Obediencia - JeongMin.

Capítulo 11

Hola, hola. Siento la tardanza pero tuve un bloqueo con este capítulo. Me costó mucho pero aquí está y es muy importante para seguir la historia.

Dejaré una canción de los Bee Gees para que disfruten mejor el capítulo.

La información sobre Yoongi que van a leer en el capítulo presten atención por Fis. Es muy importante.

Disfruten y lean las notas de abajo.

Bee Gees - Night fever. Sube Español.

Todo pasaba tan rápido. Había golpes, gemidos, sangre y esa cosa tan filosa que tenía a Jeongyeon gritando como loca.

Todo estaba oscuro y solo había una luz donde ella estaba. Pudo ver a Yoongi debajo de ella. Suplicando que siguiera lastimándolo.

Pudo ver esa maldita cosa en su mano llena de sangre.

El pánico fue más grande y tan rápido como la soltó, gritó con fuerzas…

Y despertó.

Tan rápido como lo hizo se sentó en la cama, estaba llena de sudor y con el corazón latiendo con fuerza.

—Joder, joder.

—¿Estás bien? —Jimin quien estaba a su lado despertó al escucharla y se preocupó de inmediato al verla en ese estado—. ¿Fue una pesadilla, cierto?

Ella asintió limpiando el sudor de su frente y Jimin se sentó, abrazándola.

—Soñé con Yoongi, soñé que yo… le hacía eso.

Jeongyeon parecía estar a punto de llorar. Ella ya había pasado por eso y no quería volver a tener pesadillas todas las noches. No ahora con Jimin.

Jimin no estaba muy dormido. La había sentido moverse un par de veces en la cama y cuando pudo cerrar los ojos pensando que ella estaba bien, pasaba esto.

Jeongyeon le había contado su etapa difícil con ese tipo y no quería que ella regresará a eso.

—Yo estoy aquí, cielo.

Al decir eso ella se lanzó a abrazarlo con fuerza. Los dos estaban desnudos y podían sentirse aún teniendo la sábana cubriendo la mitad de sus cuerpos.

Ellos no habían hecho otra cosa más que pasar el día en la cama de Jimin, comiendo y haciendo el amor.

—Estoy aquí, cariño, estoy aquí —Ella pareció relajarse porque de un momento a otro buscó su boca y le dio un beso bastante profundo y necesitado que Jimin no pudo negarle.

—Hazme olvidar, Jimin —Él se separó para mirarla a los ojos y Jeongyeon tomó su mano, guiándola a su sexo—. Tócame. Hazme olvidar esta pesadilla, cariño.

Todo se calentó de inmediato. Jimin la vio necesitada de él y él no iba a negarle nada nunca a Jeongyeon.

Eso lo sabía. Además no podía negarse a tenerla siempre así. Tan suya.

La besó de nuevo, con la misma intensidad le dio la vuelta, quedando en posición de cucharita y quitando por completo la sábana. Mostrando a los dos desnudos.

—Voy a complacerte. Te haré olvidar.

—Si, si, es lo que quiero —Jeongyeon giró un poco el cuello y lo besó—. Hazlo.