𝐂𝐚𝐩𝐢𝐭𝐮𝐥𝐨 10

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-Luciano
9:46

Había pasado ya 4 días después de lo sucedido en el salón donde Astrid y sus hermanos nos encerraron en el salón, era sábado así que por lo general a esta hora me encuentro siempre en el gimnasio que era de mi padre.

«Era porque ahora mi madre es la dueña desde hace mucho tiempo»

Claro está que después de su muerte, alguien debía hacerse cargo de lo que había dejado y aunque a mí mamá no le correspondía está haciendo un exelente trabajo con las cosas que dejó él, después no se cómo haríamos mis hermanas y yo, pero nos tendríamos que dividir el gimnasio, el salón de fiesta, el despacho de abogados, la inmuebleriaria y los más importante, el cuartel de archivos de las ramas judiciales de Rusia y del mundo.

Mi sueño es hacerme cargo completamente del cuartel de archivos, no porque pueda lograr mucho siendo yo el encargado de eso, si no por la simple razón de que aunque no sea un recuerdo muy vivido, puedo tener un pequeño fragmento de mi padre diciéndome que sería un gran General o quién sabe poniendo todo mi potencial al 100 llegaría a ser Vicemariscal y uno de mis segundos propósitos de futuro es llegar a ser General y hacer todo lo posible para llegar a Vicemariscal.

Mi familia no está muy adentro en el mundo de la milicia, si no en la parte de derecho y en la política, pero tras mi padre ser uno de los 3 mejores Teniente General y dejar el cuartel de archivos que creo la jerarquía Kuznetsov desde hace ya muchos años, estamos un 65% adentro en el mundo de la milicia a mi madre no le agrada, pero mi hermana mayor tan solo siendo 2 años más que yo ya logro ser una de las mejores enfermeras en la FMATARM, pero es distinto su caso ya que desde que cumplió los 3 años de edad empezó estudiando en la central ya que mi padre quería un futuro excepcional para ella «Realmente para todos nosotros como familia...»

Termino de hacer mi rutina de ejercicios y me voy a los vestidores, me baño y me visto con una muda de ropa que siempre dejo en el casillero, tomo mi bolso, mi teléfono y me coloco mis audífonos, pongo una música y salgo del vestidor y al salir me llega un aroma muy familiar que eh podido oler con frecuencia estás semanas, trato de buscar a la persona con el rabillo de mis ojos pero al no obtener éxito prefiero subir mi mirada para encontar a la persona que necesito ver.

Con éxito la veo hablando con la administradora y la trato de detallar lo mejor posible de lejos, su cuerpo es pequeño al igual que su estatura, al llevar un shorts de licra noto sus piernas y son muy gruesas, sus caderas grandes, tiene una camisa corta y puedo verle la cintura, tiene una pequeña definición en su cintura y aunque no es como las que veo frecuente por acá en este país, realmente se le ve muy bien para su contextura física, fijo mi mirada en su ombligo y tiene un hermoso piercing de corazón adornandolo, trato de quitar mi vista de ese punto fijo y subo mi mirada, tiene los senos realmente grandes, sus labios carnosos de un color entre rojo, rosado y un toque de marrón claro, su piel se ve brillante y diferente tras el color de su tez morena, su nariz es respingona y también tiene un piercing, sus facciones son marcadas para la edad que debe de tener, pero lo que más anhelaba de admirar a tal persona, son sus ojos...

Esos ojos, que con solo una mirada la primera vez que los ví me hicieron tragar en seco, en dejar de respirar bien y el aire llendose de mis pulmones por no creer los hermosos ojos que ví, y es que nunca eh podido ver unos ojos tan maldita mente preciosos, que me dejan sin habla y solamente me dan ganas de desear verlos en un ángulo bajo lo cuál se que haría que me viniera en nanosegundos, pero la dualidad de verlos fijamente con una tierna mirada y la que mencioné anteriormente, me mata internamente con la tormenta que tengo que no se si quiera que elegir teniendo esos ojos cerca.

Por un momento dejo la pensadera cuando la persona choca su mirada con la mía, está da una sonrisa de medio lado y se muerde los labios para después volver a sonreír, me mira de arriba a bajo y empiezo a sentir una punzada en mi glande cuando me da una mirada que me deja en seco la garganta, y mas cuando se mete la punta de uno de sus dedos a la boca mientras sonríe.

Amor sobre el abismoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora