Capítulo 3: Regalos

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Sthep
Al despertar ella se encontraba a mi lado, durmiendo plácidamente, con su pierna sobre mí.
Con cuidado de no despertarla, la aparté, y me dirigí a mi habitación.
Estando ahí me metí al baño, hoy cumplía mis 21 años y me esperaba un largo día.
Me tomé mas tiempo del debido, pues despertar con Danna desnuda a mi lado, y no poder follarla, empeoraba mi erección mañanera.
Cuando salí sobre mi cama se encontraban una cajas, que debían tener mis regalos.
En un sobre estaban las escrituras de mi club, y otras pertenecientes a un departamento, además habían 2 cajas más, de pequeño tamaño.
Abrí una de ellas y tomé en mis manos un juego de llaves, entre las que se encontraba la de un coche.
Aunque ellos no eran mi familia de sangre les debía demasiado, desde ese día que me habían sacado del orfanato, al que me llevaron después de la presunta muerte de mis padres, se habían encargado de quererme y hacerme feliz.
Mi antigua familia también tenía una buena posición económica, y aunque mis padres eran bastante ausentes debido a sus trabajos, los momentos que pasé con ellos siempre fueron especiales.
Todo pasó cuando tenía unos 5 años, mamá y papá acababan de llegar de un viaje y salimos de paseo, ese día la pasé muy bien y cuando volvíamos en el auto a casa pasó, un coche se nos lanzó encima y todo se volvió oscuro.
Cuando desperté, estaba  en un hospital, con mucho dolor de cabeza. Una enfermera entró acompañando al médico, quien trato de decirme de la manera menos dolorosa que mis padres no estaban, que habían muerto en el accidente.
Sentí un dolor desgarrador, y después de eso mi vida se resumió a un triste orfanato, en el que pasé tres años de mi vida.
A pesar de que la investigación del accidente de mis padres se cerró y quedó como un accidente, siempre supe que no fue uno, quien haya sido él que manejaba ese auto sabia muy bien lo que hacía.
Traté de investigar por mi cuenta muchas veces, ya que no quería que el señor Black saliera afectado con esto, pues pertenecíamos a un mundo muy complejo donde los negocios y la familia era lo mas importante.
Cuando empece con las investigaciones logré algunos avances, donde descubrí que mi familia estaba metida en negocios turbios también, que tenían muchos enemigos que todavía podrían estar buscándome para deshacerse de mi , por lo que decidí, que hasta que no tuviera mis 21 años y poseera el poder necesario no continuaría con eso.
Me quedaba una pequeña cajita, cuando la abrí, en su interior reposaba una cadena de oro , que en el centro llevaba la palabra  "pecado" resaltada con rubíes, bajo ella habia una nota escrita con una perfecta caligrafía, que sabía muy bien a quien pertenecía.
  " Hoy se abren las puertas a nuestro paraiso, disfruta tu dia bebe"
Danna para mi merecía el mundo, una mujer como ella, segura, inteligente, que derramaba sexualidad en cada paso que daba, que no tenía límites, y disfrutaba la vida y el sexo como se le diera la gana, una mujer sin etiquetas.
Cuando llegue aqui no era más que una niña, aunque siempre tuvo ese carácter serio, que más tarde se convirtió en embriagador. Tuve que alejarme de ella cuando comenzó a crecer y a desarrollarse, pues se me hacia imposible tenerla cerca y no follarla , siempre me atrajo y aunque trataron de criarnos como hermanos, ambos tuvimos siempre claro que no lo éramos.
Nunca di el paso al frente por respeto, pero cuando ella lo dio no hubo un pare para mi.
Me descontrolé por completo y me deje llevar por lo que sentíamos.
Porque a pesar de que sé en el mundo de perversión en el que ella se mueve, porque lo he probado varias veces, me fui imposible no querer hacerla mia y ponerle el mundo a sus pies.
Ambos tomamos la decisión de convertir a "Lust" en un club de BDSM, esos que a ella le encantaba visitar y a los que me arrastró varias veces.
Verla con otros hombres me molestaba y al mismo tiempo me exitaba, ya que con quien estuviese, sus ojos negros prendidos en lujuria, siempre me miraban a mi.
Vi como era en su estado natural, sintiéndose viva, siendo ella, y no encontré a una chica inocente ni inexperta, y al contrario de huir de esos demonios que la caracterizaban, me enamoré poco a poco de ellos, y prometí cumplirle cada fantasía que pasara por su cabeza, por alocada que fuese.
Llamé a Nicole, la chica que papá había puesto a mi disposición, para que me ayudase con los preparativos de la apertura del club, para que citara a mis posibles socios, mañana en la tarde y preparara los contratos de confidencialidad que firmarían si decidían unirse.
Bajé y todos me esperaban en la cocina, al verme comenzaron a cantar feliz cumpleaños, Danna me recorrió con la mirada de arriba a abajo y cuando vio su regalo en mi cuello, una sonrisa adornó su rostro.
Cada uno se acercó a felicitarme y mamá y papá, me recordaron que debía venir a cenar.
-Si, aquí estaré, gracias por sus obsequios, no eran necesarios- les agradecí y los abracé.
-Yo no creo que pueda estar en la cena, hermanito, pero si te acompañaré en la fiesta que te preparó Ivan.- me dijo Danna y me abrazó dándome un beso peligrosamente cerca de los labios , y marcharse .
- Esta bien, Danna, nos vemos en la noche.
Salí al garage y me monté en el Lamborghini, color dorado, que me habían obsequiado.
Fui a una joyería muy exclusiva, donde encargué una réplica del regalo que Danna me había hecho, pero con otra palabra resaltada en diamantes, "Caos", porque para mi ella era eso, un hermoso caos.

 

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