3.

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Frente a mí hay un enorme salón, con varias mesas largas y meseros dispuestos en las esquinas del lugar. Todo decorado con colores pastel, con un cuadro en el que se aprecian los novios, abrazados y sonrientes, de la misma manera en la que aparecen en la invitación a su boda.

Matt, a quien no he visto en un muy largo tiempo, está vestido con un esmoquin gris, un moño de corbata azul y zapatos de vestir.

—¡Hola! —me abraza, yo devuelvo el gesto sin mucho esmero y todos nos sentamos en una misma mesa.

Daniella aparece justo después de que mi abrazo con Matt termina, y charlamos por un largo rato sobre todo lo que ha estado pasando en mi vida, yo con la intención de distraerme e intentar que todo lo que está carcomiéndome no se anteponga a esto... Quiero hacer las cosas de la mejor manera, sin lastimarme demasiado.

—¿Dónde están Liz y Michael? —Ariana exterioriza la duda que hay en mi cabeza, a pesar de que -en realidad- no me estoy preguntando por él.

—Ahí —Bennet señala en dirección a unas escaleras de las que me percaté apenas llegar.

La veo bajar, con un vestido negro corto y sin mangas, tiene el cabello suelto hacia un lado, con la misma mirada serena y feliz de la que siempre me quedé prendada.

No parece mirar a ningún punto en particular hasta llegar con nosotros y sentarse justo al lado de Ariana, a una silla de distancia de mí.

—Muy bien —un hombre de unos cuarenta años, que parece ser el encargado de toda esta parafernalia, está frente a nosotros y parece querer indicarnos cosas — Después de las primeras cenas en las que todos los invitados pudieron apreciar los platos que se ofertaban dentro del menú, los novios se han decidido una cena de tres momentos que consta de una entrada simple pero deliciosa como un coctel de camarones, como plato fuerte habrá un pavo en salsa de frutos secos acompañado de dátiles.

—Tengo hambre —objeta Avan haciéndome reír.

—Finalmente —vuelvo mi atención al hombre frente a nosotros —Les ofrecemos un Créme brûlée.

—¿Y todo esto lo va a pagar quién? —cubro mi boca con mi mano derecha frente a la cara de preocupación de Eric, que está sentado justo a mi lado.

'...—No está mal —decido por ella, su mirada de ojos entrecerrados me inspecciona con cautela.

—¿Qué no está mal?

—Tienes buen gusto al vestir —bufa en respuesta, mirando por la ventana.

—No para esto —señala una invitación a un evento del que sinceramente me aburriría mucho.

—Uh... Aburrido.

—No me digas —masajea sus sienes pareciendo impacientarse.

—En una escala del uno al diez —me adentro al fin —¿Qué tan importante es que vayas a ese evento?

Se detiene por un momento pareciendo pensar.

—¿Por qué esa pregunta?

—Solo digo... Podemos ir a cualquier otr-

Varios besos en mis labios interrumpen mi habla, y siento sus dedos deshacer los botones de mi abrigo e inmiscuirse en mi camiseta de mangas cortas. Río.

—¿Qué tienes? —no me responde, continúa con su tarea hasta dejarme desnuda de la cintura hacia arriba.

Me sonríe con calma, trazando el valle de mis pechos con uno de sus dedos y siguiendo el camino de éste con sus ojos.

PIECES OF USDonde viven las historias. Descúbrelo ahora