La missione

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su mano pasó por su rostro en un intento de descansar sus agotados ojos, alguien había golpeado la puerta de su caravana desesperadamente. la pantalla de su móvil se iluminó, dejando ver la hora que era, "3:33 AM" se quería morir, finalmente el demonio venía a por el.

con miedo se levantó de su incómoda cama, su espalda lo estaba matando. decidió abrir la puerta sin revisar, viendo a aquella cresta tan familiar justo frente suya con una leve sonrisa, la cuál se le contagió al verle, hacía mucho tiempo que no veía a horacio y finalmente lo tenía frente suya.

一 te voy a matar

una leve risa se escapó de sus labios, acercándose a su hermano para darle un fuerte abrazo, le había extrañado pero le tocaba un tanto la moral el hecho de que le hubiera despertado, tanto que le costaba conciliar el sueño y una vez lo logró le despiertan, quería arrancarse los ojos.

一 gustaboo, tanto tiempo, vives en la mierda eh

el mencionado dejó que horacio pasara a su pequeña "hogar" dejando mucho de que desear, el rubio merecía mucho más que eso según el de cresta, quién estaba nervioso de darle la noticia a su compañero.

一 tengo una noticia que darte 一horacio se sentó en la cama, juntando sus manos y jugando con estas en acto de nerviosismo.

一 si es de trabajo entonces no me interesa

gustabo se recostó un poco más abajo logrando que sus pies queden colgando, pero que su cabeza descansara en el regazo del menor, quien inmediatamente comenzó a acariciar el suave cabello rubio, el cual se veía desaliñado.

一 justamente es trabajo, pero no tienes opción gustabo, tenemos que ir, esta vez no tengo todo el control de esta investigación 一las caricias no cesaron, pero una sonrisa triste se mostró en los labios del peliblanco一 si no, te hubiera dejado en paz aquí, sabes que yo no te arrastraría a trabajar.

一 vale, no le des más vueltas, dímelo ya antes de que me arrepienta y te saque de aquí a patadas.

con los ojos cerrados y el ceño fruncido gustabo se acomodó de mejor manera, admitía que tenia frío por su carencia de calefacción o ropa abrigada, pero no quería moverse de aquella posición, nunca fue una persona a la que le guste el contacto físico, pero horacio era su excepción, más ahora que no le había visto por tanto tiempo.

la misión fue explicada lo más resumida posible, teniendo ellos que ir a un lugar llamado marbella para detener una mafia que comenzaba a causar calvario entre sus ciudadanos, lo que obviamente llamó la atención de los superiores, quiénes tomaron cartas en el asunto queriendo desmantelar la mafia para hacerse los importantes. gustabo empezaba a creer que solo hacían esto para joderle, ambos tenían que estar allí por muchísimo tiempo hasta que aquella mafia italiana desaparezca por completo y siendo honestos, le daba pereza.

accedió por el simple hecho de no querer dejar a horacio sólo en aquel desconocido lugar, algo allí le daba mala espina y tenia un presentimiento de que en algún momento iban a separar su camino en la investigación, mejor prevenir que lamentar, pensó internamente, quedándose dormido apoyado en los muslos del emocionado horacio, quién se sentía feliz de por fin tener a su compañero y hermano a su lado en el trabajo.

sus ojos se abrieron repentinamente, logrando que horacio pegue un salto del susto por lo rápido y tétrico que se vió, parecía un desgraciado recién poseído.

一 hostia ¿y cuándo es el viaje? 一preguntó en medio del pánico a horacio.

一 ¿estamos a jueves en la madrugada verdad? 一gustabo asintió atento一 entonces.. uhh, lo que te queda de día, viernes y salimos el sábado por la mañana.

un suspiro aliviado salio de los labios del rubio, este ya se había empezado a marear pensando que tenían que salir en unas horas, por su suerte horacio era jefe y se enteraba de las cosas con anterioridad, le agradecía a sus cojones por tener a una persona dedicada y responsable a su lado, al menos en comparación a él.

一 valee, joder me había asustado te lo juro, estaba a nada de petarme algo 一gustabo se separó y se recostó en la cama, acomodándose lo suficiente para dejar un espacio a su lado一 quédate a dormir hombre, no es el mejor lugar ni la mejor cama pero es muy tarde y te puedes dormir en el camino.

horacio asintió con una gran sonrisa, quitándose su chaleco antibalas y accesorios que podían estorbar, dormir en esas condiciones le recordaba a los tiempos cuando eran solo unos niños contra el mundo que les hacía frente de la peor manera, en cierta parte le traía emoción y nostalgia más que malos recuerdos, tenia a gustabo a su lado ¿qué más podía pedir?

los días pasaron y finalmente el día del viaje llegó, el rubio se dignó lo suficiente como para arreglarse y tener unas pintas pasables ante el ojo público, no como antes, evidentemente. una vez en el avión su estómago comenzó a doler de los nervios, iba a ir a una ciudad desconocida a desmantelar una mafia después de años sin trabajar, la ansiedad le carcomía la cabeza. al parecer horacio, quien estaba a su lado notó esto, pasando su mano por el brazo contrario, tomando la mano del ojiazul para tranquilizarlo.

ambos se sonrieron y esperaron pacientemente su llegada a marbella.

𝙘𝙖𝙩𝙩𝙞𝙫𝙚 𝙖𝙗𝙞𝙩𝙪𝙙𝙞𝙣𝙞 ❝ gustoniDonde viven las historias. Descúbrelo ahora