Capítulo 3

476 31 77
                                    

Hola, hola. Tenía mucha inspiración y no me resistí a escribir esto. Sé que les va a gustar.

Disfruten y lean las notas de abajo.





Jeongyeon no había esperado ver a un hombre tan amable y tan lindo como Jimin.

Era verdad que a veces en otros lugares la gente estaba acostumbrada a tratar mal a los forasteros pero en ese pueblo no. nadie la había tratado tan mal. Todos habían sido tan amables y agradeció haber comprado la casa.

Pero Jimin... Jimin era tan atento con ella. Torpe en algunas cosas que salían de su boca pero era un hombre encantador y también muy trabajador.

Jimin había llegado muy puntual toda la semana. El tiempo pasaba volando. Ella estaba de espectadora mientras lo veía trabajar. Mientras lo veía mover muebles, pintar, acomodar el candelabro, usar el taladro, todo. Lo veía en acción al hombre.

Pero también lo veía sudar y limpiarse con la ropa de vez en cuando, también lo veía mover su gorra para que no le diera el sol y ella solo estaba haciendo algo de beber y algo para comer.

Al principio Jimin no quería pero ella insistió en que comiera por lo menos un sándwich. Y él se veía sumamente lindo.

Lindo y caliente. Sudado, trabajando como todo un hombre. Levantando cosas pesadas y gimiendo cuando las dejaba en el suelo.

Y Jeongyeon solo podía comerlo con la mirada. Solo podía desearlo desde lejos y lanzarle miradas disimuladas.

Desde la primera vez que lo vio le gustó y cuando llegó a su casa con ropa deportiva, joder, se quería morir.

Le gustaba ver a los hombres en esa ropa porque remarcaba el tamaño de su miembro. Mucha ropa de deporte era holgada pero otra era apretada y Demonios, cuando observó la entrepierna de Park, ella solo pudo fantasear con el hombre.

También quería conocer a Jimin. Conocerlo por completo, de principio a fin. En todas sus facetas.

Y follarlo. Necesitaba al hombre en su cama por que no iba a resistir salir con él de nuevo y solo dejar que la llevara a cenar.

.

.

.

.

—¿Te gustaría ir a bailar esta noche conmigo?

La pregunta la había tomado por sorpresa, nadie nunca la había invitado a bailar. Siempre eran otras cosas pero no a bailar.

—¿Bailar?

—Claro, hay un bar muy lindo, es un excelente lugar y me encantaría que fueras conmigo —Jimin se puso nervioso y lo vio tener un debate mental—. Yo... he ido un par de veces, siempre es bueno ver a la gente bailando pero... quiero bailar contigo, me entiendes.

Ella quería apretarle las mejillas. Jimin se veía adorable muchas veces que incluso parecía un niño.

Pero no lo era. Él era un hombre y ella necesitaba un hombre.

—Claro, acepto eso, Jimin.

—¡Genial! —Él no escondió su emoción—. Pasare por ti a las siete.

—Estaré lista para ti.

En realidad iba a estar más que lista por que esta noche quería que Jimin se la cogiera. Es lo que venía deseando desde que el hombre había trabajado en su casa.

Obediencia - JeongMin.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora