Finge que me quieres

Capítulo 4

Mi teléfono suena y veo la foto de mamá en la pantalla. Contesto la videollamada apoyando mi teléfono en la mesa de granito de la cocina.

-Lena!- Sonríe a través de la pantalla

-Hola! Llegaron bien? Que hora es en Italia? Que han hecho? Porque no me llamaste ayer! Las extraño

- Mi batería murío ayer. Karen le dijo a Ethan que te avisara que habíamos llegado bien. No te lo dijo? – Luce auténticamente confundida

Claro que no madre. Es que acaso eres ciega? En lugar de eso miento y digo – Oh si! Cierto. Me lo dijo anoche, debo seguir un poco dormida, después de todo aquí son recién las 7 de la mañana.

-Oh cariño perdón! Olvide el cambio de horario por completo. Intentaré llamarte un poco más tarde la próxima vez. Bueno, hoy recorreremos Venecia y mañana partimos por dos días a Roma. El mundo es un pañuelo, nos encontramos de casualidad esta mañana con uno de nuestros antiguos compañeros de secundaria, lleva hace años viviendo aquí! Nos invitó la semana que viene a su casa en Napoles. Puedes creerlo?- Dice bebiendo un liquido de color rojo.

-Wow eso es increíble! Espero que lo pasen bien y no olvides traerme un recuerdo de cada ciudad que visites!

-No lo haré. Oh ya debo colgar cariño! Solo llamaba rápidamente para ver que todo anduviera bien por allá. Besos y saludos a Ethan! Te quiero adios!

Sin darme tiempo de responder me cortó. Si, esperame mamá ire corriendo a decirle a Ethan que le envías saludos. Que tanto rencor puede guardarme Ethan para ni siquiera ser capaz de poner en pausa por cinco segundos su estúpida y eterna ley del hielo y decirme algo tan simple como Hey Lena tu madre llego bien.

Regreso a mi habitación cruzando los dedos para no tropezar accidentalmente con los duros abdominales de Ethan. Tomo una ducha rápida y me meto nuevamente a la cama decidida a no salir de estas cuatro paredes a menos que sea estrictamente necesario. Tengo baño dentro de la habitación, si tan solo pudiera comprarme una cocinilla y un minibar podría sobrevivir hasta que comiencen las clases sin salir de aquí. Quito ese pensamiento de mi cabeza rápidamente. Hasta yo me doy cuenta de lo que patética que sueno. Prendo mi laptop y hago maratón de The vampire Diares como si no fuese la quinta vez que la veo. Admito que tengo una relación poco sana con los hermanos Salvatore. Cuando voy en el tercer capitulo de la primera temporada escucho la puerta del cuarto de Ethan cerrarse y el sonido del motor de su auto alejarse. Ya cuando voy por el octavo capitulo mi estomago comienza a rugir de hambre. Ni siquiera me molesto en quitarme el pijama y ponerme algo más decente. Despúes de todo aunque Ethan volviera a casa pronto ya me dejo más que claro que seguirá comportándose como si no me viera asi que cual es el sentido de verme presentable? Ninguno señoras y señores.

Siempre me ha gustado cocinar pero hoy solo tengo animo para calentar agua en una olla y hacerme pasta con atún. Me siento en la isla de la cocina con mi plato recién hecho y reviso Instagram. Maddy me llama en ese momento.

-Los padres de Patrick y Lia estarán fuera de la ciudad hasta pasado mañana. Van a hacer un fieston de esos tipo proyecto X hoy. Me encontré en el centro comercial a Brenda, dijo que paso por fuera de su casa hace como dos horas y había un camión bajando toneladas de barriles de cerveza!– Dice prácticamente gritando extasiada por el teléfono.

Lia es un año menor que nosotras, muy sociable y simpática. Sin embargo su hermano Patrick es un poco imbécil. El típico adolescente con las hormonas en el cielo que necesita follar a como de lugar en todas las fiestas y luego alardear sobre eso con medio mundo.

-Paso por esta vez Madds, viven al otro lado del pueblo y si llega la policía y me arrestan mi madre no será capaz de sacarme de la cárcel desde Europa- Digo sarcásticamente. Casi siempre digo que no cuando Maddy y Becca quieren que vaya con ellas a alguna fiesta pero nunca me presionan o se enojan por ello.

-Está bien, pero si se convierte en la fiesta del ciclo y todos hablan de ello por un año entero y eres la única persona en la Tierra que no fue, no vengas a mi llorando arrepentida – Dice con tono burlesco pero jugueton.

-Enviame fotos desde la comisaria!, te quiero- Le doy un beso a través del teléfono y termino la llamada.

Estoy terminando de lavar mi plato cuando la puerta se abre y Max, uno de los amigos de Ethan entra a la cocina.

-Lena? Que haces aquí?- Sus ojos recorren mi cuerpo descaradamente. Me golpeo mentalmente por no haberme cambiarme de ropa. Llevo puesto un pantaloncito corto de dormir y una camiseta negra de tiritas, mi cabello castaño cuelga suelto tapándome un poco gracias a Dios.

-Hola también a ti- Digo intentando cubrir mis piernas desnudas de su campo de visión moviéndome a la isla de la cocina.

-Te ves bien, no te había visto en todo el verano. Max es un chico guapo, rubio de ojos castaños con un gran cuerpo. A pesar de ser amigo de Ethan y ser precisamente él uno de los chicos que se burló de mi confesión de amor en sexto grado. Siempre ha sido amable conmigo, a diferencia de la mayoría de los amigos de Ethan que a penas y me responden si les pregunto algo en clases. Lo que Ethan Wagner hace y dice la mayoría intenta replicarlo. Pero por alguna extraña razón Max no lo idealiza como casi todos en la escuela. Aún así siempre he sabido guardar mi distancia con él. Era conocido por no salir con la misma chica por más de una noche y no quería darle ideas raras.

-He estado ocupada, más o menos..

-Vaya asi que era cierto que estabas quedándote aquí. Creí que Ethan solo estaba jugando conmigo

Ethan se lo contó? Por que haría algo como eso?

-Ajá- Digo intentando rodear la isla para llegar a la puerta y salir de ahí pronto. Ethan aparece bloqueando mi salida de escape, mira a Max y luego a mi dándome una mirada de desagrado.

-En fin. Vas hoy a la fiesta de Patrick?- Me pregunta Max dándole una mirada divertida a Ethan.

Ethan rie de forma burlesca y se cruza de brazos en el marco de la puerta devolviéndole la mirada Max.

-Se puede saber que te causa tan gracia?- Diablos no se quien es está chica que se apodero de mi cuerpo

-Ella no ira. Seguro tiene cosas mejores que hacer aquí como leer o dormirse temprano- Siempre que Ethan habla de mi enfrente mío lo hace dirigiéndose a otra persona.

Mi rostro pica por la humillación. Quien se cree para venir a juzgar lo que sea que haga en mi tiempo libre? Sin pensarlo mucho respondo -En realidad si voy. Dicen que va a ser un fieston, no me lo perdería- Aprovecho mi minuto de valentía. Miro a Ethan que sigue parado en la puerta y lo corro hacia un lado con mis pequeñas manos esta vez tocando sus bien definidos pectorales – Con permiso tengo que arreglarme

Que diablos estoy haciendo? No tengo nada que demostrarle a Ethan. Pero no hay vuelta atrás. Cojo mi teléfono y le escribo un mensaje a Maddy

Yo: Cambie de opinión. Voy.