Capitulo IX.

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Me desperte al golpear una piedrecita en mi cabeza.
La tire al suelo, sabia que era Alan, no quieria saber nada mas de el.
Me daba vergüenza, fui una estupida, me daba vergüenza admitir que me llego. Que no pude hacer nada para no sufrir.
Otra piedra golpeo en mi cama. Me levante fui hacia la ventana y la cerre.
Pero Alan no se dio por vencido, seguian sonando los golpecitos en la ventana.
Me levante y la abri.

-Que me dejes en paz! Pense que eras de fiar!

Volvi a cerrar la ventana, pero seguia con las piedrecitas.
La volvi a abrir.

-Vuelve a tirar una piedrecita mas y te tiro un jarro de agua fria!

Volvia a cerrar la ventana, paro por un momento, pero luego insistio.

Fui al baño y llene el cubo de agua, abri la ventana y tire el agua.

-Pero que haces!?.

Era la voz de Yas.

-Hostia! Perdona! No sabia que eras tu! Ve a la puerta que te abro!.

Cuando abri la puerta me encontre a Yas calada entera, le chorreaba el pelo.

-Pasa y te dejo ropa.

Subimos a mi cuarto, la deje un jersey y unos baqueros, menos mal que teniamos la misma talla.

-Se puede saber porque has hecho eso?.

-Pense que eras Alan, esque antes que tu, estaba tirando piedras. Le dije que si tiraba mas le tiraba un cubo de agua fria.

-La proxima vez mira antes de tirar.

-No porque me daria pena.

Yas empezo a reirse.

-Que ha pasado hoy?.

Le conte lo sucedido, se me quedo mirando con la boca abierta.

-No creo.- dijo por fin.

-Pues creetelo.

-Alan no te haria eso Rebe.

-Dejalo Yas, no quiero hablar de esto mas.

Se encojio de hombros y miro al suelo.

-Nos vamos de compras? Tengo un antojo.- dije riendome.

-Se puede saber el que?

-Quiero una sudadera, nada mas.

Asintio y salimos de mi casa.
Fuimos dando un paseo al centro comercial. Niguna dijimos nada.
Entramos directamente en la tienda que queria.
Fui hacia la sudadera y la coji, ya la tenia el ojo hechado. Era una sudadera bastante grande y blanca, tenia un dibujo de mikie mouse en el centro.

-Y esta sudadera por que?.

-Ya lo entenderas cuando llege el momento.

Page la sudadera y salimos de la tienda.

-Tomamos algo?.- sujirio.

Asenti con la cabeza.
Fuimos a nuestro bar favorito, vendian unos batidos que estaban de muerte. Pedi el de siempre, caramelo y vainilla mi favorito.
No sentamos en un banco a tomarlos.

-Se puede saber que haces? No paras de mirar el movil.

-Hablo con una persona, no te preocupes.

-Yas, te conozco, ni se te ocurra llam...

Unas manos taparon mia ojos. Mi impulso? Codazo en el estomago.
Oi un chillido pero no me pude girar, una bolsa de lana cubrio mi cara. Me guntaron las manos a la espalda. Intente patalear pero unas manos fuertes agarraron mis pies. Casi no podia respirar. Sentia como el cuerpo se me iba durmiendo y finalmente cai incosciente.

Si fueras mia.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora