Maude Arreola y Amine Gouiri ya se conocían desde la adolescencia pero lo que no sabían era que ambos estaban enamorados del otro. Así que sus caminos toman distintos rumbos hasta que dos años después se vuelven a reencontrar haciendo que el amor vu...
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Maude Arreola
Compartía desayuno con Amine quien se ofreció a hacerlo por mi. Siendo honesta, su actitud nunca cambió, sigue siendo el mismo dulce y amable Amine Gouiri que conocí. Puede que jamás lo perdone por irse sin decirme tan siquiera algo, pero mi cariño sigue ahí.
-No te gustó?- pregunta notando que apenas había tocado mi comida.
Estaba pensando tanto en él que ni había comido -cómo? No! Estoy pensando en la escuela- miento mientras llevo un bocado a mi boca. Dios! Amine cocinaba muy bien -Joder! Esto es maravilloso- se me escapa decir.
Amine sonríe bajando la mirada -gracias. Ya sabes como era mi mamá, insistía en que la comida me quedara perfecta.
-Oh si que lo recuerdo- río -me acuerdo que te regañaba enfrente de mi cuando estropeabas la receta.
El francoargelino niega -los días más vergonzosos de mi vida.
-Sentía pena por ti, pero al mismo tiempo te veías adorable- se me escapa decir lo último haciendo que desvíe la mirada.
Lo acabo de llamar adorable, Dios! Que pena! -la razón por la que estaba nervioso era porque intentaba impresionarte- revela un poco sonrojado.
Mi corazón comenzó a latir, no sabía que decir -oh... yo...
-Te gustaría ir al partido de este domingo?- inmediatamente desvía el tema de conversación.
Intento aclarar mi garganta. Ese era su problema, cada que Gouiri se veía envuelto en problemas, cambia la plática sin siquiera ser discreto -huh, seguro. Me gustaría verte jugar ya que mis padres no paran de mencionar lo buen jugador que eres.
-Oh si? Tus padres me quieren más que mis propios padres- intenta bromear.
-Ellos te adoran. Incluso me atrevo a decir más que a Rebeca, Matteo y a mi juntos- le sigo el juego.
Los dos nos reímos haciendo que eche de menos momentos más así. En nuestro tiempo de preparatoria, la mayor parte del tiempo nos la pasábamos de risas. Nadie me hacía reír como lo hacía el futbolista del OGC Nice.
-Mierda! Ya me tengo que ir! Sino me matan por llegar tarde- Amine se levanta de la barra.
-Que te vaya bien!- le deseo y yo también me preparo para irme a trabajar.
Una vez que llego a la empresa, decido llamarle a Liz -hey, Maude!! Cómo está Nice?
-Mmh muy bien. Todos por aquí son muy amables- resalto -y Lyon? Cómo están las cosas por allá?
-Lo normal. Este domingo iré al Groupama Stadium a ver a Maxence, tienen un partido importante contra el Lorient- relata Liz.
-Ahí le mandas mi apoyo.
-Por supuesto. Y dime, cómo van las cosas con Amine?- pregunta pícara.
Suelto un suspiro acompañado de una sonrisa -están fluyendo bien. La tensión poco a poco se está yendo y siento que estamos volviendo a ser lo que éramos en la preparatoria- comento positiva.
Liz suelta un grito de emoción -genial!!! Recuerdo que ambos solían ser muy inseparables, nomas existían los dos y el mundo de afuera lo ignoraban por completo.
Me sonrojo -si me acuerdo
-Tanto que hasta se saltaban clases para irse a no se dónde diablos- se burla.
Me pongo a pensar en ello -si... jamás se me olvida...
Mi mejor amiga nota algo extraño en mi -Todo bien? Qué sucede?
Aclaro mi garganta -nada, solo pensando en porque lo nuestro acabó muy espontáneo. Liz, hice algo mal?- genial, iba a ponerme emocional.
-A ver! Maude! No te culpes o pongas triste. Me imagino que lo que hizo Amine tiene una explicación, por qué no lo hablas con él?- sugiere la francesa.
Niego -aún no llegamos a esa confianza. Esperaré luego de su partido- afirmo.
La castaña suelta un ruidoso gesto -te invitó a su partido?!?! Eso a mi me hace entender que busca que lo perdones!! Solo dile lo que sentiste esa vez!
Termino la llamada luego de un par de minutos más pues tenía que ponerme a trabajar. El resto del día decido irme a la biblioteca para terminar mi tarea haciendo este día mi rutina para los próximos días hasta que era día de partido.
El Nice se enfrentaba al Mónaco. Por lo que Amine me había comentando, el equipo rival era fuerte y una victoria para ellos sería una gran ventaja para acercarse más a puestos europeos.
Ni idea de lo que significaba, pero se escuchaba importante, así que tocaba apoyarle. Una vez que llego a los asientos que Gouiri me dio, me encuentro con mis nuevas amigas, Val, Fer y Dann.
-Hola chicas!- saludo amigable.
Las tres me sonríen y también me saludan cariñosas -vienes a ver a Amine?- pregunta Fer.
-Me invitó a su partido- menciono.
-Por supuesto que lo hizo. Sabe lo importante tu presencia que es- Val confiesa -no es por delatarlo, pero dice que lo ayudas a motivarlo a darlo todo- revela haciendo que las chicas suelten sonidos pícaros.
-Gouiri está enamorado- suelta Danny.
Fer es quien dice algo que me pone a pensar profundamente -cómo te sientes, Maude? Que es lo que importa- su hermano llega a mi mente.
El otro día que estaba en casa de Amine noté cierta conexión entre nosotros. No iba a negar que me atraía su hermano, pero tampoco quería hacerme ilusiones ante las mínimas probabilidades de que yo también le gustase.
Otorgo una respuesta -nuestro pasado me sigue atormentando. Por ahora prefiero seguir adelante- confieso dudosa ante la llegada de Flavius Daniliuc a mi vida.
