* ೃ ༄. ꒰Fears and worries꒱ 🍒 彡

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La noticia de que el prefecto de Gryffindor estaba embarazado se extendió como la pólvora en todo el colegio, lo cual lo hizo sentir triste; era algo que sabía que iba a ocurrir, que en algún momento sería muy notorio.

—Estoy seguro de que fue Snape —dijo James, con todo el odio del que era posible.

Al contrario de lo que el chico de cabello grasoso esperaba, la mayoría apoyó a Remus, era alguien bastante agradable que ayudaba a chicos de otras casas y, sí, hacía algunas bromas, pero él solía disculparse y reparar el daño (a veces).

Se llenó de preocupación una mañana en la que una lechuza —que generalmente solo recibía Regulus— llegó a la mesa de los leones, específicamente a su novio, quien lo miró preocupado. Sirius desató la carta de la pata de la lechuza y recibió un picotazo a cambio. Los ojos grises escrutaron la carta y su semblante se transformó en uno preocupado.

—¿Qué pasa, mi amor? —preguntó Remus.

—Mi mamá quiere que vayamos a Grimmauld Place tan pronto tengamos tiempo.

Aquello provocó pánico en el chico mestizo, quien sólo pudo imaginar a su “suegra” lanzándole la maldición asesina a él y a Sirius; se imaginaba las palabras más hirientes que podría decirle la señora Black, y tal vez, también su suegro. En ese momento, Regulus, el correcto hijo de los Black, se acercó con su porte perfecto y dijo con una voz grave:

—Sirius, Lupin, ¿podemos hablar? En privado —aclaró por si James o Peter tenían ganas de ir con ellos. Remus asintió de forma pasiva, mientras Sirius le daba una mala mirada a su hermano menor.

Salieron del Gran Comedor, hasta llegar a un pasillo solitario. Regulus los miró con esa dura y penetrante mirada gris heredada de su familia, la mirada de Sirius era del mismo tono y color, solo que la de él era cálida y alegre.

—¿Qué quieres, Regulus?

—Papá y mamá solo sabe que embarazaste a alguien, fue lo único que dijo Phineas Nigelius; así que piensan que es una novia de sangre pura, por eso quieren conocerla.

—¿Y cómo sé que lo que dices es verdad? —atacó Sirius. No estaba en tan buenos términos con Regulus, pues a este le habían lavado el cerebro con esas estúpidas ideologías de la pureza y supremacía de la sangre mágica. En cambio, Sirius había despreciado fuertemente esas creencias, a tal punto de que el amor de su vida, novio y “madre” de su hijo era un chico mestizo pero tan o más capaz que varios magos denominados de sangre pura.

—Porque aunque no compartimos el mismo modo de pensar —su tono de voz y rasgos faciales se habían suavizado un poco—, sigues siendo mi hermano mayor, y él es tu novio que lleva en su interior a un Black, a mi sobrino. Ah, y el que divulgó el chisme acerca del embarazo de Remus —era la primera vez que el hermano menor de su novio lo llamaba por su nombre de pila— fue Snape.

—Creí que los Slytherin no se traicionaban entre ellos. —Dijo Remus.

—Él y yo no somos amigos. Y mi familia va primero —susurró, yéndose.

Después de esa conversación con el menor de los Black, el apetito se la había quitado por completo a Remus y así se lo comunicó a su pareja, por lo que mientras el de cabellos azabaches regresaba a terminar su desayuno, Remus se regresó a la Torre de Gryffindor por los libros y pergaminos que utilizaría ese día.

La clase de Pociones fue la primera del día y como siempre, Lily había obtenido varios puntos para los leones; aunque también Snape lo hizo para las serpientes, pues el de cabello grasoso parecía tener un don para las pociones. Entonces a Remus se le ocurrió una excelente idea para la visita en la que posiblemente moriría. Se la comunicó a Lily una vez que salieron de la clase.

—Uno de los dos tiene que distraer a Slughorn… de preferencia tú, porque tú eres parte de su “Club de las Eminencias” y seguro te hará una charla larga… entonces puedo tomar un poco de la poción Multijugos…

—No lo sé, Remus, se ve algo ilegal… ¡pero hay que hacerlo! —los ojos verdes brillaban de alegría.

—¿Quién eres tú y qué has hecho con Lily Evans? —preguntó entre sarcástico y preocupado.

—Sigo siendo yo, tonto…

—Te estás juntando mucho con James… —sentenció el castaño.

—No es tan mal chico como yo creía… comentó ella con un tono algo soñador y Remus se dio cuenta de que James estaba logrando su objetivo, estaba enamorando a la imposible y siempre correcta Lily Evans.

El plan elaborado por Remus había funcionado a la perfección; James le había prestado su capa invisible y tras enterarse de lo que había hecho Lily, se sintió cautivado, robándole un pequeño pico. Ella solo lo apartó y lo amenazó con que el siguiente beso “tenía que ganárselo”. Luego, gracias a Regulus, consiguió unos cabellos de una chica Slytherin, una rubia platinada que se parecía a Narcissa Black, la prima de Sirius.

Media hora antes de llegar a casa de los Black por el Londres muggle, se esconden en un callejón La dosis duraría cuanto mucho una hora. Cualquier otra persona se sentiría decepcionada de su pareja si le dijesen que tenía que fingir ser otra persona para poderle presentar a sus padres, pero como los Black eran seguidores de lord Voldemort y expertos en magia oscura, Remus no quería ser asesinado de buenas a primeras apenas entrara en la casa donde vivió su novio cuando era niño.

De repente, ante los ojos de Sirius, ya no estaba su hermoso novio Remus, sino una chica Slytherin a la cual no conocía, pero era delgada, esbelta, de piel pálida, ojos verdes y cabello rubio platinado. Una belleza, tenía que admitirlo. Remus se puso el conjunto que Lily le había prestado: unas botas hasta la rodilla con poco tacón, una falda hasta las rodillas y una camisa con algo de escote.

—¿Cómo me veo?

—Bien, creo.

—Me siento raro con esto.

***

Y ahí estaba, en el sofá de los Black, mientras la señora seguía con su perorata de que por fin Sirius había entendido la pureza de la sangre pero que ser padre a esa edad era algo complicado. En ese momento, sintió como su cabello se empezaba a encoger.

—¡Voy al baño! —gritó, aunque no tenía idea si en la casa Black había baños.

En realidad no iba al baño, iba corriendo hacia la salida. En ese momento escuchó que Sirius gritaba:

—¡Y les mentí en sus caras! ¡Tengo novio, no novia! ¡Y sí, embaracé a mi novio, un mestizo, con sangre de los Black y estamos muy felices esperando al bebé! ¡Porque podemos compartir un mismo rostro y un mismo apellido, pero no somos los mismos!

Fue el miedo lo que los hizo correr como alma que lleva al diablo, no querían perder la vida y menos a su bebé. Pasado el miedo, Remus quedó, ya con su apariencia normal, pero con toda esa ropa femenina.

—Te ves más lindo así.

𝐋𝐈𝐅𝐄 𝐌𝐈𝐑𝐀𝐂𝐋𝐄 | wolfstarDonde viven las historias. Descúbrelo ahora