Ella estaba destinada a ser la nueva Regente de la República, pero la traicionaron, ahora no se detendrá hasta tener su venganza.
En un lugar en el fin del mundo, una nueva civilización se ha alzado, y Elektra, una joven de 16 años, es la próxima Re...
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CAPITULO XX
—¡Deja de torturarla! — Gritó Noah, abriéndose paso entre los presentes.
—Creí haber pedido que salieras — Replicó el Gobernador, alejándose de Elektra — Si no puedes soportar el interrogatorio, no lo veas.
—No la seguirás torturando.
Esta vez había sido Mika quien había hablado. Irina se volteó enseguida al escuchar su voz, creía que después de todo lo que había pasado él sería el primero en desear obtener la verdad, costase lo que costase.
—Mika, por su culpa tu madre está muerta — Replicó, enfrentándolo.
—Este no es tu problema, Irina. Someteremos esto a votación.
—¿Votación? — Repitió el Gobernador riendo — Todos estamos aquí por un interés en común, esta chica puso a toda la aldea en peligro, es una traidora, debe ser juzgada.
—Esto no es un juicio, Robert — Replicó Mika, y todos lo miraron con asombro, nadie nunca llamaba al Gobernador por su nombre — La cacería de brujas acaba ya. Elektra está diciendo la verdad, mis sentimientos no han nublado mi juicio, pero parece que sí el tuyo. Esto no se trata de proteger a la Hermandad o la aldea, esto es una vendetta personal, la chica no sabe lo que sucede con los aldeanos que han sido secuestrados, no supone ningún peligro para la aldea o la organización; está siendo perseguida por la milicia al igual que todos nosotros.
El Gobernador apretó los puños, nadie se atrevía a desafiarlo, sabía desde un comienzo que la presencia de la chica ocasionaría problemas, una mujer bonita siempre traía discordia.
—Lo someteremos a votación entonces — Aceptó sin apartar la mirada de Mika.
—Todos los que estén a favor de liberar a Elektra, digan "Yo".
—Yo — Replicó Noah enseguida.
—Yo — Dijo Marko para sorpresa del Gobernador.
—Yo — Afirmó Mika sin inmutarse.
Nadie más se atrevía a decir una sola palabra, Mika giró la mirada a su alrededor, Roger seguía viéndose las uñas sin prestar atención a lo que sucedía, Irina estaba cruzada de brazos con la mirada desafiante y Misha estaba encogido de hombros y con la cabeza gacha en el fondo de la habitación.
—Bien — Dijo el Gobernador con una sonrisa al ver a Mika superado en números — Parece que la mayoría está de acuerdo conmigo, así que el interrogatorio continúa.
—¡Yo! — Gritó Misha desde el fondo de la habitación, irguiéndose finalmente — Yo me opongo, Gobernador.
El hombre lo miró con la rabia reflejada en los ojos.