el nuevo consentido de park jimin › jikook.

Capítulo O6

Pasado el susto en el río, la familia entera felicitó a Jimin por su accionar, sobre todo los padres del omega que se llevaron la mayor parte del trago amargo. El resto del día lo pasaron comiendo, conversando y jugando.

JungKook por su parte se mantuvo sentado en una silla, con el cuerpo envuelto en una toalla, aún temeroso de regresar al río. Para ese momento ya eran las ocho, hora en que la familia alistó las sobras del almuerzo para cenar.

─¿Tienes hambre, gatito?─. Preguntó Jimin acercándose con un plato lleno de comida para dos.

El mencionado asintió, y además señaló a su amigo, Taehyung, el pequeño estuvo serio y triste desde el accidente de Jeon, cosa que a él le ponía mal, pues consideraba que Tae no era culpable de nada.

Park vio como SoKwan regañaba al chico osezno por descuidar el flotador, no pudiendo evitar sentir pena por él.

─Dame un minuto, ya regreso─. Le sonrió y dejó el plato de comida en su regazo.

Camino al árbol bajo el que Kim se encontraba sentado y cabizbajo.

─Hola, peque─. Saludo cálido, sin ánimos de molestar.

─Hola, hyung─. Suspiró.

─Kookie quiere que vengas a comer con nosotros, ánimo, tu no tienes la culpa de lo que pasó, también me ayudaste a salvarlo─. Lo ánimo.

─¿En serio ayude?─. Lo miro interesado en aquello que acababa de decir.

─Sí, lo hiciste, fuiste muy valiente, no te dio nada de miedo nadar conmigo hasta allá─. Recordó, logrando robarle más de una sonrisa de satisfacción al menor.

Así ambos muchachos regresaron donde los esperaba el más pequeño de los tres, sonriendo al ver que su amigo se sentía mucho mejor.

─¡Kookie!─. El alfa menor lo abrazó, recibiendo risas y empujones de parte del bajito.

Jimin gruño por lo bajo, no podía quejarse, estaba consintiendo al omega y saber que estaba feliz lo hacía feliz a él también.

Los tres comieron por fin, JungKook tomó asiento en las piernas de su Alfa hyung, quien lo alimentaba en la boca entre risitas, Tae se acoplo a ellos, imitando las acciones de Jimin tanto como podía. El omega era todo un bebé mimado entre los alfas que protagonizaban una adorable competencia por darle atenciones.

Mucho más tarde, ya siendo las diez de la noche, las familias subieron a los autos para dirigirse a la gran casa Jeon. En la residencia, Jimin tomó a los niños y se acercó a la abuela, que como todos sabían, era quien otorgaba permisos y decidía esos días.

─Abuela, los niños están un poco decaídos, Kookie no se ha sentido bien después del accidente, ¿crees que pueda llevarlos a mi casa? Se bañaran, tal vez veamos una película luego los haré dormir, así estarán más tranquilos─. Pidió Jimin, preocupado por el par de menores.

Además, otra de sus preocupaciones se centraba en el omega, cuyo ánimo fue decayendo a lo largo de la noche y el camino a casa.

─Es una muy buena idea corazón, espera un minuto, les pediré a sus padres una muda de ropa para ellos─. Aceptó, alejándose para buscar a los mayores.

Jimin se agacho a la altura de un cabizbajo Jeon.

─¿Te duele el piecito?─. Preguntó con suavidad en su hablar.

─Sip─. Señaló el infante.

─Ven gatito─. Extendió sus brazos, JungKook se acercó a él sin desprenderse del muñeco de Kumamon que llevaba en su mano.