Capitulo XIV

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Cuando abrí los ojos el mundo se me callo encima.
Estaba en un hospital. Me sobresalte y me senté rápidamente. Mi madre estaba dormida en un sofá de la habitación. Quería gritar. Pero mis labios no reaccionaban. Me agite. Golpee todo lo que estaba a mi alcance. Mi madre se sobresalto y corrió hacia mi.

-Rebeca, tranquila mi amor.

La hice un gesto para que supiese que no podía hablar. Las lágrimas corrían por mi cara sin control. ¡Ayuda!.
Un medico entro en mi habitación. Mi madre le explico lo que pasaba angustiada.

-Tranquila Rebeca, es normal que te cueste hablar después de tres meses. Poco a poco.-dijo el doctor.

¿Tres meses?¿ Llevo aquí tres meses?

-Tragaste mucha agua. Y el golpe que te diste en la cabeza te dejo inconsciente. El golpe fue bastante grave y la operación muy dura. Te Rompiste el brazo derecho y tenias un leve esguince en el tobillo derecho. Pero ya esta curado. Ahora debes descansar. Te haremos una serie de pruebas, y si todo esta bien, podrás irte a casa en un par de horas.

Después de varias horas de pruebas. Por fin pude irme a casa. Cuando entre por la puerta. Me encontré con mi padre, mis tíos, mis abuelos y mis primos esperándome. Pegué un salto al abrir la puerta.

-¡¡Sorpresaaa!!.- gritaron al compás.

Me padre tenia un paquetito en las manos. Y me lo dio.

-Me alegro de que estés bien cariño. Te hemos hechado de menos.

-¡Que lo abra!¡Que lo abra!.-Gritaron mis primos.

Y así lo hice. Un móvil. No me lo puedo creer.

Me abrace a ellos.

-Muchísimas gracias ¡Os quiero!.- dije por fin.

Tenia la voz bastante ronca pero por lo menos era capaz de hablar.
Cenamos todos juntos. Me reí como nunca antes me había reído. Cantamos, bailamos, era una celebración en toda regla.
Cuando me metí en la cama se me vino el nombre de Dereck a la cabeza. Que ganas tengo de verle.

Baje corriendo las escaleras para preguntarle a mi madre por el. Y ante la conversación que estaba teniendo con mi padre me detuve en seco.

-Tengo que decirselo.- decia mi madre.

-Eso puede esperar, estamos en un momento delicado, deja que se recupere un poco.

-Tengo que contárselo, tiene que saberlo, no quiero que sufra...

Mi corazón se acelero. ¿Que es lo que me tenia que contar? ¿Que estaba pasando?

Si fueras mia.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora