Noeul Nuttarat es un Omega que sufre un fuerte trastorno de autofobia (Miedo a estar solo).
Tras una reciente ruptura amorosa se ve a sí mismo completamente sólo en su departamento, desencadenando la fobia que lo guiaba hacia una inminente depresió...
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Noeul Nuttarat no tenía el sueño pesado. Al contrario sus turnos en el hospital le habían hecho algo a su mente que el más mínimo ruido lo despertaba. Los ronquidos de Boss contaban como un mínimo ruido...
Abrió sus ojos, quizás un poco encandilado debido a la luz intensa de las mañana que se colaba por el cristal de la ventana. Los rayos del sol acariciando las largas pestañas del Alfa y Noeul tuvo que morder sus labios para contenerse de besarlo, buscando no despertarlo para seguir disfrutando de la vista.
Se escondió entre las suaves sábanas, colándose entre los brazos del pelinegro hasta escucharlo gemir en queja, pero abrazándolo al instante, escondiendo al Omega en su pecho quizás instintivamente, dándole el calor y la compañía que Noeul tanto adoraba.
Principalmente la compañía.
Apoyó su oído en el pecho de Boss, escuchando su corazón latir en un sentimiento que abrigó su pecho hasta hacerlo cerrar sus ojos.
Deseando en el fondo nunca perder nada con lo que actualmente contaba: Un Alfa pegajoso que lo quería más allá del sexo, dos cachorros revoltosos que llenaban lo que una vez fue vacío con risas, una familia, Noeul no quería perder su pequeña familia.
Se deslizó fuera de los brazos del pelinegro cuando su celular sonó, la alarma a primera hora recordándole la cita semanal a la que debía asistir, el simple recordatorio amargando el humor con el que había despertado.
Y quizás era más amargo debido a ocultarle cosas a Boss, y no por la enfermedad en sí misma.
¿Qué pensaría si lo supiera?
Tal vez exageraba la reacción de Boss, pero había recreado esa escena tantas veces en su cabeza y siempre terminaba igual: Con el explicándole su autofobia al Alfa, los efectos colaterales que venían con ella, principalmente ese efecto que quizás podía hacerlo malinterpretar amor con deseo de no estar solo.
Noeul estaba aterrado.
-Noe...-Pestañeó y dos lágrimas gruesas cayeron por sus mejillas. Escuchó al Alfa moverse por el mullido colchón, sentándose para besar la sien del Omega con ternura, oliendo la tristeza amargar la esencia dulce.-¿Qué sucedió? ¿Una pesadilla?-Y realmente deseaba que lo fuera.
-Sí, lo siento...-Mintió, el peso en su pecho haciéndose mayor con cada mentira-No quise despertarte...
-Está bien, está bien...-Dijo bajito, atrayendo al Omega entre las mantas, besando sus mejillas mojadas, con ojos tristes al ver al Omega con esa expresión que tanto odiaba en su rostro.
La misma expresión que le había mostrado aquel día, cuando entre sollozos le pidió que no lo dejara solo.
-Está bien, solo...- Boss tragó-Solo cierra los ojos...-Besó su frente con la agonía de ver al contrario triste atascada en su garganta-Yo estoy aquí...-Y Noeul solo pudo reír contra su pecho.
-Lo sé...-Musitó-Incluso con mis ojos cerrados sé qué estás aquí...-Besó su mejilla-¿Sabes por qué lo sé?- Boss negó, esperando un comentario cursi por parte de Noeul, pero lo único que obtuvo a cambio fue la siguiente frase -Sé que estás aquí porque incluso estando en coma, puedo escuchar tus ronquidos.
-Yo no ronco -Contradijo, un poco ofendido, más la risa del Omega borró por completo la expresión. Y quizás era un poquito malo que su buen humor dependiera del estado de ánimo de Noeul, pero no podían culparlo, el hombre estaba enamorado.
-Sabes que sí lo haces...-Murmuró contra su boca, sonriendo hasta que las mejillas le dolieron.
-Está bien, pero solo un poco...-Dijo, mirándolo con algo de recelo más esperando la respuesta del Omega con una sonrisa en los labios
-¿Solo un poco?-Enarcó una ceja para luego continuar -Roncas como una foca con asma.
-¿Como una qué?-Y Noeul solo lo ignoró- Hey, hey, hey. ¿A dónde crees que vas?-Alzó la mano, buscando alcanzar la muñeca del Omega pero solo alcanzó a rozar la piel con sus dedos -Regresa aquí, es temprano...-Se quejó en un lloriqueo.
-¿Acaso te olvidaste de tus hijos?-Le preguntó un tanto molesto de que al parecer él era el único que realmente extrañaba la presencia de esas ruidosas bolitas de desastre.
-¿Qué hijos? -Y la respuesta de Boss se lo confirmó.
-Eres insufrible-Le reprochó en cara, huyendo cuando el Alfa se levantó intentando alcanzarlo, logrando su cometido en la puerta de la habitación.
-Sí estuvieran aquí no hubieras podido dormir la mañana...
-Igual no la duermo con tus ronquidos...-Le mostró la lengua en un gesto infantil, sonriendo al ver al Alfa fruncir el entrecejo y sí había algo que Noeul Nuttarat sabía con certeza, era que Boss odiaba esa expresión con la vida.
-Sabes que odio eso, ¿verdad?- Noeul asintió, dejándose a la Merced de las manos que lo atraían hasta chocar su pecho con el torso desnudo del pelinegro. Las manos de este tentando su desnudez al alzar la pobre camisa que lo privaba de estar como lo recibió el doctor y su mamá el treinta de diciembre-Sí sabes que lo odio entonces por qué lo haces...-Y sinceramente, Noeul no tuvo que pensar mucho la respuesta.
-Porque amo hacerte enojar- Y siguiendo ese instinto de castigar lo mal hecho y dicho que Boss había desarrollado desde que se convirtió en padre de dos cachorros amantes a consumir su paciencia, Noeul sintió esa nalgada que tanto estaba esperando estrellarse contra la piel de su trasero-Gracias.
Y el pobre Boss no pudo estar más confundido al escuchar al Omega agradecerle, la idea de que quizás el "inocente" Noeul Nuttarat tenía cierta inclinación por ser sometido de esa manera, más allá de su naturaleza sumisa como Omega.
O tal vez solo era su mente pervertida engañandolo para que desatara esos fetiches propios que le gustaba esconder. Sí, tenía que ser eso.
Su Noeul no era para nada indecente. Fue él quien se coló en la ducha la noche anterior mientras el Omega se bañaba para hacer cositas sucias. Él era el enfermo, no Noeul
Más cuando llegó a la cocina, lo vio mirando fijamente un frasco con Nutella, señalándolo mientras miraba impasible a Boss, quién nunca se imaginó que escucharía las palabras que salieron de la boca de Noeul
-¿Te gustan los fetiches con comida?
Y con la simple frase, Boss se sintió violado.
JAJAJJAJA Pobre de nuestro Boos, corre peligro 🔥🌡️
