Capitulo 2 | En otro universo.

274 17 6
                                    

Aún recuerdo perfectamente el día que mi madre entro a mi habitación y me dio la peor noticia de mi vida

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Aún recuerdo perfectamente el día que mi madre entro a mi habitación y me dio la peor noticia de mi vida.

Mi abuelo había fallecido.

Todo mi mundo se vino abajo, no me moví, no llore y no pude articular ninguna palabra durante los siguientes minutos, solo me quede mirando a la nada pensando en las últimas palabras que le dije.

Ese día todos nos habíamos reunido en casa de mi abuela porque las probabilidades de que mi abuelo pasara la noche eran muy pocas, así que habíamos tratado de estar todos juntos y recordar todos los momentos felices que pasamos con él.

Pero en cambio yo, decidí alejarme de todos porque no podía verlo así, se veía tan débil y vulnerable, y me dolía verlo de esa manera.

Es doloroso ver a una persona a la que amas derrumbarse poco a poco hasta morir y no poder hacer nada. 

Así me sentía yo con él.

Él había pasado por mucho y ya no merecía sufrir. Hace meses que le habían detectado cáncer de pulmón y por más operaciones que le hacían, cada una era peor que la anterior.

El cáncer se le había hecho a base de cigarros, el solía fumar demasiado desde que era joven y aunque le decíamos que ya no lo hiciera, él era demasiado terco como para obedecer. 

Así que paso operación tras operación en un intento patético porque se mejorara, pero en vez de mejorar cada vez empeoraba más y más y más, hasta que un día las fuerzas se le fueron y ya no pudo hablar, caminar y ni siquiera comer.

Tenía tanto miedo de que algo le pasara, de un día despertarme y que me dijeran de que algo le había sucedido, pero al final se cumplió, mi mayor miedo se cumplió y cuando lo hizo una parte de mi se fue con él. 

Después de eso nada volvió a ser igual, yo cambie, mi familia cambio, todos cambiamos porque muy en el fondo sabíamos de que él se había llevado una parte de cada uno de nosotros. 

Él era musico, desde muy pequeño le había gustado todo lo relacionado con la musica, el hizo que yo aprendiera a tocar piano, pero mientras él se dedicaba a eso, yo lo veía más como un pasatiempo.

La vida a veces era demasiado irónica, porque el murió por una adicción y yo me estaba matando también por una. 

Cuando mi abuelo falleció, me cerré a todos y decidí alejarme, el único que siempre estuvo ahí para mí fue mi mejor amigo Liam, y en todos esos momentos me di cuenta de que en realidad no importa cuantas amistades tengas si no cuantas son leales, porque siempre sin importar que Liam estuvo para mi cuando más lo necesitaba, los demás lo único que hicieron fue preguntarme si estaba bien y alejarse.

No estoy nada orgullosa de mi en esa etapa, porque comencé a salir de fiesta compulsivamente, a salir con demasiados chicos y la reputación que antes tenía en la escuela se había arruinado, y digo que no estoy nada orgullosa porque en una de esas fiestas fue cuando probe por primera vez las drogas.

Empezó como diversión y al final se convirtió en lo único que me hacía olvidar todo, cada día pienso en que mi abuelo no estaría nada orgulloso al ver en lo que se convirtió su nieta.

¿Como era posible que en un simple año pudieran pasar tantas cosas?

La muerte de mi abuelo, mi adicción con las drogas, la ansiedad, mi familia materna cada vez más separada, que mis padres nos haigan dado la noticia a mi hermano y a mí de que nos mudaríamos a Los Ángeles.

En resumen, este año fue una mierda.

Lo único bueno que había sacado de todo esto, fueron los libros, gracias a las redes sociales descubrí el mundo literario y los libros me ayudaron más de lo que imaginaba.

Los libros me ayudaron en mi peor momento, cuando leía me olvidaba de todo el mundo, de mis problemas, de mi adicción con las drogas, la muerte de mi abuelo, de todo.

Los libros eran mi droga favorita.

Incluso era mucho mejor que la droga, porque te hacía sentir libre y por un momento te hacia olvidar de la realidad, por eso yo me refugie en los libros, porque solo ellos pueden hacerme sentir segura, solo ellos pueden hacerme sentir en casa.

Siempre intente buscar algo para olvidarme de todo, para olvidarme de cuando mamá me dio la noticia de que mi abuelo había fallecido, su funeral. La primera vez que había llorado en público fue en el funeral de mi abuelo, estaba tan destrozada que mis emociones pudieron conmigo, yo era la más apegada a él y con la que más tiempo había pasado. 

Me había enseñado tantas cosas que en su momento no le di importancia, pero ahora me doy cuenta de lo importante que había sido todo lo que me había dicho, sus palabras, los momentos, las reflexiones. 

Lo que más me dolía era que no pude despedirme apropiadamente de él, o no le dije por última vez lo mucha que lo quería, por eso me odiaba a mí misma siempre que lo recordaba, porque mi despedida fue la peor.

Lo único que le había dicho fue de que nos volveríamos a ver al día siguiente y nunca paso, cada día me reclamo al no haberle dicho lo mucho que lo amaba sabiendo de que probablemente ese era su ultimo día.

Y asi fue.

Yo si tenía las esperanzas de que pasara la noche, de volver a verlo, pero eso jamás sucedió.

Talvez en otro universo si paso.

En otro universo él nunca se hubiera enfermado, seguiría tocando sus instrumentos y seguiríamos pasando todas las tardes juntos, mi familia materna no estuviera tan separada y yo no hubiera caído en las drogas.

Pero lamentablemente esto era la realidad y por más que doliera había que aceptarla.

Algún día nos volveremos a ver © #1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora