Capítulo 14

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Hola, hola. He aquí el nuevo capítulo. No tardé mucho, pero quería saber cuánto querían el capítulo y fue la mas votada.

Espero les guste tanto como a mí y a partir de aquí nos daremos más cositas con Jimin y Jeongyeon que son bastante emocionales.

Disfruten y lean las notas de abajo.





El viaje a casa fue eterno para Jimin, por una parte, quería llegar y que todo pasara de una vez, pero por otra, al ver la cara de su novia, seria, neutral, le daba un poco de miedo saber cuál sería el castigo.

Trató de conversar con ella, pero se veía en serio molesta así que mejor se calló y esperó a que ambos llegaran al pueblo.

―Quiero que te quedes aquí, voy adarme un baño y alistar las cosas que voy a usar contigo ―Le dijo ella una vez que ambos estuvieron en la sala de su casa.

Jimin asintió y esperó en uno de los sillones. Miles de ideas cruzaron por su mente, sobre todo por la manera en que Jeongyeon le hablaba. Nunca la había visto molesta como en ese momento y por dentro sabía que se lo merecía.

Parecía un niño pequeño asustado y con conocimiento que le esperaba un buen regaño.

―Sube, Jimin.

Jimin lo hizo, respirando profundo y tratando de que cada paso fuera más lento que el otro, pero sabía que no iba a poder huir de las cosas.

Al entrar en la habitación roja, Jeongyeon estaba completamente desnuda, dándole la espalda mientras tomaba un par de cosas donde estaba el espejo. Jimin tragó duro, observando todo su cuerpo hasta que sus ojos conectaron con los de ella por el espejo.

Sintió la mirada profunda de ella y apartó la suya, tímido y asustado.

―Quítate la ropa, Jimin ―Ella tomó dos cosas en sus manos y fue hasta él, Jimin se distrajo unos segundos al verle los pechos―. Obedece.

La orden salió tan dura que Jimin reaccionó y empezó a quitarse toda la ropa, todo delante de sus ojos y cuando ella le miró el pene, Jimin sintió que estaba haciendo mal por estar algo excitado.

―Veo que aun te parece divertido esto ―Jeongyeon le enseñó el collar para su cuello y manos―. Veremos si eso dura contigo.

Ella le puso el collar con lentitud y Jimin quiso decir algo, pero Jeongyeon no lo dejó. Ella estiró del collar acercando su rostro con el de él, sin llegar a besarse.

No le dijo nada, dejándolo aún más nervioso y fue aún más cuando ella le puso unas esposas en las manos que iban conectadas con la cadena del cuello, algo apretadas pero soportables.

―No vas a necesitar tus manos por un momento ―Jeongyeon subió sus ojos a él esperando encontrar algo más que nervios, pero los ojos de Jimin no estaban sobre ella, sino sobre sus pechos.

A ella le dio gracia verlo así, como un niño pequeño y nervioso. Quiso reírse, quiso hacer una broma sobre cómo se estaba portando, pero esto no era para bromear, era para castigar.

Y eso haría.

―Estos tampoco los vamos a necesitar ―Le dijo, llamando por fin su atención.

Jimin la vio tomar otra cosa de sus cosas y cuando estuvo de nuevo enfrente de él, Jeongyeon se lo mostró.

Un antifaz.

―Recuerda esto. No es un premio. Es un castigo y no es para que lo disfrutes ―Se lo puso lentamente, pero al no recibir respuesta ella volvió a tomar la cadena con fuerza―. ¿Algo que decir, perrito?

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⏰ Última actualización: Oct 10 ⏰

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Obediencia - JeongMin.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora