Maude Arreola y Amine Gouiri ya se conocían desde la adolescencia pero lo que no sabían era que ambos estaban enamorados del otro. Así que sus caminos toman distintos rumbos hasta que dos años después se vuelven a reencontrar haciendo que el amor vu...
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Maude Arreola
Fue una agradable sorpresa el que Rebeca viniera a visitarme. Ella viene desde Paris pues mi cuñado juega para el equipo del Paris Saint-Germain y por ello, ambos residen ahí. Aunque debo admitir que el que Rebeca haya venido es una perfecta oportunidad para poder hablar de mi situación actual.
-Es cierto que te arreglaste con Gouiri?- cuestiona cuando terminamos de pagar los helados.
Saboreo de mi helado -así es- y le cuento de aquella noche.
Rebeca me lee la mente -pero no todo es color de rosa, qué más pasó?
Agacho la cabeza -hay un chico, es compañero de Amine, se llama Flavius. Antes de arreglarme con Amine, Flavius comenzó a mostrar cierto interés en mi y me otorgó toda la atención que quería haciéndome sentir importante. Es muy lindo conmigo y creo que no lo puedo dejarlo ir.
-Dios, Maude! Estas entre dos chicos.
-Reb, no sé qué hacer. Digo, Flavius lo tiene todo para ser el chico perfecto, pero jamás será Amine. Aún así, no quiero rechazarlo- confieso.
Mi hermana analiza mi situación -por lo que veo es que quieres mantener a Flavius como tu segunda opción en caso de que Amine no funcione- revela -hermana, no necesitas un tiempo para organizar tus sentimientos porque lo tienes más que claro. Gouiri es a quien has deseado todo este tiempo, lo que sientes por Flavius es falso porque nomás lo quieres por la atención que querías
Era cierto, es un poco egoísta de mi parte, pero solo quería a Flavius porque era quien me daba esa atención que Amine le hacía falta hasta ahora. Todo cambió cuando el francoargelino y yo nos arreglamos.
-Tengo que decirle a Flavius que al chico que quiero es Amine- digo con firmeza.
Reb me sonríe -esa es mi hermana!- después de unos minutos más caminado en el parque, regresamos a casa. Amine estaba viendo la televisión cuando llegamos.
-Hey chicas, se divirtieron?- pregunta curioso.
Mi hermana es quien responde -así es. En fin, me daré una ducha- sabía que lo decía apropósito para que hablara con él -tomaré prestada tu ropa- y nos deja.
Amine apaga la televisión -querías hablar conmigo?- recuerda.
Me siento en el sofá a su lado -si...- juego con mis dedos -creo que te debo una explicación de el porqué no he hablado con Flavius- suelto un pesado suspiro -no estaba segura de lo que sentía por él, así que después de analizar bien aquello, llegué a la conclusión de que solo lo quería porque de cierto modo me hacía olvidarme de ti o eso quería que sucediera. En fin, también descubrí que al único hombre que quiero es a ti y nadie más. Amine, siempre te elegiré a ti por encima de cualquier hombre.
Dicho eso, el delantero no lo piensa dos veces para besarme en los labios. No tardo en responderle el beso subiendo de intensidad la situación, pues lo jalo para que quede encima mío y así él tener el control.
-Joder, Maude. Quiero hacerlo, pero Reb de seguro me mata si nos ve- se separa.
Ruedo los ojos -seremos silencioso- ya estaba caliente, es por eso que le doy unos chupetones en su cuello.
-Las paredes no son a prueba de sonido, todo se escucha- advierte con una risita.
Me alejo un poco -de lo que te pierdes.
Amine me sonríe pícaro -como dije, puedo seguir esperando. No como tu que ya te urge que te haga mía.
-Cállate!- el resto del día me pongo a hacer tarea y una vez que llega el siguiente día, llevo a Reb a desayunar a un café y así ya despedirme de ella.
Luego, me fui a trabajar pues tenía muchas cosas pendientes que no alcancé a terminar ayer y una vez que finalizo, me lanzo a la casa de Flavius para ahora si de una vez por todas ponerle fin a esto.
-Oh... hey Maude!- me saluda sonriente.
-Hola, Flavius. Podemos hablar?- pido con un tono ligero serio.
Noté que palideció -seguro- cierra la puerta detrás de él.
Trago saliva -ok, pues...
-Quieres ser mi novia?- suelta de sopetón a lo que yo me atraganto con mi propia saliva empezando a toser -ay no! Disculpa.
El austriaco se rasca la nuca -con todo lo que hemos pasado juntos, comencé a desarrollar sentimientos por ti, y ya no quiero tener nada casual contigo, quiero que seamos pareja- expresa.
Diablos, debí de hacer esto más temprano -entiendo... yo...- joder! Ahora esto es más difícil -Flavius, eres un buen chico, pero... no, no quiero ser tu novia
Se queda parada sin mostrar ninguna expresión en su rostro haciéndome creer que esto es una mala señal -es Amine, cierto?- desea saber.
-De nuevo?- quería dejar a Amine fuera de esto.
Flavius se aclara la garganta -digo, lo nuestro se fue a la mierda desde la noche de los bolos- descifra -yo sé que algo más pasó esa noche que solo "arreglamos nuestros problemas del pasado"- dice sarcástico.
-Por favor...
-Maude, yo puedo ser mejor novio que él!- me toma de las manos -puedo hacer las cosas que él nunca hizo!
Lo observo por unos segundos antes de responderle -lo siento, Flavius. De verdad que intenté sentir algo por ti, pero se veía muy mal de mi parte el forzar algo que terminaría mal.
-No puede ser peor que el engañarme- defiende.
-A ver! Yo jamás te engañé! Lo tuyo y lo mío siempre fueron salidas casuales, en ningún momento lo formalizamos- expreso.
-Eso que?! Nos veíamos muy a menudo como para distinguir que estábamos a nada de ser una pareja- insiste alzando la voz.
Comenzaba a odiar su actitud -sabes qué?! Me estás dando a entender que porque solo un par de salidas, ya soy tuya prácticamente?
-Siempre lo fuiste!- me toma fuerte de la muñeca.
-Hey! Suéltame!- pido quejándome del dolor.
Ignora mis demandas aprovechándose de su fuerza para robarme un beso. Por más que intento alejarme de él, me era imposible pues me tenía encerrada con sus brazos. Finalmente él es quien se despega -qué mierdas te pasa?!- cuestiono.
-Hay cámaras en el vecindario. Puedo mostrar evidencia a Amine de que lo traicionaste al elegirme- chantajea.
No caeré en su juego -hazlo! No caerá en tus engaños!
-Tu crees? Amine ya me tiene celos; además de que puedo editar el video para hacerle creer que tu fuiste quien me robó un beso. Y aparte, que ese video puede que aparezca de la nada en sus redes sociales.
De verdad que no creía la clase de hombre que Flavius era -no puedo creer que el rechazo de una chica te afecte demasiado.
Flavius se acerca a mi rostro -yo siempre obtengo lo que quiero. Es tu decisión.
