Capítulo 4

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Hola, hola, aquí reportándome con este nuevo capítulo. He tenido mucha inspiración y sé que les va a encantar.

Recuerden que se nos viene lo chido.

Disfruten y lean las notas de abajo.





Jeongyeon se agarró fuerte de las sabanas mientras dejaba que Jimin la comiera por completo. El hombre era increíble con la lengua.

—Joder, Jimin, no pares. Lo haces increíble.

Jimin la miró desde abajo. Estaba entre sus piernas, metiéndole la lengua y acariciando sus piernas. Le gustaba tenerla así, abierta para él.

Desde esa noche en la que ambos habían estado juntos no habían parado. Se podría decir que Jeongyeon estaba más que feliz por tener a Jimin para ella y él estaba en las nubes. Todo el día pensaba en verla y en las cosas que quería hacerle.

Aparte que no solo lo hacían una vez sino dos o tres veces.

Y estaban más que contentos por tener esa química.

—Eres increíble, Jimin —Le dijo ella después de terminar.

Él sonrió con orgullo y dejó un beso en su cadera.

—Me agrada que te guste, vuelvo enseguida.

La habitación de ella tenía también un baño y eso ahorraba que Jimin no bajara para buscar una toalla. Cuando entró al baño él se limpió primero y luego buscó la toalla para ella, sin embargo algo llamó su atención y es que en el lavabo había un frasco de pastillas.

Jimin no sabía que eran pero esperaba que no fueran drogas. Esas cosas no le gustaban. Las tomó y fue directo a la cama con Jeongyeon.

Ella estaba cubierta con las sabanas hasta la cintura y lo estaba esperando, le sonrió cuando lo vio llegar pero él le enseñó el frasco primero. Ella borró la sonrisa de inmediato.

—¿Qué es esto?

Ella no parecía sorprendida sino triste y eso confundió a Jimin, si esas cosas no era lo que estaba pensado... ¿Entonces que era?

—No soy una drogadicta si eso estás pensando Jimin —Ella le quitó la toalla y se limpió sola.

Jimin se sintió mal y se sentó a su lado, esperando si quería hablar.

—Lo siento, yo no conozco estas cosas.

—Está bien —Ella parecía más relajada y tomó el frasco de pastillas—. Son para no tener una recaída. Antes yo... tuve una mala racha y tuve un estado de depresión, no fue tan fuerte pero fue agotador.

—Yo... no tenía idea que alguien como tú pudiera pasar por eso.

Jimin a veces no entendía por que algunas personas veían lo malo de las cosas y se obsesionaban con eso. Él era algo negativo a veces pero no todo el tiempo, no podía estar pensando esas cosas, le hacían sentir mal.

Y tampoco podía creer que Jeongyeon las había pasado.

—Ya no las tomo pero siempre las llevo conmigo. Supongo que es el miedo de tener que pasar por eso de nuevo, aunque tiene un año que no las tomo, sin embargo también tengo otras pastillas para dormir, algunas noches me siento ansiosa y no puedo dormir.

—¿Tomas pastillas para dormir? —Ella asintió—. Cielos, Jeongyeon, siento eso. Debió ser muy duro para ti salir de eso.

—Lo fue. Algunas personas no comprenden que es difícil estar en ese estado.

—Yo estoy para ti, cuentas conmigo para lo que sea.

Ella lo miró y le sonrió tiernamente.

—¿Quieres saber algo? —Se le acercó provocativamente hasta quitarse la sabana y sentarse sobre él—. Desde que tú y yo estuvimos juntos duermo profundamente bien.

Obediencia - JeongMin.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora