¿Y tú?
¿Que guardas bajo la armadura?
¿El corazón o la herida?
Sara Bueno
—Debes perdonarlo y olvidar, olvidarlo todo antes que el odio te consuma y no haya vuelta atrás. —dijo con tristeza. Cada palabra que salía de su boca estaba llena de dolor por todo lo que le había pasado.
Todos creían que la pelirroja no sufría y que su vida era color rosa, pero estaban equivocados porque ella había sufrido demasiado para una chica de su edad. Su hermana la vió directo a los ojos y negó con la cabeza.
—No comprendes Sofía y jamás lo harás.
Azul se dió la vuelta muy decepcionada por el comportamiento de su hermanita, pero antes que avanzará Sofía decidió sacar del sufrimiento que guardaba.
—¡Te encanta hacerte la víctima!. A ti siempre te encantado hacerte la víctima y que todos te tengan lastima. Te gusta que todos te vean como la chica que a sufrido mucho, te encanta ese papel pero conmigo no funciona Azul —hizo una pausa y limpió sus lágrimas que corrían por sus mejillas, quizás sus palabras eran duras pero a ella le dolía mucho más—. Jamás te voy a tener lástima hermana, eso jamás.
—¡No puedes hablarme así cuando no has sufrido ni una pizca de lo que yo sufrí! ¡No puedes juzgarme cuándo tu vida ha sido color de rosa y todos tus caprichos han sido cumplidos! No puedes.
Sofía se sintió triste e impotente cuando la escuchó, ella pensó que Azul solo veía la careta que ella le mostraba a los demás y que en realidad no la conocía. Sofía deseaba que todos vieran su pesar pero tampoco se atrevía a mostrárselos.
—¿Quién dice que eres la única que ha sufrido? Todos hemos sufrido Azul, todos incluyéndome.
—No yo...
—¿Sabes cuando dolor tengo dentro de mi? —le preguntó y su hermana negó con la cabeza— Por supuesto que no lo sabes. Yo vi como te quitaste la vida con esa pistola, yo vi como caíste y como la sangre corría por el piso, la imagen aún la tengo en la cabeza y todos estos años lo he intentado borrar pero no puedo. —cierra los ojos— Me han hecho daño Azul, me han hecho mucho daño pero yo siempre decido perdonar; perdoné a mi madre por lo que te dijo esa noche, perdoné a papá por morirse, te perdoné por dispararte y me perdoné a mi por no impedir que te disparas.
La pelirroja abre los ojos y comienza a llorar
—También me duelen muchas cosas Azul, pero yo decido perdonar y no hundirme en el odio hermana. Todos sufrimos, mamá sufrió demasiado también.
—Eso es mentira, ella jamás me quiso y no tuvo por qué sufrir. —Azul frunce el ceño y niega con la cabeza.
—No Azul, mamá te amaba y eso yo lo sé perfectamente apesar de que ella intenta decir lo contrario. Desde el accidente quedó prohibido mencionar tu nombre y yo no entendí el porque hasta que un día lo ví. —se limpia las lágrimas y continúa— Mamá como cada noche se encerraba en el estudio, desde ese día mamá se encerraba todas las noches en el estudio y salía una hora después. Yo la ví, vi como ella entró y se quedó pensativa un momento para después dirigirse al librero donde en el quinto piso bajó un libro color rojo, regreso a su lugar y al abrirlo comenzó a llorar. No entendía el porqué todas las noches hacia eso, se iba al estudio tomaba el libro rojo y lloraba con 45 minutos mientras contemplaba el libro, no era capaz de preguntarle así que me cansé de ver su rutina todas las noches y en la mañana fui y tomé el libros. ¿Sabes que vi? ¿Sabes el porqué mamá lloraba cada que tomaba el libro?.

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Y si te digo adiós
Fiksi RemajaElla está al filo del precipicio ah sí que... Oh tomas su mano o la empujas. Para Sofía la palabra felicidad no estaba en su vocabulario, desde niña el dolor y el sufrimiento la han acompañado y eso la ha hecho inmune al amor. Y pensó que lo era has...