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Marco

Aun puedo sentir los labios de mio uccellino con los míos, deseaba tanto probarlos que hasta me olvidé de como soy en realidad. Ella está metiéndose debajo de mi piel, y eso me asusta. Nunca he amado a alguien, y amar a un legado familiar no es lo mismo que amar a una persona que puede colarse en tu corazón y hacerlo suyo.

Si, Irina Ivanov, se está colando en mi corazón, Y eso no lo veía venir.

Me juré, que era imposible que una chica tan sencilla y aburrida como ella, cambiaría mi forma de pensar, y de actuar. Pero estaba equivocado, ella no es aburrida, para nada. Descubrí que le gustaba también, infligir dolor a otras personas. Como yo.

También me estaba ayudando a calmar mis demonios. Cada vez que me escuchaba, tener pesadillas, me susurraba con su voz dulce "Estoy aquí" mientras me acariciaba mis mechones negros con suavidad. Hasta calmarme.

Estas pesadillas comenzaron, cuando casi iba a perder a mi madre. Unos hijos de puta, lograron entrar a nuestra mansión, y mi padre no estaba en casa. Era pequeño y mis hermanos tenían miedo de esos hombres encapuchados y con pistolas. Tenía tanto miedo, pero a pesar de ello, quise proteger a mi famiglia.

Mi madre quiso escondernos detrás de ella, pero yo no quise. Lágrimas caían bruscamente por sus mejillas y me estaba suplicando con su mirada que saliera corriendo a esconderme, con mis hermanos.

Uno de esos hombres, la zafo de mi lado. Mientras le apuntaba con una pistola en la cabeza.

—¡Suéltala!— dije con angustia y miedo.

—Cállate, mocoso.

Lágrimas de impotencia bajaban por mi rostro, al ver como casi iba a violar a mi madre, frente a mis ojos.

—Estáis muertos, por tocar a mi mujer.

Pum.

Pum.

Pum.

Los hombres caen desplomados al suelo, y voy corriendo hacia mi padre para abrazarlo.

Desde ese día, supe que tenía que ser fuerte como mi padre, y dejar de lado los sentimientos y activar el lado oscuro.

Por eso, desde que tengo uso de razón, solamente he aprendido a infligir daño (cortar cabezas, lenguas, arrancar los ojos, pegar tiros en la garganta) a algunos hijos de puta que se atreven a traicionar a la Mafia la Camorra. Ese es mi pasatiempo favorito. Hacer daño. Ese es mi primer pasatiempo favorito, el segundo es hacer gritar a Irina, cuando la follo en cinco rondas seguidas.

El arte, se puede incluir en una cosa que me ayuda a calmarme. No es mi pasatiempo favorito. Realmente, no aguanto tantas horas sentado en un taburete, cosa que Irina, no le importa. Muchas veces, la encuentro dibujando por horas, hasta me lleno la habitación con muchos retratos. Incluidos de mi rostro.

La próxima vez, la dibujare yo. Y desnuda.

Nota mental 1: Dibujar a Irina, desnuda.

Nota mental 2: Meter mi polla, por el agujero de su culo.

Lo segundo aun no le he probado, y me encantaría escuchar sus gritos de dolor.

Lo que es raro en mi, es que un beso me transmita algún tipo de sentimiento, porque lo único que me hace sentir algo es hacer daño. Eso hasta que probé sus labios. Me hizo bombear mi corazón a mil por hora, y es una sensación que me gustaría repetir. Y lo haré muy pronto.

Aunque eso no quita que le haré mucho daño también, y ella es consciente de ello. Pero parece que le gusta, lo he notado desde el momento en el que la hice mi cautiva. Lo que no sabe, es que el daño; es la mentira en la que estoy haciéndole vivir.

Y me va a odiar, por el resto de su vida.

Y me mataré, si ella ya no está conmigo.

La necesito.

Entonces, rompe ese maldito trato con su padre. Me grita mi voz interna.

Mi famiglia va antes. Necesitamos ese dinero.

A pesar de tener esa extraña sensación de protegerla, tengo que seguir con esto.

Realmente no es que tenga muchas opciones, la única opción que puede elegir es estar conmigo. Y ella aceptó eso, y estoy jodido por ello. Ella es solamente de mi propiedad. Eso pensé, tan solo poner mis ojos en ella. Que inocente se veía aquel día dibujando mis ojos. Estaba confundida, y al mismo tiempo intrigada por saber quién era ese hombre que dibujaba. La verdad es que hasta yo me sorprendí. El destino le quiso mostrar quién sería su futuro dueño.

Ahora ya no tiene escapatoria.

Y haré lo que haga falta para demostrarlo.

A pesar de guardar un gran secreto.

Volviendo a lo que estaba haciendo, ahora me encontraba en la mansión de mis padres, dejando a Irina en la mansión que estuvo desde el minuto uno, cuando la secuestré. La única diferencia, es que ahora está acostumbrada a estar en ese lugar.

Antes de unirme a la conversación con mis padres y mis hermanos, hago un último vistazo a mi móvil, para revisar que las cámaras de la mansión en donde se encuentra Irina, están funcionando bien y que no hay ningún peligro. Los cuatro hombres, vigilaban la puerta sin pestañear, y es lo que quiero.

—Deja el móvil, o estás esperando el mensaje de esa chica o mejor dicho tu juguete.—insinuó Mario en mi dirección, y me daban ganas de cortar su larga lengua.

—Siempre tocando los cojones—le dije con furia—¿No sabes callarte?

Mi madre cogió un tenedor y comenzó a golpearlo con el vaso, para que hiciéramos silencio.

—Ya basta, chicos—habló con tranquilidad—Hoy es un día al que tenemos que celebrar. No discutir.

—Exacto.—prosiguió mi padre, entusiasmado—Estoy orgulloso de ti Marco, al principio pensé que no serías capaz de sobrellevar los problemas que teníamos, pero has sabido manejar todo con excelencia. Y gracias a ello, hemos podido pagar algunas deudas e incluso hemos aumentado las ganancias.

—Mejor dicho, gracias a esa rusa—se burló Mario.

Aprieto mis puños, porque tiene razón. Y me odio por ello. La estoy utilizando, para salvar a mi famiglia. Y no estoy haciendo nada para detenerlo. Y cuando lo haga, ya será demasiado tarde.

—No le hagas caso.—la mano de Nico, descansa en mi hombro—Ya sabes como es Mario.

Asiento, restando importancia a lo que dijo, porque ahora lo único que me importa es Irina.

Rota por las manos de Marco [#1] NUEVA VERSIÓN MEJORADADonde viven las historias. Descúbrelo ahora