𝟐𝟑

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(Faouzia - Tears of Gold)

Mamá siempre me dijo
Que era demasiado ingenuo
Di mi confianza por centavos
Le dije: "no te preocupes"
No pensé que estaría
Destrozado y llorando,
Ayudame

Era casi la hora, cerca de las once y media de esa noche de sábado, y los escuadrones estaban listos para partir a Incheon, los únicos que no estaban preparados para esa operación eran Changbin y Minho.

La verdad era que ni Jisung siquiera quiso escuchar a su pareja cuando se enteró de lo que pretendían hacer. Claro, la decepción y el disgusto era poderosos.

-Todo listo para irnos, Comandante.

Pero Min no quería ir a ningún lado y por primera vez maldijo haber escogido ser policía. Quizás como mendigo le hubiese ido mejor. Sin embargo, no podía cambiar eso. Su vida, en ese punto, ya estaba hecha y le gustase o no ahora debía cumplir una obligación.

"Lo que hago es por ti, para no tener que empujarte dentro de una celda que te mantendrá cautivo por el resto de tu vida", pensó Minho. "Prefiero hacer esto y que me odies, antes de tener que yo mismo encerrarte ahí. Así que hazlo, ódiame, pero yo nunca dejaré de amarte".

¿Destrozado? Comprobado
¿Corazón? En deuda
Todo lo que haces es venir y recogerlo
¿Destrozado? Comprobado
¿Corazón? En deuda

Se montaron en las camionetas de la policía y partieron, iban con la sirena en silencio para no llamar la atención de nadie. Minho se tomó su tiempo para recriminarse por todo y nada, analizando aquellas últimas conversaciones con Hyunjin que se transformaron en peleas y dieron fin a su relación. Por un segundo quiso saltar de la camioneta y salir corriendo.

Cobarde. Aunque quizás no era una idea tan descabellada si piensas que capturarías a tus ex suegros. Si en algún momento temió ser objetivo de la mafia ahora esa pesadilla se volvía realidad.

Tal vez ya los estaban esperando.

¿No sabes que lloré lágrimas de oro por ti?
Me siento aquí pobre por ti
Recoge mis centavos y mis monedas de diez centavos

Minho podía apostar su vida a que Hyunjin alertó a toda la mafia sobre su ataque ya no tan sorpresa. Eso lo complicaba todo, y se preguntó si trajo hombres suficientes para una batalla semejante.

"El ejército hubiese sido lo apropiado", se dijo.
Y en medio de una batalla así, se cuestionó seriamente si saldría vivo o no. Esperaba que sí, así podría buscar a su pequeña princesa...

"Una segunda oportunidad, sólo eso necesito".

Por eso te encanta cuando lloro
Amor platino para ti
No daría menos por ti
La generosidad es mi enemigo
Así que estoy roto y tu corazón es rico
Por mí

Con la luna brillando poderosa sobre el firmamento, los oficiales divisaron las bodegas del puerto. Aparcaron lejos, y desmontaron, listos para lo que les esperaba.

Minho iba al frente y Changbin lo seguía a sólo unos pasos más atrás. Silenciosos cual gatos acechando a su presa, llegaron hasta la bodega número treinta y cinco. Un trémulo mutismo abundaba en el lugar, y sus oídos dolieron por ello.

Algo que no le gustó en absoluto era ese inquietante silencio. ¿Debía ser así? No, en absoluto. Y eso le dijo al Comandante que algo muy malo los esperaba dentro.

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