Noeul Nuttarat es un Omega que sufre un fuerte trastorno de autofobia (Miedo a estar solo).
Tras una reciente ruptura amorosa se ve a sí mismo completamente sólo en su departamento, desencadenando la fobia que lo guiaba hacia una inminente depresió...
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Un silencio se extendió entre ambos chicos. Uno atónito ante la pregunta y el otro esperando pacientemente una respuesta.
-Esta bien, espera-Dijo el Alfa y Noeul asintió. Luego la puerta fue cerrada y tras unos minutos el Omega empezó a dudar de si el Alfa le dejaría dormir allí esa noche. Se miró en el reflejo de la puerta metálica del departamento del frente y era un personaje digno de una película de terror. Abandonado solo en la oscuridad del pasillo
Volvió a tocar la puerta con insistencia al ver que el pelinegro no hacía ademán en abrirle
-Sólo será por esta noche, por favor- Pidió el Omega con un lloriqueo.De verdad le estaba volviendo loco estar solo en el pasillo
-¿Que crees que estás haciendo?-Preguntó el Alfa,mirando como las mejillas del Omega explotaban en rojo una vez que abrió la puerta nuevamente
-Te pregunté que si podía dormir en tu departamento esta noche- Volvió a preguntar el Omega, ganándose un ceño fruncido por parte del Alfa
-Escuché perfectamente lo que me preguntaste. No soy sordo- Comentó el Alfa en un tono serio y fuerte, ese que utilizan los padres para regañar a sus cachorros o los jefes para llamarle la atención a sus empleados. Noeul sintió a su Omega encogerse debido a ese tono autoritario-¿Eres consciente de que me estás pidiendo que deje entrar a un extraño a mi casa?-Preguntó el pelinegro y el Omega hizo un mohín.
-No soy un extraño, soy tu vecino de al lado- Noeul puchereó,mas ese gesto no pareció ablandar al Alfa
-¿Y que con eso? Ni siquiera sé tu nombre-Le reclamó el Alfa
-Mi nombre es Noeul Nuttarat, aunque mis amigos me llaman Noe. Tengo 27 años y soy pediatra- Terminó de hablar, mostrando su característica sonrisa cuadrada
-Bien por ti. Buenas noches-Dijo el Alfa cerrando la puerta
-No,espera... ¡Agh!-El Omega tomó su mano, llevando el dedo que había sido pellizcado por la puerta a su boca intentando calmar el dolor mientras dejaba caer su almohada al suelo
-¿En serio que te pasa?-Preguntó el Alfa con el ceño fruncido, acercándose a Noeul para tomar su mano y ver como su dedo índice sangraba
-Es sólo que...-El Omega hizo una mueca ante el dolor-Creo que hay alguien dentro de mi departamento- Mintió fácilmente. Tal vez ablandaría al Alfa y lo dejaría dormir esa noche en su casa. Mas la respuesta que le daría el Alfa no estaba dentro de sus planes
-Esta bien, vamos a ver si hay alguien-Dijo el Alfa, cerrando la puerta de su departamento y caminando hacia el departamento del Omega
-¡Espera!- Noeul agarró la muñeca del pelinegro-¿Y si es un asesino?-El Alfa rió
-Entonces dejaré que te mate
-¡¿Qué?!
-Son la una de la madrugada, deja de gritar-El pelinegro regañó Noeul -Ábrela- Dijo señalando la puerta
Acto seguido ambos entraron, el Alfa revisó todas las habitaciones en la casa del Omega, incluyendo su clóset,así como también comprobó que las ventanas cerrasen bien. Noeul estaba contra la espada y la pared.Su pequeña mentira no había servido de nada.
-No hay ningún asesino, violador, ladrón, pervertido, loco o terrorista que atente contra tu persona. Así que sí eres lo suficientemente feliz con despertar a alguien que apenas conoces en plena madrugada sólo para satisfacer tu extraña necesidad ególatra de ser el centro de atención,me voy a mi departamento a dormir
-Vaya, tu si que sabes como hacer que alguien se sienta mal consigo mismo-Dijo el Omega sorprendido-Me agradas
-Ese no es mi problema. Buenas noches-Habló el Alfa, utilizando un tono seco y rudo con el Omega, mas su mirada se ablandó cuando Noeul agarró su muñeca con la cabeza gacha.Su aroma a vainilla revelando el fuerte miedo que se apoderaba de sus extremidades y el Alfa maldijo, cuando los ojos llorosos del Omega chocaron con los suyos.
-Por favor, solo está noche- Noeul mordió su labio-Tengo miedo de estar solo
El Omega sonrió mientras tomaba la leche con chocolate caliente que le había dado el Alfa.Se encontraba sentado en el sofá del departamento del mismo mientras miraba a todos lados. Olfateó el aire y pudo percibir claramente el aroma a menta con suaves toques de canela que portaba el pelinegro
Sobre la pequeña mesa frente al sofá habían numerosos papeles regados con una que otra lata de cerveza vacía. Después de eso el departamento estaba extrañamente recogido y limpio para lo que se veía como un Alfa soltero y cascarrabias, adicto a la soledad, a los comentarios sarcásticos, a la mala actitud.Y sobre todo el ser que prepara la mejor leche con chocolate caliente de la historia.
Unos pasos alertaron a Noeul de que el pelinegro se acercaba y fue cuestión de segundos en cuanto lo tuvo frente a él, ambos sentados en el sofá y el Omega tragó grueso, al ver las gotas de agua deslizarse desde el cabello mojado del Alfa para morir en el cuello de esa camisa blanca cuello de V que dejaba mucho a la imaginación en cuanto a los músculos en el pecho de su vecino
-¿Qué haces?-Preguntó Noeul al ver como el Alfa tomaba su mano para luego colocarla sobre su muslo
-Curaré la herida en tu dedo índice. Te lo pellizcaste cuando yo cerré la puerta,por lo tanto es mi responsabilidad- Explicó colocando una medicina líquida,fría y roja en la herida en el dedo del Omega
-Agh, arde. ¿Qué es eso?-Preguntó para luego congelarse al ver como el pelinegro soplaba aire en donde había aplicado la medicina, suavizando la sensación de ardor y picor
-Es mercurio -Respondió para luego tomar una curita del paquete-Es un cicatrizante y te ayudará a cerrar la herida con mayor velocidad. Por eso te arde-Respondió, terminando de colocar la curita. Y Noeul sonrió, cuando vio los dibujos de pequeños conejos en la misma-¿Qué?-Preguntó al ver la sonrisa en el rostro del Omega mientras miraba su dedo índice
-Es lindo-Miró fijamente al pelinegro-Gracias
-Al menos sabes como agradecer-El Alfa se levantó, tomando una corbata en mano y atando los pies del Omega
-¿Que mierda crees que haces?-Preguntó exaltado
-En serio creíste que te dejaría dormir en mi casa sin tomar alguna precaución-Preguntó el Alfa y Noeul arrugó el ceño-No dejaré suelto a un maleante a espensas de que me asesine mientras duermo-Terminó de hablar el Alfa, mirando al Omega atado de pies y manos en el sofá
-¿Eso es lo que piensas de mí? -Preguntó el Omega enojado
-Ese es el comentario más dulce que tengo respecto a ti-El pelinegro hizo que Noeul se acostara en el sofá-Duérmete de una vez
-¿No me darás algo para abrigarme del frío?-Preguntó el Omega haciendo pucheros
-No
Y dicho esto Noeul se quedó en la sala. Ese Alfa era un sádico, pero cualquier cosa era mejor que dormir sólo y el simple hecho de saber que en esa habitación había otra respiración a parte de la suya le brindaba la paz y tranquilidad que necesitaba para dormir y para mantener su autofobia controlada
