¿Es posible querer tanto a alguien?

XII

Marinette

Bueno, eso estuvo... no tengo palabras.

Subí al balcón y justo en ese momento Félix ya había salido de la panadería y se encaminó hacia el auto. No sin antes mirar justo al balcón.

Levantó la mano y yo hice lo mismo, un saludo simple pero bonito. Y sin más, entro en el auto.

Tal vez debería hacer las últimas correcciones del proyecto mientras me coge el sueño.

Félix

El trayecto a la mansión Agreste estaba silencioso, mejor. Hasta que Adrien lo interrumpió.

—¿Y que tal el proyecto? ¿Ya está terminado, cierto?.—Dijo Adrien

—Si.—Me límite a decir.

—Ahh que bien, Marinette aunque llega tarde es una buena estudiante. Aunque a veces se le olviden las tareas jaja.—Dijo Adrien mirando por la ventana.

—...

—¿Puedo preguntarte algo?.

—Claro primo.—Dije mirándolo.

—¿Que hay entre ustedes? No me lo tomes a mal, solo me interesa, eso a todo.—Dijo con una sonrisa aunque lo veía incómodo. Su pierna no dejaba de moverse de arriba abajo.

—No sabría decirte, yo tampoco se.

Y estaba siendo sincero, no sé que hay entre nosotros. No somos amigos aún, no la conozco mucho pero me gustaría hacerlo. Tal vez le mandé un mensaje.

—Ah entiendo.—Dijo sin más.

Llegamos a la mansión Agreste y Natalie nos dijo que la cena estaba lista.

Cenamos solo Adrien y yo. Se veía feliz.

Tengo entendido que el desayunaba, almorzaba y cenaba solo. Todos los días, esa era su rutina.

Ahora que me daba cuenta Adrien ha estado más feliz desde que estoy aquí. Tal vez debería dejar de comportarme como un idiota.

Bueno bueno, no soy un idiota. Es es mi personalidad.

De idiota.

No lo es.

Como digas.

Terminamos de cenar y me dirijo a mi habitación cuando Adrien llama mi atención.

—Ey Félix.

Me voltee.

—¿Que vas hacer? Podemos jugar al baloncesto.

—Tal vez mañana primo, estoy cansado.

—Esta bien, duerme bien.

Cerré la puerta y me lancé en la cama.

Tal vez debería escribirle a Marinette ¿No?.

¿Que estará haciendo?

Tomé mi celular y abrí el chat.