Capítulo O9

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─¿Ese será el nombre de tu hermanito?─. Pregunto Jimin, ahora sentado junto al omeguita en la cama.

─Sip, solo se me ocurrió, comentó jugando con su peluche.

La ocurrencia del pequeño alegró a los presentes, después de eso se dedicaron por completo a la rueda de estudios que le tocaban, el personal a cargo de cada cosa adoraba la calma del niño, a diferencia de otros infantes ante estudios grandes y raros, JungKook estaba dispuesto a portarse bien, la mayoría de las veces abrazaba a su Kumamon, los adultos podían darse cuenta que sentía dolor por alguna punzada o algo, pero lo disimulaba detrás de variados gestos de ánimo.

El alfa rubio se debatía mentalmente, pensando que hacer, que decir, como actuar. Quería confesarle que son predestinados, pero JungKook era muy pequeño, tal vez no lo entendería y haría demasiadas preguntas que le quitarían la energía. O quizás lo asimile más rápido que él, Jimin no lo sabría sino lo intentaba.

─Kookie, ¿sabes que son los predestinados?─. Preguntó con calma.

El omega asintió, sorprendiendo al joven alfa.

─Mamá y papá lo son, dicen que es cuando tu hilo rojo te ata a otra persona─. Sonrió─. Tae dice que el extremo de mi hilo está atado a su dedo─. Se rió de aquello.

Jimin gruño, no muy conforme con la mención del osezno. Respiro para calmarse y formo una sonrisa.

─Muy bien, si es algo como eso, ¿sabes porque tenemos dos dedos meñiques?─. Con aquella pregunta podía darle forma a lo que quería decirle.

─No, ¿por qué? ─. Lo miro parpadeando.

Esos ojos negros abiertos de par en par, con esa forma gatuna y el ligero brillo en sus orbes derretían de ternura al alfa.

─Porque así tienes espacio para dos hilos del destino─. JungKook abrió su boca en forma de "o", atónito─. Puede ser que el extremo del hilo en tu otro dedo esté atado a mi garrita.

Sonrió levantando su propio dedo meñique. Aquello emocionó un poco a JungKook, y también lo confundió, ¿Cómo es posible tener dos destinados? ¿No estaba siendo egoísta con algún otro omega al tener tantos alfas?

─Si yo tengo dos alfas... ¿Habrá un omega que se quede solito?─. Consulto dudoso.

─No, tranquilo, la diosa luna crea medias mitades para todo el mundo, algunos son lunas crecientes, otros lunas menguantes, también hay quienes son lunas nuevas, decrecientes, pero todos encontramos aquella mitad que nos hace una luna llena.

JungKook asintió a su explicación, ya más tranquilo. Se sobo la frente con su mano, como un lindo gato, al rubio le pareció un poco extraño, así que lo observó.

─¿Estás bien gatito?

─Tengo mucho calor─. Dijo después de responder con una negativa.

─A ver─. Palpó su rostro y besó su frente─. Me parece que tienes fiebre otra vez.

Dicho esto el menor comenzó a temblar sin razón aparente, Jimin se alarmó y gritó, tomando el cuerpo tembloroso en sus brazos, mientras con el brazo libre llevaba la bolsa de suero que le habían inyectado.

En voz alta llamó a una enfermera, doctor o alguien que pudiera asistirlo, alarmando a los padres del niño en el proceso, quienes apenas volvían de la cafetería.

Gracias al cielo el doctor los escuchó y rápidamente asistieron a JungKook, logrando estabilizarlo en interminables diez minutos.

─Qué susto, ¿esto va a suceder más veces doctor?─. Preguntó la madre con la mano en su frente.

─Apenas sepamos que tipo de leucemia tiene y lo pongamos en tratamiento, si todo sale bien no tendrán que preocuparse por eso.

Esas palabras aliviaron a Jimin, aunque no mucho, pues tener que descifrar el tipo de leucemia era de lo peor, tenían que rezar para que sea algo fácilmente tratable.

Con todos esos pensamientos en la cabeza entró a la habitación, y claro, con el debido permiso de los señores Jeon.

Tenía muchas preguntas en ese momento, no solo sobre la enfermedad del pobre JungKook, sino relacionadas a todo en general. ¿Porque le tocó un omega de diez años? ¿Eso era correcto? ¿O era una mala broma de la Diosa? En todo caso, ¿Porqué su omega tenía otro destinado? ¿Esa también era una mala broma?

─¿A-Alfa? ─. La voz adormilada de JungKook interrumpió sus pensamientos.

─Dependes mucho de mí, ¿ah? Tus padres se pondrán celosos─. Bromeo.

JungKook le regaló una pequeña sonrisa, dándole la razón.

─Cuando nazca SooBin estarán ocupados─. Rió.

─Y yo estaré el doble de ocupado contigo, ¿no es así?

El castaño respondió asintiendo mientras inflaba sus mejillas con orgullo.

─Bien, tu ganas pequeño dependiente.

Ambos rieron, sintiéndose tranquilos, sin ningún peligro cerca.

─¿Dónde está kumamon? Quería jugar con él─. Hizo puchero.

Jimin noto que el oso negro había quedado tirado en el piso, por lo que de inmediato lo levantó, le sacudió el polvo y se lo entregó.

Los padres ingresaron minutos después, llenando de mimos a su hijo, ya solo faltaban unos pocos estudios, esperar los resultados y oír las sugerencias del doctor. Algo que hasta ahora todos estaban tomando bastante bien.

Una enfermera ingresó a la habitación para anunciarles que un hombre y un niño habían llegado preguntando por el omega, el señor Jeon salió a recibir a su hermano, al abrirse la puerta rápidamente Taehyung ingreso en la habitación, buscando subirse a la cama de JungKook con desespero.

─Osito tranquilo, te vas a lastimar─. Dijo la señora Jeon con dulzura.

Ella iba a cargar al niño, pero Jimin le hizo una seña de que se lo dejara a él, pues Tae era algo pesado para ella y su barriga.

─SoKwan dice que Tae le rogó para que vinieran, se sentía muy preocupado─. Comentó ella mientras ambos contemplaban a los niños platicar.

─Seguramente sintió lo que le estaba sucediendo─. Comentó pensativo.

Se preguntaba si esto sería así siempre, Taehyung llegando a donde quiera que ellos se encuentren.












el nuevo consentido de park jimin › jikook.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora