Capitulo 6: De vuelta

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Sthep
La noche, de mis 21, fue perfecta, pero ya tenía que volver al mundo real.
Hoy debía encontrarme con los socios del club, para concretar los últimos detalles.
Los cité a todos en 'Lust', para mostrar como había quedado después de las remodelaciones.
Me desperté muy temprano para preparar todo, y que estuviera listo para su llegada.
Deje a Danna durmiendo, y me llamó hacía unos minutos, reclamando porque no la desperté al salir, y me dijo que ya iba de camino.
Faltaba solo un día para la apertura del club, y desde que entré supe que iba a ser un éxito.
Constaba de 3 niveles. En el primer piso se podía pensar, que era un club normal, donde mujeres con poca ropa bailaban, deleitando a sus observadores. En el segundo, se encontraban un grupo de habitaciones, acondicionadas para pasar la noche, mientras que el tercero, era para los atrevidos, habían salas de orgías, mazmorras al estilo BDSM, para que quien pisara ese piso, perdiera toda su inocencia.
Todos los socios estábamos reunidos en mi oficina, cuando la puerta se abrió, y entró ella.
Iba enfundada en un vestido negro de mangas, con un escote de V.
Todas las miradas se dirigieron hacia ella.
-Buenas tardes, disculpen la demora.- dijo con una sonrisa amable y caminó, sentándose en unas de las sillas libres.
- Y bueno diganme que les pareció, ¿está todo en orden?- prosiguió.
Todos se dirigieron a ella preguntando sus inquietudes, las cuales ella, respondía convenciendo a todos.
Al otro día en la mañana, llegaría la droga que debíamos vender en el club, por lo que también concretamos esos detalles.
Al salir, Danna se quedó hablando con Parker, y me largué, dejándola con él en la oficina.

Danna
Cuando todos los detalles estuvieron resueltos, me quedé en la oficina, con Daimon Parker.
-Siento mucho, lo de la última vez- me dijo
-Exactamente que sientes, ¿haberte lanzado o quedarte con las ganas?- le dije en tono seductor, mientras me dirigía hasta su silla.
-Siento más la segunda opción- elevó la comisura de sus labios.
El tipo estaba bueno, y yo a pesar de la acción que había tenido la noche anterior, estaba con una calentura incontrolable (consecuencias de no tener mañanero).
Me senté en la mesa frente a él, él club ya estaba vacío, se que Sthep, cuando me vio se marchó porque tenía clara mis intenciones.
Me abrí de piernas, mostrándole, el hilo color negro, de encaje que llevaba.
- ¿Haces esto solo para calentarme o me dejarás follarte?- dijo, algo tenso.
- Tu día de suerte- le respondí.
Subí el vestido a mi cintura, acerqué la silla a mí y lo besé.
Me siguió el beso de manera desenfrenada, su lengua y la mia se acariciaban, y mordía mis labios, de una manera deliciosa, joder, él sabía lo que estaba haciendo.
Me separé de él y heché las bragas a un lado, lo tomé del cabello, y lo acerqué a mi centro.
Ya él sabía lo que le estaba pidiendo, y al momento sentí su lengua recorrieléndome entera.
-Mierda- sisee hechando la cabeza hacia atrás.
Si hubiera sabido que sería tan bueno, se lo hubiera permitido desde aquella vez.
Su lengua capturó mi botón rojo, que ya estaba hinchado, de lo excitada que estaba, los gemidos escapaban por mi boca, sin poder evitarlo, y cuando sentí que estaba a punto, lo hale más fuerte para que intensificara sus movimientos, y paró.
Pero no me dio tiempo a objetar, me volteó, pegando mi pecho a la mesa y dándome una nalgada.
- Eres deliciosa, pero no voy a perder el placer de sentirte viniéndote encima de mi- y se clavó de una estocada en mi canal.
Un grito abandonó mi boca, entonces, la sacó y la deslizó de arriba abajo por mi raja, esparciendo mis fluidos, hacia el clítoris y empezó a acariciarlo con su punta.
Me estaba volviendo loca y solo quería sentirlo.
- Métela
- ¿ Que dijiste?
- Que acabes de follarme, si no quieres salir de aquí, desmembrado.
Y de una estocada volvió a mi interior, empezó a embestirme con fuerza, el sonido de nuestros cuerpos chocando era delicioso, y más acompañado de nuestros gemidos, y palabras sucias que me decía al oído. Sentí como el orgasmo se iba formando, y como su polla empezaba a latir, en unos segundos terminamos juntos, siguió moviéndose, alargando mi orgasmo, y cuando soltó todo, azotó mi culo y me sujetó al bajarme de la mesa, ya que mis piernas temblaban.
Cuando recuperé el equilibrio, se alejó y comenzó a vestirse, mirándome con una sonrisa de suficiencia.
-¿Cuándo repetimos?- me preguntó y fue mi turno de reir.
- Lo siento pero no reciclo.
- Ay Danna, Danna, no discutiré contigo de eso, solo que te haré mojarte tanto o más como hoy, y me pedirás tu la repetición, tiempo al tiempo.- me dijo y salió de la oficina.
Uf , estuvo intenso el polvo, y es verdad me calentó bastante, pero dudo que vuelva a repetirlo, después de todo, cuando mi ninfomanía está fuera, es difícil dejar de follar, y otro como él lo encuentro, al instante, además mañana ya es la apertura del club, y ahí si me divertiré bastante.

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