Capítulo 10

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Hola! Siento mucho haber tardado lindas. El capítulo ya lo tenía listo desde la semana pasada pero me daba flojera subirlo jeeje aparte que se me complica un poco por hacerlo en mi cel y no en compu porque no me sirve pero aquí está y espero lo disfruten tanto como yo.

Lean las notas finales y disfruten.






—¡Así, más, Jimin, no pares no pares!

Cualquiera hubiera pensando que en su regreso estarían en una bienvenida común, con ellos comiendo y hablando del viaje pero ellos no eran así.

Ellos no eran comunes.

Así que una vez que llegaron a la casa de Jimin los dos se soltaron y fue ella quien tuvo la urgencia de follar en la sala.

—¿Así?

—Si, si así.

—¿Justo así?

—Si, justo así, no pares Jimin, voy a venirme.

Ella ya había tenido dos orgasmos y le había pedido a Jimin que se corriera cuando llegara al tercero.

Y Jimin como buen chico le hizo caso.

Ellos no solo estaban follando, sino que parecía la escena de una película porno muy sucia. Jimin se la estaba cogiendo por detrás y le apretaba el culo.

Bueno, es que Jeongyeon no había querido ni siquiera llegar al sillón. Ella estaba tan caliente de ver a Jimin que solo pudo lanzarse sobre él y terminar juntos en el suelo.

A Jeongyeon no le molestaba el dolor en sus rodillas mientras Jimin entraba y salía de su coño con fuerza. Disfrutar del sexo así era perfecto y se sentía a gusto al saber que a Jimin también le gustaba.

—¡Dime cuándo te corras, cariño, necesito oírlo!

—¡Si, si! —Ella como pudo llevó una mano a su clítoris buscando su orgasmo—. Un poco más, solo… un poco más, Jimin.

Jimin le apretó las caderas y se movió con más fuerza, él también quería llegar. Estaba tan listo que necesitaba escucharla.

—¡Joder, Jimin, me corro, me corro!

Él no pudo más, en el momento que la vio llegar y caerse por completo en el suelo se dejó ir, llenando el condón con su semen y gruñendo con fuerza.

Se dejó caer sobre ella y dejó un par de besos en su espalda cubierta por el sudor. Salió de Jeongyeon y dejó el condón a un lado, estaba muy cansado para levantarse y solo pudo acostarse a su lado.

—Estábamos muy emocionados —Dijo ella mirándolo.

—No me eches la culpa. La que se puso salvaje fuiste tú.

Ella soltó una carcajada y abrió los brazos para que Jimin se acostara en sus pechos y lo abrazara con fuerza.

Esta era la parte que más extrañó, esos lindos días. Abrazar a Jimin y tratarlo como un bebé. Como un niño bueno que tanto quería.

—Siento cortar el momento pero tengo que hablarte de lo que me puso mal, Jimin.

—Soy todo oídos.

—Para contarte de Yoongi debo contarte primero de Jeon Jungkook.

—¿Quién es él?

—Un compañero de trabajo y si, ya se lo que dirás. No debí meterme con compañeros del trabajo pero a veces es bueno cometer errores, uno aprende de ellos.

Jimin subió su mirada y descansó su barbilla cerca de un pecho de ella para mirarla bien.

Jeongyeon empezó la historia.

Obediencia - JeongMin.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora