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Han pasado un par de meses, y apenas he podido salir de entre todo el desastre en el que se ha convertido mi vida desde ese "Sí, acepto"

No sé exactamente dónde estoy, pero el sol me está molestando a sobremanera y quiero cerrar las cortinas.

—Buenos días —conozco esa voz... ¿de dónde carajos conozco esa voz?

Me cubro con una almohada que huele terriblemente mal, siento mi estómago revolviéndose por el asco.

—¿Estás bien? —mierda, no por supuesto que no.

—¿Ryan? —ay, no puede ser que sea justamente él.

—Hola —intento enfocar mi vista lo suficiente para verlo bien. Su cabello sigue oscuro, está desnudo de la cintura hacia arriba y tiene el cabello revuelto

'Las luces del club nocturno van y vienen rápidamente, hay demasiadas personas y el ruido alto de la música logra aturdirme, he bailado y me he besado con un par de chicos.

—¡Qué sorpresa verte, Vic!

—¡Ryan, hola! —le sonrío, él me devuelve el gesto y me invita a bailar algo que realmente no sé qué es.

Al cabo de una hora ambos estamos lo suficientemente borrachos como para no poder mantenernos de pie.

—¿Vienes...a mi casa? —río divertida ante sus palabras arrastradas y asiento abrazándolo por los hombros.

—Bésame —ni si quiera sé de dónde salió eso, pero no debo batallar demasiado para obtener lo que quiero.

Unos treinta minutos después hay una faena de ropas por los suelos, besos furiosos y gemidos combinados con jadeos sonoros en una habitación de hotel.'

«Maldita sea...» cierro los ojos con fuerza, debo comprar la pastilla del día después.

—Ten —me ofrece un vaso de agua y un par de pastillas —Para tu resaca.

Intento no mirarlo demasiado, no porque me sienta avergonzada -que no es mentira- sino porque en primer lugar no debería estar aquí.

Escucho el timbre de mi celular, Ryan lo busca con calma y parece no inmutarse por lo que pasó, todo lo que hace es entregármelo y salir del lugar.

—Seas quien seas —sentencio de una vez —, Lo mejor que puedes hacer es no gritarme ni regañarme, tengo resaca y me duele terrible la cabeza.

—Qué saludo tan amistoso —ah, solo es Avan —. Bien, señorita "Tengo resaca, no me grites" ¿A dónde carajos fuiste anoche como para no dignarte en llamar a nadie? Ariana está preocupada y Leon está a punto de gritarme. Eso sin mencionar que Eli-

—No quiero hablar de Elizabeth, y soy una adulta lo suficientemente mayor para salir por ahí a cogerme al que me dé la gana, por favor, ¿puedes venir a recogerme?

Lo escucho reír con ganas del otro lado, quiero tirarle una almohada.

—Por supuesto, pásame la dirección e iré por ti.

—Gracias.

Cuelgo la llamada con un suspiro pesado. Ryan no está por ningún lado y yo no tengo absolutamente nada qué estar haciendo aquí, por lo que tomo mi ropa y me cambio luego de darle la dirección a Avan por un mensaje de texto.

—Vic —el pelinegro entra en la habitación —...Respecto a lo de anoche...

—No, olvídalo —suspiro frustrada —...Quiero decir, que solo fue sexo y que ambos estábamos muy ebrios, y que no saldré contigo después de esto ni nada parecido.

PIECES OF USDonde viven las historias. Descúbrelo ahora