Capitulo 44.

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Max se volvió a Elena, quien esperaba a Carlitos con sus brazos abiertos para cargarlo de nuevo, el se sentó a comer a su lado mientras Carlitos no paraba de buscar a Max para que lo hiciera reír.

"Deja comer a Max" le decía Elena sonriéndole.

"No, no importa" Max lo volvió a tomar en sus brazos, y comió con Carlitos en sus piernas. "¿Puede probar esto?" Le preguntó Max.

"Claro, solo no les des sólidos" Elena los veía con muchísima nostalgia, añorando esas imágenes fueran para el resto de su vida y no solo momentáneamente.

Max le daba probar diferentes sopas a Carlitos quien parecía no disgustarle nada "Bueno, si eres como tú mamá" bromeo Max haciendo que Elena lo viera divertida "Si es tuyo, míralo, le gusta comer de todo" Max señalaba a Carlitos quien tenía su cara llena de diferentes platillos.

"Hora de dormir, jovencito" Elena lo tomo por los brazos y Max los guió a la habitación principal. "¿Donde dormirás?" Le pregunto ella al ver que solo había una cama.

"En la sala, el sillón se puede hacer cama" dijo Max sin preocuparse, encendió las luces y Elena vio cómo había una pequeña cuna al lado se su cama sorprendiéndose ante aquel detalle. "Lo he pedido, que la colocaran ahí ¿quieres moverla?" Le pregunto Max.

"No para más, es... esta muy bien" Elena empezó a arrullar a Carlitos, Max salió de la habitación y cerró la puerta, se colocó por detrás y solo escuchaba como ella le hablaba tan calmado y Pacífico, tal vez Carlitos jamás recordaría esa noche pero Max la tendría tatuada por el resto de sus días, la fuerza y valentía que tenía ella, no se dejaba caer ante cualquier situación y en ese momento Max volvió a reafirmar lo que había pensado aquel día cuando la volvió a ver.

Si ella se lo permitía y con las condiciones que ella quisiera, nunca dejaría que le pasase algo.

Max estaba arreglando las cosas para dormir en la sala cuando la vio saliendo de la habitación con su Pijama puesta. "hola" ella anunció su llegada y Max le sonrió.

"Hola, ¿todo bien?" Pregunto Max.

"Si todo bien, solo venía a darte las gracias" decía Elena cruzándose de brazos de manera nerviosa.

"No hay de nada. ¿Ocupas algo?" Le preguntó Max sentándose en el sillón, Elena se volvió a sentar a su lado.

"Mañana... ¿nos podemos quedar aquí?" Pregunto ella nerviosa.

"Por supuesto que si, todo el fin de semana si lo deseas" le dijo Max viéndola a los ojos "de hecho me quedaré aquí" anuncio Max, haciendo que Elena lo viera con ojos de sorpresa "Hablé con Christian, así que no hay problema, me quedaré para que estén seguros" dijo Max tímido.

"No tienes porque, de verdad." Elena sentía vergüenza al pedirle ayuda a Max. "No.. no quiero ocasionarte más problemas."

"¿Problemas?, para nada. Ayudarte jamás será un problema" le dijo Max viéndola de nuevo. "No si me lo permites" La sonrisa de Max se hacía presente justo cuando ella lo veía con aquellos preciosos ojos marrones.

"Muchísimas gracias, Max. No se que hubiese pasado si tú no hubieras estado en ese momento" Elena sentía que las lágrimas querían asomarse pero no quería permitírselo, no podía hacerlo. Pero cuando Max la abrazo fue cuando se derrumbó, lloro en su hombro. Lloro todo lo que había callado en el último año, el no decía ni una palabra de aliento, solo la escucho llorar.

El tenerla así de cerca para Max era un lujo que no se podía permitir todos los días de su vida, así que el que ella se pudiera desahogar de esa manera con el era simplemente un paso más cerca para estar a su lado.

Elena se apartó de Max con sus ojos hinchados, "Muchas gracias"

"No hay nada que agradecer" le sonreía Max.

Se levantó del sillón secándose sus ojos, mirando a su alrededor, pensando en que momento la idealización de su vida perfecta se había ido por el caño.

"¿Por que me buscaste?" Hablo Max cuando Elena estaba a medio camino de su habitación.

"Fuiste la primera persona que me cruzo la mente" Elena se sincero "Y... perdón si te llegue a molestar" entro a la habitación y Max se quedó varado en la sala.

Viendo el techo y con miles de pensamientos atravesando su mente, había pedido un puto milagro para que ella volviera a estar con el y ahora que estaba ahí, simplemente no quería joderlo, no de nuevo.

Se planteó una y mil veces, la mínima posibilidad de que lo de ellos llegase a funcionar pero todo parecía un futuro incierto, nunca le había dejado de amar pero ¿ella?, ella ya se había casado y formado una familia.

No quería volver a los circuitos porque sabía que no se contendría y haría hasta lo imposible por hacer que Carlos pagase lo que le había provocado a Elena, el tan solo hecho de pensar que le había lastimado más de una vez lo hacía enfurecer.

No podía regresar al circuito si el estaba presente, porque la carrera no terminaría sin -1 piloto muerto y Max tenía claro quien sería.

La noche se la pasó en vela, se despertaba, se movía, caminaba, pero no podía pegar el ojo. El amanecer estaba saliendo y con eso un balbuceo en la habitación de Elena lo hizo acercarse, entró a la habitación y pudo ver a Elena completamente dormida, pero Carlitos miraba con sus ojos marrones a Max, quien extendía sus pequeños brazos para poder hacer que lo levantasen de la cuna.

Max lo cargo y lo llevo a la sala, el pequeño se sujetaba de su cuello para poder empezar a caminar por todo el departamento, Max se posicionó frente al ventanal en donde se miraba perfectamente cómo el sol salía con un nuevo día.

"No me gusta mucho tu nombre" se sincero Max hablando con Carlitos, pensando que el entendería "¿tienes otro nombre?" Decía Max mientras lo cargaba.

"Si, se llama Emilian" le sonrió elena, desde la puerta ese nombre a Max le hizo perder la cabeza.

"¿Es broma, no?" Decía Max acercándose rápidamente a ella. "Elena, ¿es broma?" Volvía a repetir.

"No es broma, te muestro su pasaporte si quieres" Elena no contenía su risa, al ver cómo Max cambiaba de colores.

"¿Por que Emilian?"

"Es un bonito nombre" Elena le encantaba molestarlo "Además, no me hubiesen dejado ponerle Patricio así que, escogí Emilian, ¿te molesta el nombre?"

"No, para nada, me parece que el nombre es Perfecto. Solo que no... no me imaginaba que le habrías puesto mi segundo nombre, eso es todo" Max le entrego a Carlitos a Elena.

"Siempre te dije, que cuando tuviera un Niño le pondría Emilian" Carlitos soltaba carcajadas "Haré el desayuno ¿que se te antoja?" Le pregunto Elena a Max quien se sentía como en un trance.

"Lo que sea está bien" dijo el siguiendo a Elena por la cocina. "¿Necesitas algo? Puedo hablar y pedirlo" Max trataba de hacer hasta lo imposible para que ella estuviera cómoda.

El desayuno fue tranquilo, solo un vaso derramado con el jugo de Carlitos pero de ahí en parte todo estaba en orden, Max pensaba seriamente en que si aquella paz y tranquilidad que se sentía en su departamento era como cuando formabas una familia.

Another love | Max Verstappen |Donde viven las historias. Descúbrelo ahora