Capítulo 32

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-¡Nuggets!-chilló con emoción Iris, cuando las recibió en la puerta.

No le dio a Max ni tiempo de saludarla, cuando se lanzó a sus brazos y se le colgó del cuello. La ojiazul empezó a reírse.

-Hola, Iris.- dijo cuando se separaron finalmente, mientras Max veía el brillo en aquellos ojos marrones.

Pero en pocos segundos la niña se separó de la pelirroja, mirándola con el ceño fruncido para luego cruzarse de brazos. Max sabía que estaba en problemas. Tragó en seco.

-¿Qué... qué hice?- preguntó, mirando a Jane y Olivia, que veían la escena muy entretenidas y se encogieron de hombros.

Iris la miraba con ojos amenazantes, mientras daba golpecitos en el piso con la punta del pie.

-¿Por qué no has venido a visitarme, Nuggets?- preguntó acusando a la pelirroja, que abrió los ojos.

-Bueno, yo no he podido porque estuve ocupada.- dió esa vaga excusa mientras se rascaba el cuello. La pequeña diva la
miró con los ojos entrecerrados.

-Pudiste haber venido igual, con mi hermana.- replicó, señalando a Jane, y Max negó con la cabeza.

-No podía... eh, mucha tarea.

-Podrías haberla hecho aquí. Mis hermanas te podían ayudar.- dijo haciendo una mueca y la ojiazul no quería que ella siguiera mirándola con enojo.

-Te extrañé. Te extrañé mucho, Iris. dijo haciendo un puchero y la niña volteó el rostro con arrogancia, aunque intentaba contener una sonrisa.

-Te... te perdono si juegas Play conmigo. - dijo la condición. La pelirroja sabía que - esa niña amaba jugar videojuegos.

-Jugaré todas las horas que tú quieras.- acordó, acercándose a Iris y dándole un beso en la mejilla.

La niña la miró, sorprendida, pero luego le dio un ligero golpecito en el hombro.

-¡Nuggets, no hagas eso! ¡Sigo enojada contigo!- dijo cruzándose de brazos y rodando los ojos al igual que lo hacía
Jane. Era su copia.

-Dios, que linda. Eres igualita a tu hermana.- musitó cubriéndose el rostro con las manos, para luego lanzarse a abrazar a la niña, mientras le daba besitos en la panza y ella se reía.

¡Nuggets... no... nooo!- suplicaba riéndose e intentando huir de Max, pronto reprendería a su ojiazul.

-¿Linda? ¿A qué hermana te refieres? - preguntó Jane cuando se separaron. Max sintió un vacío en el estómago, ya que había dicho aquello sin pensar.

Debía de hacer algo. Piensa, piensa.

-Pues a quién más.- dijo guiñando a Olivia, que se río en alto y le mostró la lengua a Jane. La castaña rodó los ojos.- Vamos, Iris. Quiero jugar contigo.

Iris, olvidando su enfado, tomó a la pelirroja de la mano y la llevó hasta la sala. Las otras chicas fueron a la cocina para hablar y a Max le pareció perfecto, estaría a solas con la niña. Jugaron un rato a un juego de disparos, en el cual la niña le pateó el trasero. Después vino un juego de dragones que fue asombroso, ya que hacían aventuras mientras las dos eran compañeras. En una había que pelear contra un villano monstruoso mientras la otra tenía que abrir la puerta del castillo. Iris le daba al monstruo, pero Max también tenía problemas para llegar a la palanca.

-¡Vamos, Nuggets! No tengo todo el día. - reclamó la niña mientras se levantaba y sostenía el mando, apretando los botones.

-¡No puedo, me tiene acorralada!- se quejó la ojiazul de rodillas sobre la alfombra, mientras veía la pantalla. Habían tres demonios rodeándola mientras ella les echaba fuego.

Rivales ·elmax·Donde viven las historias. Descúbrelo ahora