𝟎𝟔

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Hyunjin se acercó a la secretaria del Comandante para regresarle unos documentos sobe un caso que estaba llevando, esa mujer era bastante meticulosa con lo relacionado a los documentos, y era casi un dolor de cabeza tener que lidiar con ella. La mujer le dio una mirada ceñuda recorriendo con la mirada al joven de pies a cabeza, entonces hizo un comentario mordaz.

-Deberías ser mas cuidadoso, no está bien visto que una persona, menos un abogado, vaya al trabajo luciendo tan descuidado, tan vulgar.

El muchacho, con desconcierto, se echó una mirada rápida a su atuendo, nada fuera de lo común ni nada fuera de lugar, entonces, contestó:

-Mi ropa está bien, no puedo decir lo mismo de la tuya, claro.

-¿Y qué me dices de ese moretón en tu cuello? -preguntó ella con malicia-. Mi atuendo bien podrá no gustarte, pero nunca llegaría aquí con ese tipo de marcas.

El joven se cubrió inmediatamente el cuello suponiendo que hablaba sobre un hematoma producto de Minho; se sonrojó en inmediatamente se movilizó hasta el despacho del policía, llamó a la puerta y esperó a ser invitado a entrar.

-Adelante.

Entró, y tras suyo cerró la puerta para que nadie los escuchara.

-La próxima vez que vayas a hacerme un moretón en el cuello, juro que voy a patearte -amenazó totalmente avergonzado.

Minho lo miraba divertido, encantado por la molestia del bajito que lucía una adorable expresión de amenaza en el rostro. Sus labios abultados, las cejas fruncidas, sus ojos vivaces, y aquellas mejillas tan coloradas. Era una avergonzada princesa molesta.

-¿Quieres que te haga otro al otro lado del cuello? -increpó molestoso haciendo rabiar al muchacho.

-Idiota -masculló.

Hyunjin sacó una carpeta de su pequeño maletín negro y se lo entregó al Comandante, era una orden del juez para realizar el allanamiento de un presunto sujeto acusado de lavado de activos. Minho recibió la carpeta y le dio una mirada rápida.

-Gracias.

-Entiendo que van a realizar el allanamiento tan pronto como sea posible.

-Sí, ¿por qué?

El joven se mordió el labio inferior nervioso, sus ojos bajaron a sus inquietas manos sobre su regazo.

-¿Hyunjin?

-Debes tener mucho cuidado cuando vayas, él... es parte de la mafia.

Los ojos de Minho se agrandaron significativamente ante un hecho que nunca antes contempló. Ahora tendría sentido el cuan fácil era para ese delincuente lavar dinero sin que nadie lo notara, las mafias usualmente tenían su territorio y a las autoridades compradas. La misma policía sufría esos desperfectos.

-¿Por qué no me lo dijiste antes?

-No se supone que deba decirte nada acerca de la mafia.

-¿Es de tu padre?

De ser así, tendría sentido la actitud de Hyunjin, pero Minho intuía que su princesa nunca soltaría nada relacionado con sus padres, y por ello su premisa no era válida.

-No, sólo lo conozco. Es de la contraparte, la mafia enemiga de mi familia, y sé cuan peligrosos son.

-Está bien, Hyun, sé cuidarme.

-Sólo... ten cuidado, ¿sí? Su casa está llena de trampas, además de un jodido sistema de seguridad demasiado bueno.

-¿Has estado en su casa? -increpó con cierto tono molesto.

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