Amor sobre el abismo

𝐂𝐚𝐩𝐢𝐭𝐮𝐥𝐨 4

-Alech

-Aleix, ¿Viste cómo estaba Astrid?

-¿Medió muriéndose? Obvio palillo.

-No imbécil, sus manos estaban temblando y más cuando le mencionaste del chico de cabello blanco plateado.

-Si, puede notar lo, pero pensé que podría hacer por no poder respirar pero ahora que lo dices, se puso rara cuando le mencioné sobre el chico.

-¿Creés que lo conozca? O quizás por el haya sido que estuviera así.

-No lo creo Alech, Astrid no se pondría así solo por un mocoso que ella puede ganarle.

-Sabes que su condición no está mejorando, ni si quiera con el nuevo tratamiento...

-Eso ya lo sé, no tenías que recordarme lo, creo qué tendremos que decirle a papá para llevarla a un hospital de acá, están más avanzados que los que ya a ido por lo que me dijo Sam antes de irnos dónde el hacía pasantía en el hospital donde llevábamos a Astrid no tienen los implementos completos para ayudarla, el tratamiento que le dieron solo ayuda un 15% de 50% así que imagínate si fuera del 100% eso haría que estuviera completamente en cama.

-No lo sabía, como yo no hablo mucho con Sam nunca me a caído del todo bien...

-Cambiando de tema hace unos minutos sonó el timbre de receso y aún no e visto a Astrid o a los dem...

-Hablaste en el momento exacto mellizo mío, atrás tuyo vienen los gemelos y Alekei pero no viene la reina.

Me volteo para ver a mis hermanos menores, busco con la mirada a la hermana que me falta y al no verla me desespera, Alekei y los gemelos se sientan, yo sigo buscando con la mirada a mi hermana de cabello que pareciera que fuera fuego.

Y no es que yo no quiera mis otros hermanos, solo que Alech y Astrid son temas distintos, por qué siempre serán ellos y a todos los amo por igual, pero mi adoración hacía mi mellizo y mi hermana va a niveles muy alto sobre todas las cosas.

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-Astrid

El timbre de receso había sonado, como yo no traje nada solo me asegure de tener la tarjeta de mi padre en mi bolsillo del blazer y ahí estaba.

No me fijé si los tres chicos aún estaban atrás mío, pero durante la clase de arte sentí sus tres miradas posicionadas en mi.

Al llegar a la puerta del salón para salir y ver a mis hermanos visualize a 4 chicas y a 2 chicos, parados como unas estatuas que pareciera que no respiraban, mirando fijamente la puerta como si esperarán a alguien.

Iba a ignorarlos y irme por mi camino, hasta que escuche una voz aguda que si mi hermana menor escuchará le quitaría hasta toda la paciencia que posee, porqué Axa para tener 13 años tiene más paciencia que mi mejor amigo teniendo me a mi de mejor amiga, pero supongo que conmigo y los mellizos ya es pedir mucho, pero eso admiro eso de ella y la paciencia es una virtud que te hace ganar muchas cosas.

«¿Como alguien podía tener la voz tan malditamente chillona como si hubiera inflado globos por cuatro horas?»

-¿Eres Astrid, no?

-La chica nueva.

-Estamos en el mismo salón.

Me volteó para mirarlas y para no hacer como si fuera sorda y los miro.

-No, nos acercamos antes porque tenías una cara de asesinar a cualquiera que se te acercará.

-Lynnsi, decir eso es de mala educación y más si llegas con tu voz aguda que partirá los vidrios.