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Había pasado una semana y las cosas iban bien. Jimin estaba feliz de asistir a clases, le emocionaba asistir, convivir y conocer nuevos amigos, le gustaba hacer tarea y participar en clases, en conclusión le encantaba ir a la preparatoria.

Excepto por una cosa, él pelinegro no había aparecido por ninguna parte, tampoco asistía a su clase, mucho menos lo había visto por los pasillos de la institución, a excepción de una vez, dónde decidió seguirlo para hablarle y entablar con amistad con él, pero rápidamente lo perdió de vista y su plan de tener un nuevo amigo quedó desechado.

Ahora se encontraba suspirando en medio de la explicación del maestro. Jimin comenzó a extrañarse, ya que el siempre se mantenía atento y emocionado por un tema nuevo, pero esta vez solamente buscaba que el timbre sonara y diera por finalizada la clase.

De un momento a otro el maestro detuvo su explicación y todos los presentes dirigieron su vista hacia el pelinegro que se encontraba en la puerta.

—Ujum, ¿Se le ofrece algo?, señor...—Haciendo una pequeña pausa, esperando su apellido.

—¡Mira, Jiminie!—Le gritó bajito su amigo, JungKook y Jimin rápidamente lo calló para poder escuchar claramente la conversación entre profesor y alumno.

—Min.—Respondió, con una gruesa y ronca voz que resonó por todo el salón.

—Señor Min.—Completo él maestro.—¿Que acaso no sabe que estoy en clase y no puede abrir así como sí nada la puerta?.

—Si, lo sé.

—¿Entonces por qué no tocó antes de entrar?.

—No se me dio la gana.—Encogiendose hombros, restándole importancia.

—Señor Min, su actitud no es para nada aceptable en mi salón así que le pido que se retire y vuelva a su salón.

—Este es mi salón.—Él maestro frunció el ceño.

—Lo dudo.

—Me acaban de trasladar por que tuve un problema con él maestro y me asignaron a este salón.

—¿Qué problema?—Él pelinegro rodó sus ojos, para después bufar.—Me negó la entrada al salón con sólo un minuto de retraso y lo envié inmediatamente al inframundo.

—¿Inframundo?...—Él profesor pareció meditarlo un momento, para después pegar un pequeño brinco en su lugar.—hijo de Hades.—Susurró con temor para él.—P-por favor tome asiento, la clase acaba de comenzar.

Él pelinegro no agradeció y avanzó por la alfombra roja para llegar a el final de las bancas, ya que no quería estar cerca del maestro y quería aprovechar para dormirse sin que le dijeran algo. La única desventaja era que había alguien a su lado, más le valía hacer distancia por que no quería hablar con absolutamente nadie.

Por otro lado, los nervios comenzaron a invadirle a Jimin y más todavía cuando Jungkook volteó desde la banca de a bajo y le guiño un ojo, haciendo que sus mejillas se tornaran rositas.

Pero esta vez Jimin tenía miedo de encarar al pelinegro, no quería terminar humillado como él profesor, tampoco quería mirarlo a los ojos por que sabía que quedaría hecho piedra, hablando figurativamente.

Se mantenía "atento" a la explicación del maestro, pero en realidad solamente era una excusa para no caer en la tentación de mirar al pálido.

Por medio de su oído escuchó como él pelinegro empezaba a roncar discretamente, dado señal de que se estaba durmiendo. Así que no pudo evitar mirarlo por el rabillo de su ojo, pero su acción se vio interrumpida cuando este abrió los ojos repentinamente.

—¿Qué estas viendo?

—Y-yo, nada, nada...—Centrándose en el profesor, fingiendo atención. Pasaron cinco minutos después para que pudiera voltear nuevamente, pero esta vez fue atrapado.

—Te vi.—Habló la voz ronca y gruesa del pelinegro, causando que la piel de Jimin se erizara.

—No, no, yo no estaba viendo...

—Si sabias que por mentir puedes ir al inframundo, ¿verdad?

—Amh, y-yo soy inmortal...—En cuanto pronunció esto, él pelinegro se interesó inmediatamente, arqueando una ceja.

—¿Quiénes son tus padres?—Preguntó secamente, pero con una pizca de interés.

—Ares, dios de la guerra y Afrodita, diosa del amor y la belleza.—Habló con nerviosismo por la mirada intensa del pelinegro sobre él o más bien, sobre su cuerpo.—Y-y ¿cuáles son tus padres?—Jimin quería abofetearse por su pregunta tonta, pero al verla la facción neutra del contrario supo que no había hecho una pregunta tan estúpida después de todo.

—Hades y Pérsefone.

—Oh, si, él tío Hades se lleva muy bien con mi papi. No sé cómo nunca te había visto, y eso nos reunimos muy seguido.

—Nunca acompaño a mi padre cuando tiene eventos a que asistir. Todo el mundo me desagrada y por eso prefiero quedarme en el inframundo con mi madre, si es que esta.

—¿Por qué no debería de estar?

—Pfff, se ve que no sabes nada de la primavera, princesita.

—¡No soy una princesita!

—Por supuesto que si, pareces una mujercita con ese pelo rosa.—Despeinando con fastidio la cabellera de Jimin, mientras este intentaba alejar su mano de su cabello.

—¡Déjame!—Sin darse cuenta, alzó la voz y resonó por el salón, llamando la atención de todos los presentes.

—Señor Park, ¿hay algo qué quiera compartir con la clase?

—N-no, lo siento.—Se levantó para hacer una reverencia, seguido por sentarse nuevamente. Hasta ese momento Min le estaba cayendo mal, pues gracias a él le habían llamado la atención por primera vez, además de que tenía un carácter para nada simpático.

—Hey, princesita, ¿que hay que hacer?—Le habló Min, a lo que Jimin inmediatamente lo ignoró, concentrándose en la explicación del maestro.—Oh...ya veo, me vas a ignorar.—Sonrió ladino, pensando en que Jimin estaba provocándolo, así que decidió demostrarle que a él nadie lo ignoraba. Levantó la mano, piendo autorización al maestro para hablar, a lo que este se lo concedió rápidamente.—Park me está distrayendo, creo que sería buena idea mandarlo a dirección.—Jimin lo miró rápidamente con los ojos bien abiertos, no podía creer que estuviera haciendo una mentira solamente por no haberle contestado.

—Profesor, Min se sobre paso con mi espacio personal y para mí eso es acoso, ¿no sería prudente enviarlo a dirección?—Jimin se levantó inmediatamente, buscando darle un giro al asunto.

—A-ah, ¡vayan los dos a la dirección!—Al escuchar eso los mencionados tomaron sus mochilas y salieron del salón, para después caminar hasta la dirección, pero Jimin se extraño cuando Suga se dirigía al lado contrario.

—La dirección está por acá.—Apuntó él pelirosa, pero fue ignorado por completo.

—Pfff, ¿quién dijo que iría a la dirección?—Y entonces avanzó, dejando atrás al pelirosa de mejillas abultadas.

Jimin pareció meditarlo, no podía ir a la dirección él solo, sino Min no recibiría su castigo, así que mejor optó por alcanzarlo, debido a que ya se encontraba a una larga distancia de él.

❦ღAMOR EN EL OLIMPO ღ❦  [MYG & PJM]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora