Capítulo 38

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A la semana siguiente Max ya estaba cansada de que las de primero la siguieran, se querían asegurar si estaba bien del brazo, pero ya era viernes así que podría descansar. La pelirroja no comprendía su interés, pero ya estaba cansada de las sonrisas tontas que le daban, más aún cuando algunos chicos de segundo le preguntaron cómo había sido huir de Mike, ella recordando aún como gritaba su nombre.

Había dejado a sus amigas en la clase de informática y estaba frente a su casillero sacando unos libros. Secretamente esperaba encontrarse con Jane, ya que no la veía desde el almuerzo, cuando la castaña le había sonreído toda la hora. Aún se sentía en las nubes. Intentaba hacer toda esa ardua labor sin chocar su yeso con el metal. Cuando cerró la puerta se encontró con una chica de cabello castaño y flequillo que había visto antes. Pertenecía al grupo popular, pero de las de primero. Le sonreía coquetamente mientras vestía el uniforme de deporte, Max sonrió por educación.

-Hola... mmm...

-Lisa, es un placer. ¿Max Mayfield?- preguntó, dándole un beso en la mejilla y observándola con interés.

-Sí, esa soy yo.- dijo sin comprender y torció el cuello, juntando las cejas.-¿Me buscabas?

Lisa río tímidamente y la miró pestañeando.

-Eres más adorable de lo que me habían comentado.- confesó y Max abrió los ojos.

-¿Te... te han hablado de mí?- preguntó aún sin creerse como de una chica invisible ahora era conocida por media escuela.

-Claro, este año has sido el centro de atención en los problemas, aunque tienes antecedentes del año pasado con la guerra de comida.- dijo riendo nuevamente, sus ojos miel brillaron con coquetería.- También cuando sucedió lo del capitán del equipo, dijeron que echaste una buena corrida.

-Ah, Mike no podría haberme alcanzado si no fuera porque me distraje.- dijo en broma mientras guiñaba.

-Sí, todos hablan de eso. ¿Cuándo te quitarán el yeso?- preguntó acariciando extrañamente el brazo bueno de Max, la ojiazul se sintió un poco incomoda.

-Bueno... dentro de otras dos semanas. - arrugó la nariz al sentir un perfume muy conocido para ella.- Oye... tú de casualidad conoces...- no terminó de hablar, ya que la castaña estaba muy cerca de ella.

-¿Sí... ?- preguntó fingiendo inocencia y tomando la mano de la pelirroja. Max quería concentrarse, pero el perfume de Jane la confundía.

-Eh... bueno... conoces a...- - dejó de hablar cuando escuchó un carraspeo a su espalda. Casi de inmediato, Lisa se apartó de Max con los ojos abiertos.

-Jane.- la castaña dijo su nombre como si se tratara de una profesora. Max se giró y allí estaba la chica de la cual estaba perdidamente enamorada.

Jane vestía su uniforme de porrista, sólo que llevaba el cabello suelto y cruzaba los brazos, sus ojos chocolate parecían cuchillas sobre la joven niña castaña.

Max no pensó, quería quitar esa expresión de enojo del rostro de Jane. Al verla, no pudo evitar formar una sonrisa tonta.

-Hopper.- dijo con voz dulce, logrando captar la atención de Jane, que hace tan sólo unos segundos estaba mirando a la niña que temblaba de pies a cabeza.

Jane relajó su rostro, pero siguió con el fuego oscuro en sus ojos, observando a Max con una actitud irritada.

-Con que hablando con las de primero, ¿uh?- preguntó en un tono amargo, Max asintió con la cabeza, pero torció el cuello.

-Sí, estaba hablando con Lisa.- dijo mirando a la chica tras ella y le sonrió. La de primero fue tan descarada que le devolvió la sonrisa, aunque esta se borró rápidamente al ver el rostro de Jane.

-Yo... bueno, quería decirte que Ziggy te busca. Quiere verte en las duchas, ella es amiga de mi hermana y me pidió el favor. - dijo evitando mirar los ojos furiosos de Jane mientras observaba a Max.-Sólo quería decirte eso, nada más.- dijo lo último mirando a Jane, antes de despedirse e irse por el pasillo.

-¿Qué le habrá pasado? Parecía asustada.- comentó Max confundida por la actitud de la chica, luego pareció entender las palabras.- ¿Para qué querría verme Ziggy? ¿Por qué no te lo pidió a ti?

-Yo que sé, estaba ocupada.- dijo rodando los ojos, aunque volvió la atención a Max.- ¿No que no te gustaban las bajitas?- preguntó en un tono cortante.

Max frunció el ceño, intentando captar la insinuación. La chica había sido amable, pero ella prefería a las chicas como Jane.

-No todas son malas.- dijo pensativamente y luego sonrió.- Tu hermana es encantadora.

-¡Ja! Claro, supongo.- dijo la castaña, apretando los dientes y actuando con la actitud de diva que tanto caracterizaba a Iris.

-¿Estás enojada?- preguntó un poco divertida. Jane río más fuerte y negó.

-Ya quisieras.

-¿Y cómo te va con tu novio?- preguntó la pelirroja un poco disgustada, ya que
ayer los había visto juntos. No se habían besado, pero no estaba segura de que duraría así por siempre.

-¿Mike? Él está perfecto, estamos de maravilla.- mintió descaradamente y luego alzó la barbilla mientras mostraba una sonrisa hipócrita.- Besa mucho mejor que tú.

Max se tensó, pero sonrió con diversión.

-No parecías opinar eso la última vez. -dijo logrando que Jane pestañease, pero pronto recuperó la arrogancia que la caracterizaba.

-¿Ese beso tonto? Pues sólo lo hice para saber cómo era besar a una chica, nada más, y fue patético...- comenzó a callarse cuando Max se acercó con los ojos azules en fuego, la sujetó de la cintura con su mano sana y la apoyó contra los casilleros.

Al parecer era su posición favorita. Jane colocó las manos en su estómago, pero sin intentar apartarla.

-¿Ah sí?- dijo la ojiazul con un tono venenoso en sus palabras.- ¿No te gustó?

-No me movió ni un pelo.- afirmó sintiendo la respiración de Max quemarle los labios.- Creo que incluso deberías besarme otra vez para demostrarte que no es así.

Max entrecerró los ojos, pensándoselo. La miró con intensidad y Jane se sonrojó.

Acercó el rostro y con su nariz acaricio la de la castaña, también rozándola por la mandíbula y sus mejillas. Le dejaba un rastro de besos calientes por el rostro, luego fue hasta su oreja y la mordió con suavidad, logrando que un gemido ahogado escapara de los labios de Jane.

-Max...- dijo con la voz cargada de emoción y la pelirroja río sobre su piel.

No la besó, siguió dándole pequeñas caricias en su rostro para luego juntar sus caras y apoyar su frente contra la suya, con sus labios prácticamente rozándose. Sus ojos estaban en los de Jane. Se moría por besarla, pero prefirió sonreír cuando la castaña cerró los ojos, esperando el beso, y se separó de ella.

-Pues dile a tu novio que te bese, ya que él sí logra moverte, ¿verdad?- dijo burlonamente al ver como Jane seguía apoyada de los casilleros, con los ojos
cerrados.

Jane abrió los ojos y observó a Max, antes de que su rostro se tornara rojo y mirara a la chica con furia. Apretaba los puños y Max comenzó a reír.

-¡MAYFIELD!-gritó enojada, dispuesta a darle un puñetazo en la nariz. Antes de que pudiera, Max salió corriendo mientras sus carcajadas sonaban por todo el pasillo.

Nimodo jane te llevas te aguantas.

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Rivales ·elmax·Donde viven las historias. Descúbrelo ahora