xv. treacherous tear

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capitulo quince: lagrima traicionera

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LA MUJER BARNES SE  encontraba en su despacho acomodando unos papeles ya que estaba a punto de irse, desde que había a comenzado a salir con Nymphadora hace un par de semanas se había acostumbrado a irse del ministerio de magia desde las diez con treinta, máximo once de la noche, ya no se quedaba hasta más de la medianoche siendo la única en el departamento y la verdad es que ahora se sentía mucho más tranquila y menos estresada que antes.

Alexandra guardó las tres últimas carpetas dentro uno de sus cajones, una de esas carpetas contenía los papeles sobre el caso del secuestro de Luna Lovegood, la sub-jefa de aurores había estado investigando a escondidas y estaba enterada de que la pequeña niña se encontraba en la mansión Malfoy, sin embargo, por más que quisiera juntar a los aurores e ir a rescatarla no podía hacerlo debido a que ahora el ministerio estaba bajo el control de Voldemort.

Cuando la mujer Barnes se puso de pie y tomó su saco preparándose para salir, apenas pudo poner dar tres pasos fuera de su despacho cuando se encontró cara a cara con Rabastan Lestrange, quién la miro directamente a los ojos, tenía una expresión de haber sido traicionado pero a la ves de estar molesto.

—¿Podemos hablar?—le pregunto el hombre Lestrange.

La azabache se le quedo mirando un momento con los labios apretados hasta que asintió y lo guio a su despacho para entrar nuevamente, jamás había visto a Rabastan con esa expresión por lo que supuso que se trataba de algo importante.

—¿Qué se te ofrece, Rabastan?—pregunto la mujer Barnes con frialdad mientras se cruzaba de brazos.

—¿Por que no me dijiste?—la azabache frunció el ceño confundida—No pongas esa cara, Alexandra. Sabes perfectamente de lo que te estoy hablando, ¿por que no me dijiste que Alycia era mi hija?

—¿Conoces a Alycia?—volvió a preguntar Alexandra pero esta vez haciéndose la tonta.

—¡Por supuesto que la conozco! ¡de seguro te llego la noticia de que iba a ser profesor sustituto de Hogwarts desde septiembre hasta diciembre!

—Número uno, bájale a tu tono, tú no eres nadie para hablarme así y no lo permitiré...—dijo la mujer señalándolo con un solo dedo—Y número dos, claro que se que la noticia, lo que no se es que tiene que ver esto con mi hija.

—¡¿Qué que tiene que ver?!—exclamo Rabastan—¡Hace unos días la castigaron con Longbottom, Weasley y Lovegood por intentar robar la espada de Gryffindor, el castigo que les pusieron a los cuatro era apuñalar a un conejo vivo y ella lo hizo sin remordimiento alguno y con una daga que reconocí perfectamente como la tuya! ¡la que te obsequiaron tus padres como reliquia de la familia Rosier!

—Ajá—Alexandra lo miro con una ceja alzada—¿Y ya por eso piensas que es tu hija?

—¡Luego me di cuenta de que sus ojos son azul eléctrico, y ni tu ni Sallow tienen ese tono de azul! ¡así que fui a ver sus papeles y...—

—¡¿Revisaste los papeles personales de mi hija?!—exclamo la mujer Barnes comenzando a también alzar la voz—¡¿Si sabes que eso es ilegal y te puedo de...—

—¡¿Y adivina qué?!—Rabastan le interrumpió con otro grito—¡En la parte de información familiar claro que apareces como la madre biológica, pero en la parte de padre biológico no hay absolutamente nada, solo aparece Edward Sallow como padre adoptivo!—hizo una pequeña pausa para coger aire.

» Y que casualidad que su cumpleaños es el seis de junio de 1983, tan solo siete meses después de que nosotros termináramos en una noche de noviembre de 1982. Y su segundo nombre es Imogen, yo mismo te dije que así me gustaría que se llamará nuestra hija...—dijo esto último con voz débil—¿Por que no me dijiste nada?

—¡¿Qué por que no te dije nada?!—exclamo Alexandra mirando al hombre Lestrange como si fuera una broma y soltó una risita forzada sin gracia alguna—¡No quería a mi hija cerca de un maldito mortífago!

Aquellas palabras provocaron que Rabastan se le quedara mirando fijamente a la mujer Barnes, incluso una lagrima traicionera se resbaló por su mejilla y no hizo nada para quitarla. Cuando Alexandra se dio cuenta de lo que había dicho ya era demasiado tarde para remendarlo, aunque tampoco planeaba hacerlo ya que lo que dijo era cierto.

—Quiero estar en su vida, ya me perdí casi quince años con ella, no quiero perderme el resto...—murmuró el hombre Lestrange con la garganta entrecortada y mientras más lagrimas se resbalaban por sus mejillas—Quiero verla graduarse de Hogwarts, convertirse en una mujer, entregarla en el altar y quiero conocer a mis nietos, que me llamen ¨abuelo Rab¨—soltó un pequeño sollozo—Ya me quitaste la oportunidad de estar presente en su nacimiento, verla dar sus primeros pasos y decir sus primeras palabras, verla crecer y darle ánimos en su primer día de Hogwarts. No quieras quitarme también todo lo que viene, Alex. Si no me quieres en tu vida lo entenderé, estaré lejos de ti, pero por favor déjame estar con mi hija.

Alexandra presiono sus labios mientras sus ojos comenzaban a cristalizarse, se dio la media vuelta para darle la espalda a Rabastan en el momento en el que sintió que las lagrimas amenazaban con comenzar a salir, saco un pequeño pañuelo de ceda para colocar una puntita en cada extremo de su ojo, justo en el lagrimal y que así el pañuelo absorba toda el agua, dejando sus ojos completamente secos.

—Alycia ya pronto cumplirá quince años por lo que ya puede tomar sus propias decisiones—dijo la mujer Barnes dándose la media vuelta para así conectar sus ojos con el iris azul eléctrico de Rabastan, el cual su hija había heredado—Yo no te voy a prohibir estar en su vida, la que lo tiene que permitir es Alycia así que tendrás que arreglártelas tu solo, por que así como no voy a prohibir nada, tampoco me meteré para tratar de convencerla.

El hombre Lestrange sonrió levemente aún teniendo rastro de lagrimas en sus mejillas: —Gracias, supongo.

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NOTA DE LA AUTORA

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Hello!

¡RABASTAN YA LO SABE!

¿Creen que Alycia si permita que Rabastan, aun siendo mortífago, este en su vida?

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Kisses! <3

cornelia street ♡ nymphadora tonks ✓Donde viven las historias. Descúbrelo ahora