02|Cómo tener sexo con tu esposa sin que tus mejores amigos se enteren +16

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Actualidad:

18 de Mayo, 2022.

Corea del Sur, Seúl.

12:12 p.m

—Shh, shh —traté de callar todos los gemidos de mi esposa—... Un poco más bajo, amor...

—Ths igeh qhe gestho esh uhna mahgah ihgea... —con la boca tapada no se le entendía nada.

Paré de mover mis caderas y fruncí el ceño. —¿Qué?

Se quitó mi mano de la boca. —Que te dije que esta era una mala idea.

Se oía algo ronca.

Además de verse súper sexy.

Es decir, Yeseul se ve jodidamente sexy sudada, bajo mío, gimiendo.

—Eres demasiado tentativa como para dejarlo pasar —me excusé antes de besarla.

—Yah~ —jadeo entre besos. Recorría con mis manos todo el espacio disponible de su cuerpo.

—Quizás debería amordazarte —pensé en voz alta porque Yeseul me resultaba demasiado sexy como para parar.

—¿Qué? —me detuvo de las manos— no, JungKook. No quiero ser amordazada.

Mi pene, a pesar de que yo ya no estuviera realizando movimientos pélvicos, se sentía apretado por la paredes vaginales de mi sensual, y algo sudorosa, esposa.

Mh~ —gemí cerca de su oído, excitado.

Esto era nuevo para mí.

Quizás era por lo atento que debíamos estar por no ser descubiertos, o porque le prestaba más atención a la sensaciones que me sentía así de exitado.

...Realmente no lo sé. Sólo sé que toda Yeseul me producía un calor infernal;

Dios... —soltaron los dulces labios de mi hermosa esposa— se puso anchicimo...

Sé a lo que se refería porque me encontraba padeciendolo; a mi pene le urgía la dulce liberación que me daría su interior;

—Sólo por esta vez... —le pedí (o rogué, no sé), realmente me estaba conteniendo.

Internamente agradecí el permiso que me concedían los ojos de mi esposa. Pero como lo que menos quería era salir de dentro de ella, una de las sábanas fue lo que utilicé de mordaza.

»—Voy a continuar... —le dije acomodándome mejor, casi sobre suyo.

Ella asintió, mirándome.

Mi movimiento pélvico estuvo mayormente determinado a obtener la liberación que ambos ansiabamos, así que no fue como hacerle el amor si no más bien a tener sexo.

Adentro, afuera, adentro; fue el ritmo que llevé al hacerlo fuerte, sentido y extasiante para ambos.

Mh~

Y los ahogados gemidos no faltaron producto de nuestra unión.

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Hace una semana que Yeseul empezó a convivir con los chicos, por ello jamás había perdido oportunidad para desearles los buenos días y las buenas noches...

—Buen día, hyungs —mi ánimo estaba recompuesto. Es más, hasta diré que me siento renovado.

—Oh —Jin hyung fue el primero en devolverme el saludo—, buen día, Jungkookie.

Oh, mi amor [J.J.K]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora