Capítulo 10

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Al fin era jueves, eso quería decir que faltaba un día para el viernes y pronto el tan anhelado fin de semana.

Max se encontraba un poco mas felíz, de alguna forma. Últimamente sentía que tenía una ventaja sobre la castaña, y era molestarla.

Seguía sin comprender por que la ojimarron terminaba rabiando, pero cada vez que Max le hablaba lindo a una chica o era coqueta con un chico, Jane la miraba como si fuera a jalarla por los pelos.

Hoy en en la mañana, en el laboratorio de biología, había sido alucinante pero no del todo, ya que terminó con un encéfalo de vaca en su cuello(lo típico).

Ella tenía como compañera de mesa a Taylor, una chica linda de su clase. Nunca habían hablado mucho, pero hoy decidió ser muy encantadora con ella y, para su sorpresa, la chica le habló muy animadamente.

Aún recuerda cuando dijo un comentario sobre sus ojos y ella se sonrojó. Max se felicitaba interiormente, no sabía que tenía algun talento para coquetear y menos con las chicas.

Miro divertida como toda la clace Jane cortaba el encéfalo, prácticamente clavando el cuchillo en la tabla, mientras observaba fijamente a Taylor. Luego la fulmino con la mirada a ella y Max prefirió mantenerse alejada.

Había sido el colmó cuando Taylor, con más confianza, había dejado un beso en la comisura de los labios de Max, al despedirse. Antes de que pudiera hacer algo, Max sintió un objeto pegajoso en su cabello.

Era un tentáculo de animal que acababan de disecar, y Taylor también tenía varios pedazos.

Jane estaba riendo con sus amigas e hizo una cara de "yo no fui" tan falsa, que por esa razón Max no fue a decirle sus cinco palabras.

Pero igual se sentía felíz porque, al salir y limpiarse, cuando volvió se encontró con Taylor estaba hablando con una amiga suya a lo lejos y Jane debía ser quien ayudara a la ojiazul.

Le pareció perfecto. Duro una hora entera escuchando los insultos de la castaña cuando ella se equivocaba. Y también viendo cómo ella rodaba su ojos, sus hermosos ojos.

El problema era que, después de salir de aquella burbuja, cayó en cuenta de todo. ¿Qué coño estaba haciendo?

No intentaba llamar su atención, sólo que le gustaba fastidiar a Jane por que era muy perra con sus amigas. Sí, esa debía ser la razón. O eso se dijo a sí misma, mientras buscaba a sus amigas, que llevaba intentando encontrar hace varios minutos, sin éxito. ¿Donde podían estar?

Buscó en los baños y pasillos, hasta que decidió ver en el campo de fútbol. Las tres estaban allí, observando a los chicos entrenar. Todos, incluso Mike, lucían muy bien con el uniforme azul y el casco. Madison comía unas papas de su bolsa, con sus piernas estiradas hacía delante, mientras Robin y Beverly hablaban de temas trivales.

-No sabía que iban a estar aquí.- dijo, sentándose junto a ellas.

-Se supone que hoy dan los resultados. Todas debemos estar aquí y ustedes, que son mis fieles amigas, también.- dijo Beverly, escogiendose de hombros.
Después se acercó un poco más, susurrando.-Ademas, creo que tengo un flechazo por el defensa.

Se refería al chico de castaño y ojos cafes, ese era Stanley. Max aún lo recordaba, ya que él le tomó una foto el año pasado cuando estaba bañada en pintura, obviamente por una broma de Jane.

-¿Stanley? Es un idiota.- afirmó y la chica hizo una mueca.

-Tu también te fijas en la castaña idiota y yo no te digo nada. Gustos son gustos, querida.- dijo cruzandose de brazos y mirando divertida a su amiga, que tenía un rubor delatandola en las mejillas.

Rivales ·elmax·Donde viven las historias. Descúbrelo ahora