38.

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Capítulo 38.


Cuando le conté Akk lo sucedido su mandíbula casi se desencaja, él pensó que había tenido algún problema con Nunew o algo así, pero jamás imagino que se trataba de mi madre.

Sé que sintió lástima de mí, se notaba en su
mirada al verme. ¿Y como no?, Toda mi vida
juré y creí que ella no me causaba nada más
que rabia, pero no está pena. Ni entendía
porque lloraba, solo no quería volver a verla
nunca más.

Al salir del baño Akk me acompaño hasta mi habitación y se recostó a mi lado.

-no es necesario que estés aquí, Akk

-se que me necesitas, soy el único que sabe
lo que pasó y no te puedo dejar

No quise decir nada. Me di la vuelta y mire un
punto fijo, me quedé así hasta que empezó a
oscurecer. Mientras Akk roncaba me levanté sin propósito alguno, solo lo hice.

Caminé hasta salir del departamento, ni mi
abrigo tome. Tome el asesor y llegue al primer
piso hasta llegar a la calle.

Caminé por horas hasta que logré perderme
en las calles de la ciudad. Me detuve cuando
me di por vencido, caminé miles de pasos
bajo las estrellas y aún no podía aclarar mi
mente. ¿Que me sucedía?

Mire arriba y me puse a admirar a la estrella
más brillante del cielo, su brillo era tan
grande que opacaba a las demás. Luego mire
a la luna y peor, las estrellas no eran nada a
comparación de su luz, pero me puse a pensar
más a fondo y me di cuenta que a pesar de
opacar a las millones de estrellas, la luna era
capaz de alumbrar a millones de personas que
están acá, a personas opacas bajo a ella

Ella está bien ahí arriba pero aún así nos
alumbra a todos.

¿De que me servía pensar en ello? Me estaba
volviendo loco.

Camine por más calles, tenía tanto frío que no
podía caminar bien. Me detuve al reconocer el
auto de Nunew a mi lado, con la ventanilla
abajo pude verlo.

-Hia, sube que te vas a congelar- obedecí
sumiso y subí. No pude mirarlo, sabía que
estaría decepcionado por mis acciones y
actitud -te traje un abrigo- me lo ofreció

-gracias Nuna- me lo coloque encima de lo
hombros

-¿Necesitas hablar de algo?

-¿Akk ya te lo contó no es así?

-nos preocupas- había escuchado tanto esa
frase antes que me saco un pequeña sonrisa

-¿No me crees?

-te creo- lo mire serio -pero... esto ni
siquiera lo puedo hablar conmigo mismo
porque no lo entiendo

-no trates de entenderlo Zee, solo trata de
aceptarlo

-eso suena fácil, pero ¿Que aceptaría?

¿Aceptar que ella volvió o aceptar que la
muerte de Mark fue un accidente?

¿Tu crees que fue un accidente?

-claro que no lo fue- eleve el tono, Nunew
junto sus cejas -lo siento..... yo no, solo quiero
dejar de hablar de esto

-Zee- tomo mi hombro --siempre evitas
hablar de esto y eso te está lastimado, todo lo
que sientes explotó cuando la viste. Guardaste
tanto que esta fue tu manera de reaccionar
baje la cabeza -di lo que sientes- tomo mi
mejilla y mire sus ojos -cuéntamelo, yo te
entiendo mucho

Cerré los ojos y sentí como si un cordón diera
otra vuelta en mi corazón y lo apretara aún
más.

-ni yo entiendo esto- toque mi pecho -solo
siento algo muy fuerte y pesado que me
lastima, esto se transformó en un dolor físico-eso sentía cada vez que pensaba en que
mamá me abandonó- nuestras miradas no
dejaban de compartir melancolía -cuando
niño llegué a pensar que mamá me dejó de
querer por ser muy pegote, siempre quería un
abrazo de ella. Cargue con tantas cosas y aún
lo hago, pero son menos. Escuché bien la
historia y entendí que mamá me dejó en ese
lugar por mi bien, quizás fue un error de su
parte pero aún así ella quería lo mejor para

-entiendo que los padres se equivocan, pero
hay un límite Nunew. Tu madre te dejo ahi
para que continuarás una vida, ese fue su
propósito. Ella nunca fue una mala madre por
eso la amas, la amaste o no la odiaste...

-¿Tu odias a tu madre?

-ahora la odio más que nunca

-¿Porqué?

Me quedé en silencio, tomé mi cabeza
aturdido como si me estuviese volviendo loco.

Nunew me abrazo fuertemente, un abrazo
tan cálido que me llenó enseguida. Quise
mirarlo y lo hice, y al mirar esos ojos me hizo
pensar en lo diminuta e inútil que es la luz de
la luna.

-yo... nunca podré perdonarla, Nunew, nunca- y reventé en llanto, dolía mucho pero no podía dejar de llorar por todo, por ella Nunew me llevó al departamento, al entrar Akk se encontraba en el sillón con Oy, quien ladró y corrió hacia mí.

Acaricie su pequeña cabecita y seguí con mis
pasos hacia mi habitación. Akk solo me
siguió con la mirada.

Nunew se quedó conmigo y ambos nos acostamos juntando la punta de nuestras
narices sin decir nada, solo se podían
escuchar nuestras sincronizadas respiraciones. Me sentía mejor y en paz con él ahí.

Cerré mis ojos y sentí su mano acariciar
suavemente mi mejilla, hasta que caí
dormido.

Alles. -ZeeNunewDonde viven las historias. Descúbrelo ahora