X

247 31 4
                                    

Félix

Noto a Marinette un poco incomoda y nerviosa.

¿Cómo no va a estarlo? Si el chico que le gusta esta aquí, en su habitación.

Tienes razón.

Estamos sentados en el suelo mientras ojeamos las hojas.

Adrien está sentado por el escritorio de Marinette mientras mira su celular.

—¿Marinette estás bien?.—Dije

—¿Por qué no lo estaría? Estoy bien.—Sonrío

Desvíe mi mirada y la sentí acercarse.

—¿Por qué le dijiste que viniera si ya terminamos?.—Dijo susurrando.

Aunque no es muy buena haciéndolo.

—Porque pensé que te gustaría que estuviera aquí.—Dije susurrando también.

—Ehh claro que no.—Dijo

Recogió los papeles y se levantó. Yo también me levanté.

—Adrien, lamento que vinieras para nada pero nosotros ya terminamos el proyecto.—Dice mirándome mal.

—Oh, lo entiendo. Entonces me iré con Félix a casa.—Escuche decir a Adrien.

—¿Pero Marinette no hace falta hacer algunas correcciones en el proyecto?—Dije mirándola también.

—Te dije que eso lo haría yo después.—Seguimos mirándonos.

–¿Pero porque no hacerlo ahora?–Dije con una sonrisa.

Ví cómo suspiro, implorando paciencia.

—Félix, ya dijo que lo quiere hacer sola, no la obligues.—Dijo.

—Esta bien, cómo desees. Entonces podemos irnos.—Dije recogiendo mis cosas.

—Voy bajando.—dijo Adrien.

Termine se recoger mis cosas y voltee a ver a ver a Marinette.

–¿Por qué no lo invitas a salir?.

¿Por qué dije eso?.

Porque eres un metiche.

Marinette

¿En serio dijo eso?.

Si, lo dijo.

—¿P-por qué lo haría?.—Voltee a verlo.

—Ehh no sé, porque claramente te gusta y deberías aprovechar ya que está aquí.—Dijo Félix mientras recogía sus cosas.

—No me gusta.—Dije firmemente.

—Si tú lo dices.—Dijo volteando los ojos.

¿Pero que le sucede?.

—Claro que lo digo, lo digo muy enserio.

—Bueno

—Bueno

–...

–...

Después no dijo nada. Pero claro, no podía quedarse callado.

—Bueno, si dices que no te gusta porque no aceptas la salida que te dije.—Dijo está vez mirándome.

—Porque no quiero.

—¿Y porque no quieres?.—Dijo acercándose.

Le gusta mucho acercarse a la gente o es mi imaginación.

Creo que es tu imaginación.

No lo creo.

—Porque no.—Dije retrocediendo con nervios.

—No es una buena respuesta, Dupain-cheng.

—¿Q-que?.

Sentí una mesa detrás de mi y no ví que quedamos tan cerca, hasta que pude sentir su respiración.

Nos miramos durante un buen rato.

No sabía porque no podía alejarlo. ¿No era raro tenerlo tan cerca de mi, cierto?.

Para nada.

—Félix el carro ya está...

Dijo Adrien entrando. Al verlo nos separamos al instante.

—Aqui.—Dijo Adrien terminando la oración.

Nos quedamos mirando entre todos hasta que Adrien rompió el silencio.

—¿Hay algo entre ustedes?.—Dijo mirándome y luego a Félix.

Voltee a ver a Félix y cuando quise contestar él ya lo había hecho.




¿Es posible querer tanto a alguien?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora