Capitulo 1| Empezar desde 0

475 19 13
                                    

—¿Estas nervioso?

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

—¿Estas nervioso?

La pregunta resonó en la estancia y mire a mi hermano menor esperando una respuesta de su parte, el dejo de mirar su teléfono para dirigirme la mirada y segundos después se encogió de hombros restándole importancia al tema.

—Un poco —se limitó a responder.

Suspire y me acomode mejor en la cama.

—¿Alguna vez pensaste que nos mudaríamos? —volví a hablar.

Se quedo pensando de nuevo unos segundos hasta que al final dejo su teléfono a un lado y me miro.

—La verdad es que no, jamás pensé que nos mudaríamos y mucho menos cuando tu estas a punto de acabar la escuela, técnicamente aquí lo tenemos todo, pero como nos dijo papá <nos mudamos porque asi ya no me será difícil manejar mi empresa desde la distancia> —cito las palabras de papá. 

—Lo sé ¿Pero porque ahora Jake? Durante todos estos años la había estado manejando a distancia perfectamente ¿Por qué ahora ya no puede seguir así? Yo no me quiero mudar.

—Astrid, es lo mejor créeme, además esto no solo lo hace por su empresa, también lo hace por ti —murmuro y me dio una palmadita en el hombro.

—¿Por mí? —fruncí el ceño.

Asintió.

—¿Recuerdas el trato que hiciste con mamá y papá?

Solté un resoplido.

—Claro que lo recuerdo.

—Bueno, pues tienes que poner de tu parte si quieres mejorar y probablemente este sonando muy duro, pero quiero que estés bien, te quiero Astrid y no quiero que nada malo te pase —suavice la mirada al verlo tan indefenso.

—Yo también te quiero, Enano y te prometo que pondré de mi parte, pero es que es complicado, no puedes sanar de un día a otro asi de la nada. 

—Yo sé que es complicado, pero para eso estamos nosotros, para apoyarte —puso una mano encima de la mía —no estás sola ¿lo sabes verdad? 

—Lo sé —suspire regalándole una sonrisa para tranquilizarlo.

—¡Niños! —la voz de mamá se escuchó desde abajo haciendo que mi hermano y yo giráramos la cabeza hacia la puerta.

— ¡Ya vamos! —le gritamos Jake y yo al unísono.

Ambos nos levantamos de la cama y caminamos en dirección a la puerta. 

Oficialmente faltaba un día para mudarnos. Todas mis cosas ahora permanecían en cajas y aun me faltaban maletas por llenar, mudarme nunca había estado en mis planes, ya me había acostumbrado a mi vida en Londres y la mudanza solo había hecho que me pusiera más nerviosa de lo habitual. 

Nuestros padres nos habían dado la noticia en año nuevo, claramente ellos esperaban que nos alegramos ya que habíamos pasado casi toda nuestra infancia ahí, pero fue todo lo contrario, cuando ambos nos lo dijeron, Jake y yo lo único que hicimos fue quedarnos en silencio pensando en qué clase de broma era esta. 

Algún día nos volveremos a ver © #1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora