Rota por las manos de Marco [#1] NUEVA VERSIÓN MEJORADA

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Irina

La noche está siendo particularmente intensa, después de que Nico nos ayudará a resolver el problema caótico y llevar a nuestra querida Barbie a un lugar desolado para quemar su cuerpo y eliminar todas las evidencias, decidimos relajarnos en un restaurante. Marco, Nico y yo nos sentamos en una mesa en un rincón tranquilo del restaurante, con la tensión de los eventos recientes aún palpable en el aire.

Es la primera vez que tengo una interacción con el hermano de Marco, y por lo que tengo entendido, son tres hermanos. Con el otro, tampoco tuve la oportunidad de conocerlo. Espero que sea agradable como Nico.

Mientras esperábamos nuestros platos, el ambiente parecía cargado, aún así había complicidad entre nosotros. Marco aún estaba enfadado, y presiento  que el castigo va a ser muy duro.

Nico rompió el silencio.

—Parece que te esta gustando tu nuevo estilo de vida. Algo poco común, si lo analizamos con profundidad. Ninguna chica estaría tan tranquila y relajada estando secuestrada—lo último lo dice en voz baja, para que solamente lo escuchemos Marco y yo.

Me encojo de hombros.

—Me he acostumbrado. Además, ya no puede contarse como secuestro. Porque no tengo en mente escaparme.

Veo a Marco y su mirada me dice "tampoco te dejare hacerlo"

No le cuento nada de mi vida a Nico, no quiero que sienta pena por mí. De hecho estoy agradecida que Marco me haya sacado de mi vida miserable, a pesar de haberlo hecho con mala intención.

—Básicamente estás diciendo, que te gusta tu nueva vida.—me contestó Nico.

—Si, me siento diferente y me gusta. Hasta cambié mi número de teléfono. Lo único que hice antes de cambiar de número, fue enviar un mensaje a mis amigas, diciéndoles que me iré a Francia y que me iba a quedar unos cuantos meses allí.

Marco mientras tanto, solo me analiza. Quiere llevarme a casa y follarme hasta que me duelan las piernas. Lo noto en su mirada envolvente y llena de promesas.

—¿Os apetece jugar a un juego?

Cambio de tema Nico, tan repentinamente.

Yo creo que ha sentido la tensión, entre Marco y yo.

—Si.

—No.—respondió Marco.

—La respuesta de Marco siempre es la misma, no les des importancia—dijo Nico con un tono divertido.

Solté una carcajada, ganándome una mirada fulminante de Marco.

—El juego se llama revelaciones—continuó hablando Nico—La idea es sencilla, cada uno de nosotros tendría que contar algo que nunca antes hubiera revelado a los demás.

Me gusta.

—Una mierda.—negó con su cabeza Marco.

—¿Tienes algo  que esconder?

Mi pregunta, hace que su mirada se cambie, su rostro es inexpresivo.

—No tengo nada que esconder.

—Entonces vamos a jugar.—le respondí, poniendo ojos de chica buena.

Abre su boca pero vuelve a cerrarla cuando la camarera, nos deja nuestros platos encima de la mesa.

—Que aproveche.

Nico y yo se lo agradecemos, y Marco hace caso omiso a la camarera.

Cuando se va la camarera, Nico empieza a devorar su plato de pasta con camarones y Marco y yo nuestros filetes con salsa de champiñones.

Los tres estamos concentrados comiendo, hasta que Nico suelta su revelación.

—Me hice piercings en los pezones.

Casi me atraganto con la comida, Marco me acerca un vaso de agua.

—Pensaba que ibas a decir en la polla—se burló Marco—Aunque la idea no es tan mala.

Marco con un piercing allí abajo, de repente hace mucho calor.

—Te has puesto roja, ya te estabas imaginando mi polla perforada. Viendo tu cara, creo que me lo voy a hacer.

Si, por favor.

Me aclaro la garganta.

Los dos hermanos se ríen de mí, y yo también me uno con ellos. Luego les confieso que una vez un profesor de química se burló de mi cuerpo, así que un día lo perseguí hasta donde vivía y le pegué un tiro entre las cejas. Luego quemé la casa.

Marco no se sorprende, porque ya sabe mi lado oscuro, en cambio Nico se quedó boquiabierto.

El siguiente es Marco, confesando que le gusta escribir poesía.

Yo lo sabía, pero me hice la sorprendida. Nico se sorprendió de verdad.

Pasamos un rato más charlando, pero noto a Marco que está metido en sus pensamientos. Mirando a la nada y su mirada estaba perdida. Como si tuviera algo escondido en su corazón que le hace mucho daño, pero no puede sacarlo.