VlllNo le puedo dar estrellas a quienes le temen a la noche.
Elena Poe
Permanecieron en silencio y abrazados por lo que pareció una eternidad, ella no dijo nada solo se aferró a sus brazos; a esos brazos que por primera vez en su vida la hicieron sentir protegida.
Él tampoco dijo nada, solo dejó que aquella frágil chica llorará en sus brazos. Aquella chica que había logrado romperlo después de tantos años.—Ya pasó, te juro que nada volverá a hacerte daño ok. —le dió un beso en la cabeza y al instante la pelirroja se separó un poco de él para verlo a la cara.
Se vieron a los ojos y Cristiano al sentir su mirada de confusión se arrepintió de haberle dado el beso.
—Por favor ya no llores, la chica va ha estar bien y todo gracias a ti. —murmuró y con su pulgar le limpió algunas lágrimas— El tipo no logró hacerle daño y no hay razón para que llores.
—Iba a abusar de ella... —dijo en voz baja.
—Pero no pasó porque allí estuviste tú y gracias a ti se pudo evitar.
—No fue gracias a mí, sino a ti que fuiste a salvarla.
Cristiano iba a responderle pero se quedó callado cuando vió que ella se alejó de él bruscamente. Sofía se había dado cuenta que había pasado demasiado tiempo abrazada a él y eso la hizo sentir incómoda ya que ella no podía abrazar a ningún hombre sin sentir repudio, claro, a excepción de Luca y Tato quienes eran los dos únicos hombres que ella podían abrazar.
Él la miró nuevamente y se dio cuenta que sus ojos ya no eran color aceituna sino azules, eso llamó mucho su atención.
—¿Tus ojos no eran verdes?.
—Si —respondió ella llevándose la mano a los ojos—, son pupilentes.
—Me gustan el color de tus ojos originales —dijo sin querer y eso provocó que la pelirroja se sonrojara.
—Tengo que irme a casa, ya es un poco noche.
—¿Quieres que te lleve?.
Sofía iba a decir que no, pero luego recordó que su hermana no se había molestado en responder ninguna de sus llamadas y mensajes. Así que estaba en problemas.
—¿Entonces?... —le preguntó y ella bajó la mirada.
—Yo... —titubeó— Voy a esperar a mi hermana, ella dijo que vendría por mí y quedamos en irnos juntas.
—¿Estabas aquí sola? ¿Por qué?.
—Por qué... —lo miró a la cara y no supo que responderle.
—Eres menor de edad y vienes sola a un lugar como este, ¿que dice tu madre sobre esto? —Su comentario hizo que Sofía se enojara, ¿cómo se atrevía si quiera a mencionar a su madre?.
—Eso a ti no te importa, así que no te metas en esto ok.
Se dió la vuelta y comenzó a alejarse del club, ni siquiera sabía a dónde iba, ella lo único que quería era alejarse de él y tratar de olvidar lo que había pasado esa noche.
Cristiano iba detrás de ella y maldijo en su mente por lo obstinada que era, ¿por qué tenía que ir detrás de una niña inmadura como si él fuera un adolescente?. ¿Por qué se dejaba mangonear de esa manera por ella? ¿Por qué?...

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Y si te digo adiós
Teen FictionElla está al filo del precipicio ah sí que... Oh tomas su mano o la empujas. Para Sofía la palabra felicidad no estaba en su vocabulario, desde niña el dolor y el sufrimiento la han acompañado y eso la ha hecho inmune al amor. Y pensó que lo era has...