37.

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Tome la manilla de la puerta puerta por
tercera vez, la presione fuerte y nuevamente
quite mi mano. No podía hacerlo tenía
muchos sentimientos encontrados.

No quería verla, no quería ver su rostro ni
escuchar su voz, menos escuchar sus
disculpas que de seguro ya están preparadas.

Debido a la resaca y a la situación, las ganas
de vomitar vinieron. Por suerte alcance a
vomitar en el escusado. Entre arcadas escucho a Nunew al otro lado de la puerta.

-Zee, ¿Estás bien? - era obvio que se escuchaban mis arcadas, no pude responder y
seguí vomitando abre la puerta

-no pue- y vomité más

-tranquilo ¿Si? Todo estará bien cariño, iremos a comer algo al lugar que tanto te gusta, después podemos ir a pasear a Oy al parque ¿Te gustaría?- escucharlo me aliviaba demasiado, deje de vomitar y limpie mi boca.

Sabiendo que detrás de la puerta vería a Nunew podía abrirla.

Caminé moribundo y gire la manilla, al
abrirla Nunew me esperaba con una sonrisa
de preocupación

-me llamaste cariño- dije y él asintió

-se me escapó- río -¿Te sientes mal?

-vamos al auto, no soporto estar aquí- Nunew tomo mi mano y me llevó hasta la salida. No quise levantar mi mirada en ningún momento

-¿Estás mejor?- preguntó cuando ya estábamos en el auto

-solo fue la resaca, bebí mucho anoche- el medio sonrió con comprensión

-me asuste un poco, pero deduje eso- asentí
fingiendo una sonrisa

De camino a comer no dije ni una palabra
más. él rostro, ahora más viejo de mamá
estaba en mi mente. Nunca creí que me la
encontraría de esa forma, ¿Qué hacía ahí?
¿Era una interna?, No me sorprendería que
haya fracasado con su recuperación varias
veces.

Sentí como mis hombros pesaban y como una
carga negativa se sumaba al recordarla. Me
hubiese gustado olvidar, pero
desgraciadamente esa mujer es una cicatriz
para mí, una que aún duele.

Al llegar al restaurante nos sentamos en una
mesa que tenía una gran vista de las calles de
la ciudad. Pedí el menú de siempre y hoseok
otro para probar.

-¿Aún te sientes mal?

-mh...- conteste mientras limpiaba mi boca
con la servilleta

Nunew me miraba con cierta preocupación, él me conocía muy bien y sabía que algo andaba mal conmigo. Al comer fue lo mismo, no podía mantener una conversación con Nunew.

El prefirió respetar mi estado y no me
insistió. Me fue a dejar a casa y se despidió
con un beso y un fuerte abrazo.

-gracias por acompañarme hoy

No pude responder a eso y solo asenti. Entré
al edificio y corrí para llegar cuánto antes, al
hacerlo me encerré en el baño y me senté a
llorar, como un niño en un rincón. comencé a
llorar cada vez más fuerte.

Me sentí perdido completamente, también
sentí tanta rabia que golpee la baldosa con mi
puño repetidamente mientras aún lloraba con
ahogó. No había pensado en qué Akk se
encontraba, al entrar y verme en el suelo se
arrodilló para abrazarme, Akk me dejó
llorar, él no dijo nada.

Lloré con desesperación en su brazo, las
únicas palabras que soltaba entre lamentos
era ¿Porque?.

¿Porque apareció?

¿Porque la vi?

¿Porque me duele?

¿Porque no la olvide?

¿Porque no murió?

¿Porque mierda duele tanto?

Alles. -ZeeNunewDonde viven las historias. Descúbrelo ahora