokemon espada y escudo]

||6||

T/n estaba considerablemente mareada después de la prueba del gimnasio de pueblo Ladera. Había dado más vueltas de las que le gustarían y a penas se aguantaba en pie.

—¡Vamos t/n!—decía Rotom—Solo un último combate y ya combates contra Allistair.

La chica asintió y se dirigió hacia la siguiente retadora.

Ganó el combate y aún recuperándose del mareo llegó al pasillo que la llevaría a combatir contra el líder de tipo fantasma.

Ya en el pasillo se detuvo un momento a tomar aliento. Luego se dirigió al estadio.

Se detuvo en el centro del estadio, frente a frente con Allistair.

—Y-yo soy A-allistair...—comenzó el chico—V-vamos allá...

Se alejaron unos metros y sacaron a sus pokemon.

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—Ha sido un buen combate—dijo t/n alargando la mano para estrechársela a Allistair.

El le estrechó la mano y le entregó la medalla de tipo fantasma.

—S-si...

Los dos chicos se fueron a la sala de descanso del gimnasio. T/n fue al vestuario femenino a cambiarse.
Al salir del vestuario se encontró cara a cara con Roxy. Por poco no se chocan.

—Hola t/n.

—Buenas, ya se va a hacer costumbre encontrarnos en las puertas de los gimnasios.

—¿Acabas de vencer a Allistair?

—Si, si vas a ello te recomiendo que tengas cuidado con la prueba. Vas a dar bastantes vueltas.

—¿Vueltas?

—Vueltas.

Ellas se quedaron en silencio.

—Cuando yo consiga mi medalla quiero retarte a un combate—dijo la de ojos azules.

—Te espero en el centro pokémon.

T/n le dedicó una sonrisa a Roxy y salió del gimnasio.

—¡No te cansas de combatir!—dijo Rotom flotando al lado de t/n mientras caminaban por el pueblo.

—Ya sabes que no puedo negarme a un buen combate.

—Y a demás se te dan muy bien.

—No me eches flores, no es para tanto.

—Solo has perdido cuatro combates desde que iniciaste el recorrido insular y llegaste a Galar.

El pokémon y la chica entraron al centro pokémon.
Ella le entregó a la enfermera Joy las pokeballs y está las metió en la maquina que curaba a los pokémon. Poco tiempo después le entregó las pokeballs a su dueña con sus pokemon completamente recuperados.

—Cambiando de tema, ha sido genial haber conseguido el permiso para que yo pueda acompañarte en el gimnasio—comentó Rotom mientras t/n se sentaba en una mesa de la cafetería del centro pokémon. El pokémon flotaba frente a ella.

—Si, las pruebas se hacen mejor con tu compañía.

—Me halagas t/n.

Una hora después por la puerta del centro pokémon entró Roxy, radiante.

—Hola Roxy—saludó cordial t/n

—HOLAAAA—dijo emocionado Rotom.

Roxy rió con sutileza.

—Hola t/n, hola Rotom. ¿Estás lista para el combate?

—Estoy más que preparada.

T/n se levantó de su asiento y salió junto con la pelinegra y en la calle se colocaron separadas por algunos metros.