Capítulo 12

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Los días parecían ir cada vez más rápidos. Faltaba una semana para poder ir a la apertura del parque de diversiones y Max ya quería que llegara.

Últimamente con Jane y Ziggy distraídas, gracias a los entrenamientos
del equipo, no les daba ni el tiempo de fastidiarlas. Era perfecto, su días eran mas normales.

Ya iba una semana de tranquilidad.

Max incluso asistiría a los entrenamientos y siempre lograba ver a Jane, sin que esta estuviera burlándose de ella. Algunas veces podía jurar de la castaña la observaba de reojo, pero estaba tan concentrada en vigilar que no estuviera constantemente cerca de Mike, que no pudo estar del todo segura.

De vez en cuando, en medió de los entrenamientos, ellos se daban unos castos besos en los labios. Claro que Max rechinaba los dientes cada vez que los veía, pero después el chico tenía que seguir con el partido y duraban casi toda la tarde separados.

Hoy se encontraba nuevamente observandola. Había quedado un poco traumada desde la última vez que estuvo en las gradas y por ello procuró estar toda la hora pendientes del balón y a dónde lo lanzaban.

Después, cuando la porristas se estaban tuvo que ir a esperar a Beverly fuera de los vestuarios. Estaba tardando demasiado.

De la nada, la puerta se abrió, mostrando a una enojada Jane que llevaba nada más que un top blanco y una falda de jean, su cabello estaba mojado y olía a vainilla.

Max tuvo que echarse hacia atras, ya que la castaña había lanzado la toalla contra el piso y al parecer aún no la había visto.

-¡Maldita pelirroja!- exclamó en un pequeño murmuró, pero lo suficientemente alto para que las chicas del vestuario la escucharan. Apretaba los dientes y se frotaba las manos.

En verdad, verdad, estaba increíblemente sexy y tierna. ¿Cómo eso era posible? Pronto la mirada chocolate se posó en ella y abrió los ojos con sorpresa, seguidamente fruncio el ceño ya que no se encontraba de ánimos para la ojiazul.

-¿Qué mierda mirás?- le dijo bruscamente.

Max volvió a la realidad. Al ver el rostro, se fijó en los labios y recordó el besuqueo de Jane con su novio. Apretó las manos y se acercó a la castaña.

Jane, un poco desorientada, se alejó unos cuantos pasos.

-¿Qué te pasa?- acusó a Max, prácticamente fulminadola con la mirada.

-Peleaste con Beberly, ¿cierto?- preguntó, más creca de lo que planeaba.

Jane volvió a retroceder y Max avanzó un paso más.

-¿Qué te importa si peleé con esa perra?
igual, es su culpa, por no parar de ladrar.- dijo, apoyándose de los casilleros a sus espaldas.

Max estaba muy cerca.

-Ella no e suna perra, no te confundas contigo misma.- espetó, acercándose aún más y acorralado a la castaña.- Mas te vale que no le hayas hecho nada.

-Aww, ¿Por qué? ¿Es tu novia?- preguntó, con un tono adorable completamente falso y atravesó a Max con la mirada. La última palabra la soltó con una amargura palpable.

La pelirroja perdió la compostura, por un momento parpadeo confundida y alejó su rostro de la ojimarron.

-¿Novia? Para nada, es una de mis mejores amigas.- aclaró y casi pudo ver cómo la mirada de Jane se relajó levemente, sería su imaginación.- Por eso no quiero que chicas como tú la molesten, me enferman.

-¿Enfermarte? Si yo soy unas de las chicas más deseadas del colegio, te quedas patética.- rodó los ojos, y alzo la barbilla con superioridad.

-Pues ya veo, tu querido novio lo demuestra comiéndote la boca todos los días.- dijo y observó al instante una sonrisa burlona formándose en los labios de Jane, que le estaba provocando una seria irritabilidad.- ¿Qué te pasa? ¿por qué sonríes?

-Te molesta, ¿No?- preguntó, insinuante, y Max parpadeo.

-Que tontería es esa.

-Por favor, si siempre nos estás mirando. Que desagradable, ¿acaso estás enamorada de mí o algo? Esa sería la única explicación de por qué nunca me puedes quitar los ojos de encima.- dijo, con una mirada burlona y un tono venenoso.

Max sintió su corazón acelerarse, pero la indignación se apoderó de cada fibra de su cuerpo. Observó a la castaña con tanto odio que el rostro de Jane se mostró ligeramente conmocionado. La intensa mirada color azulada lograba intimidarla un poco.

-¿Enamorada? ¿Yo? ¿De ti? ¡Ja!- soltó la pelirroja con una carcajada falsa, y se alejó de la chica unos centímetros, observando fijamente sus ojos.- Nunca en la vida podría fijarme en alguien tan jodida como tú. Primero seguro besaria a tu amiga, Angela, antes que a ti.- sonrió mordazmente, aunque no era del todo cierto lo que decía.

Tomó una posición confiada para agregar lo siguiente.

-Ademas, no me gustan las bajitas.- dijo eso último alejándose de ella como si tuviera una enfermedad contagiosa. Observó el rostro enojado de Jane y sus ojos húmedos.

¿Eran lágrimas? Imposible.

-Que suerte, ya me estaba preocupando de tener una perdedora babeando por mí. Ya es suficiente con el resto de la escuela, fenómeno.- dijo, acomodandose la mochila en el hombro, aunque ahora su voz se escuchaba ahogada, y fue tanto así, que su rostro cambió momentaneamente.
Max empezó a sentir un gran dolor en el pecho y, sin saber que hacer, intentó acercarse, pero Jane se alejó de ella, hablando con la voz rota.- Haz un favor con tu vida, vete a otro país y simplemente desaparece.- se dio la vuelta y se fue por el pasillo.

Max seguía inmóvil en su lugar con una punzada dolorosa en el pecho, pero esas palabras fueron muy hirientes como para hacerla quedarse en su sitio y no ir corriendo a besarla hasta quedarse sin aire en los pulmones.

Oh. Eso era nuevo.

En ese momento, que la había visto tan vulnerable y con los ojos húmedos, había sentido unas increibles ganas de besarla.

Qué mierda, cada vez empeoraba más.

Fuertes declaraciónes.

Nuevo cap espero les guste perdón por la tardanza.

Gracias por leer y si quieres vota.

Rivales ·elmax·Donde viven las historias. Descúbrelo ahora