Alles. -ZeeNunew

44.

Capítulo 44.

Ya han pasado seis meses desde el incidente
de año nuevo. Después de esa noche prometí
un nuevo comienzo, el nuevo inicio que
necesitaba de hace mucho. Entendí que mi
comienzo no se basaba solo en encontrar a Nunew y estar junto él, sino que también en
superar todo eso que alguna vez se me enterró como espina en el corazón.

Adopte aquel perro de la veterinaria, fue una
sorpresa para Akk. Ambos se la pasaron jugando toda la tarde, incluso el perro se
terminó cansando antes que Akk, el realmente estaba feliz.

Volví a mi empleo y ahorre dinero suficiente
para comprar 200 juguetes. Nunew me
acompañó al orfanato a dejarlos. Ahora
habían nuevas personas administrando el
lugar, estuvieron tan agradecidas que nos
pidieron que nosotros mismos se los
entregaramos a los niños.

Se sintió extraño volver a ese lugar, pero noté
algo, ya no se veía gris ni frío. Me fijé en todos
los niños que jugaban en el patio, todos
sonreían y corrían por todas partes. Había
vida en el lugar, habían colores y también
sonrisas.

-Hia- Nunew llamó mi atención -estás sonriendo-- él sonrió genuinamente al verme
algo avergonzado por eso

-ahora que lo pienso bien- mire a mi alrededor con melancolía -mi infancia aunque no fue la mejor, se soluciono estando contigo- mi mirada volvió a él -no se que hubiese sido de mi sin tu compañía. Estoy agradecido de todo, Nunew, siempre fuiste mi esperanza y mi rayito cuando creí que ya no me quedaba nada Nunew tomo mi mano y me miró con
apreciación. Él fue el primero en mirarme
como nunca lo habían hecho, su amor y
preocupación me hicieron sentirme acogido
en un lugar tan vacío y triste.

-¿Cuántas veces nos debimos pensar al
mismo tiempo, creyendo que él otro ya no nos
recordaba?

-no había noche en la que no te pensara

Abrace a Nunew, lo abrace muy fuerte. Cerré
mis ojos concentrándome en mis latidos,
disfrutaba cada latido. Cuando abrí los ojos
me tope con un niño de más o menos seis
años sentado en una banca, nos miraba
afligido. Rompí mi abrazo con Nunew y caminé hacia él, habían lágrimas secas en sus ojos.

-¿Cómo te llamas?- pregunté colocándome
en cuclillas

-soojung-- salió de su puchero

-soojung- repetí -¿Quieres ayudarme en algo?- él asintió -ven vamos- ofrecí mi mano y el la tomo, lo lleve hasta Nunew -tenemos un nuevo ayudante

Esa tarde todos los niños del orfanato se
juntaron en el comedor para recibir sus
juguetes. El pequeño soojung al principio
estaba tímido pero cuando vio que los demás
niños le agradecían y le sonreían por haberles
entregado sus juguetes, él se veía más
emocionado haciéndolo.

Con tan poco un niño se podía sentir tan feliz,
con un simple juguete o también con una
mínima muestra de amor. Nunew y yo quedamos en volver cada dos meses con
regalos o comida para esos niños.

-Hia, mirá- apuntó al pequeño soojung que se encontraba hablando con una niña, ella lo molestaba picoteando sus costados, sentí algo pesado pero agradable en mi corazón al verlo sonreír y reír de esa manera

-creo que serán buenos amigos

No podía dejar de ver la escena, recordé
cuando Nunew era así de molestoso conmigo
para verme sonreír.

Salimos del orfanato, la directora se despidió
de nosotros con un fuerte abrazo. Cuando
llegamos al auto nos quedamos en silencio,
estábamos muy satisfechos con lo que
habíamos logrado.

-para la próxima podríamos pintar a
taehyung de payaso y traerlo- bromeó
después de un rato

-estaba pensando en traer a mi madre-
hoseok dejó de sonreír -a ella le gustará, lo
sé- volvió a sonreí dándome apoyo

-no te lo quise decir, pero cuando te
acercaste a ese niño te parecías mucho a ella.
De una personalidad tan seria y dura
cambiaste a una muy dulce

-algo bueno de su personalidad de mierda
que me heredará ¿No?- bromee -volvamos
a casa

Llegamos a nuestro departamento
completamente cansados. Mientras Nunew se
daba una ducha llame a Akk. Cuando mimadre enfermo mas debido al cáncer, él y Love, que por cierto ahora salían, se ofrecieron a cuidarla, obviamente les pegaba por aquello.
Debí ser yo, pero no me podía exigir tanto, entre ella yo aún había un vacío, aunque hubiésemos hecho las paces había un
grado de incertidumbre por mi parte hacia
ella.

El me contestó diciéndome que todo estaba
bien y que ella ahora estaba durmiendo. No
quise preguntar más y le agradecí.

Caminé hasta allá y lo sorprendí tomándolo
de la cintura para besarlo, él sonrió entre el
beso. Ambos caímos sobre la cama, nuestras
respiraciones estaban aceleradas pero
sincronizadas. Me distancie unos centímetros
para darme el lujo de mirar su rostro, sus
labios estaban a medio abrir mientras que sus
ojos abrieron lentamente y se cruzaron con
los míos. Sonrió mostrando sus hermosos
dientes, su delgada y perfecta nariz, sus
pequeños y almendrados ojos. Me sentí tan
enamorado, me sentí feliz con tan solo
mirarlo.