________ Beso en la mano.

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Lo profundo de una noche húmeda tras una fuerte lluvia fue el lugar pactada para su encuentro, estarían solos por el resto de la noche.

- Gracias por venir. - Fue lo primero al decir, las velas a su alrededor junto a la luz de la luna que se alcanzada a filtrar por la ventana era lo que evitada que sus figuras sean tapadas por la oscuridad. Las ropas que solían usar regularmente ajustadas, sumado a los cuernos que adornaban la cabeza de Shura, como hombre bestia que era, a Shiryu le hacían la imagen que estaba frente a un incubo, un ser de pura maldad y lujuria que quería que quería llevarlo en sus brazos.

Sabía que Shura no era así, pero de todos los modos se sentía incomodo por pensar en esa posibilidad de una forma que le parecía agradable e interesante de dejarse llevar. Porque lo conocía, desde hace años como compañeros de entrenamiento.

- No es por nada. - Bando un paso al frente menciono. - Sabes que te tengo confianza. - Shura sonrió de lado al escuchar eso, tenía la sensación de que sonada seductor. Dejando un escalofrió en su cuerpo.

No sabía si era el ambiente, pero sentía una tensión fuerte en el ambiente. Mirándose a los ojos por unos segundos antes de que el hombre bestia sujetara su mano, besando el dorso de esta, de tal forma que sus labios tardaban en despejarse de ella.

Un gesto de amor.

Shiryu como caballero se le había enseñado que un beso en la mano significada un acto de amor sincero hacia la persona que lo residía. Era un equivalente a mostrar la confianza que te tenia, por eso se les enseñada a saludar de esa forma a las doncellas de la alta sociedad. Besando el dorso de la mano se les mostrada el respeto que les tenían.

Sentía que el gesto se volvía hipócrita con esto último. Levantando su mano hacia el techo detallo el punto específico donde le habían besado.

Shura era un hombre bestia de la raza de las cabras, por lo tanto en su cabeza adornaba unos cuernos negros, delgados pero por sobre todo hermosos. Al ser este un hombre bestia era bastante factible pensar que sus reglas y comunidad no eran las mismas que las de los humanos.

- ¿Te quedarías conmigo esta noche?

- He escuchado que los hombres bestia se movían por instinto a la hora de cortejar sus parejas, a su vez, muchos tenían esa necesidad natural de conseguir su "Amor destinado" O su "Hilo rojo" Al tenerlo llegaban a ser capaces de cuidar de esa persona como si veneraran una reliquia de gran valor.

- Depende mucho de la especie. Pero somos, o mejor dicho yo soy capaz. - Con su otra mano acaricio el rostro del contrario, pasando sus dedos por su cabello. Levantando su mano otra vez y volviéndola a besar, pero está trazando varios besos más sobre esta, bajando por su brazo hasta besar su mejilla. - ¿Sabes que esto es un tabú? - No solo al ser los 2 hombres, si no de ser un humano y un hombre bestia. Antes de que Shiryu volviera a hablar, esta vez, cuestionando sus palabras Shura interrumpió como si fuera capaz de entender que le iba a decir. - Te conozco desde hace años. - Era verdad, la primera vez que se vieron si bien tuvieron sus choques y diferencias, rápidamente se empezaron a llevar bien. Volviéndose compañeros, si bien, aun diferencian en varios aspectos, para quien los viera puede decir que eran inseparables sin mayores dudas. - Tu mismo lo dijiste hace rato. Entre hombres bestias tenemos esa necesidad de conseguir una pareja por el resto de nuestras vidas, tenemos instintos animales por más que nuestra mentalidad sea enteramente la de un humano.

Suspiro. - Comprendo a lo que quieres llegar. - Acariciando la mano de Shura con su pulgar sentía un amargo sabor de boca sabiendo lo que venía. No refiriéndose a esa noche, si no a las próximas semanas.

- Tú eres quien quiero el resto de mi vida. He querido decírtelo desde los... Desde los 16... - Rio con pesadez. Era satisfactorio quitarse eso de encima, no obstante, a su vez también era pesado por el contexto en el que estaban. Agridulce al fin de cuentas, era quitarse las cadenas que sus instintos le tenían pero no de forma satisfactoria. - Te amo. Me iré al infierno por eso, pero ya no me importa mucho. Si me tendré que quedar con una mujer, el que me interesa debe saberlo.

- Me alagan tus palabras. Siento lo mismo. - Acariciando su rostro termino de llevar la situación y lo beso. Un beso fuerte y prolongado donde sus cuerpos no se separaban, sujetándose de forma posesiva.

- Ya hemos llegado muy lejos. ¿Terminamos? Solo te aviso que mi libido sexual es... Bastante más que el de un humano.

- Hagámoslos. - Sin objeciones se quito la camisa, ante los ojos llenos de deseo de Shura. Estarían solos por el resto de la noche, y muy seguramente no sería la única. 

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